Por Alejandro Martínez
Ahora que finalmente recibió asilo político en Estados Unidos, el fotógrafo mexicano Miguel Ángel López Solana quiere seguir en el periodismo – a pesar del costo que la profesión ha representado en su vida.
“Yo tengo las ganas y las ímpetus todavía de continuar ejerciendo la libertad de expresión, el periodismo, el fotoperiodismo”, dijo. “Es un poco difícil asimilar o decir, ‘por el periodismo yo he perdido a mi familia, he perdido a mis compañeros,’pero también dejarlo, es como decir que no sirvió de nada esa gran pérdida humana”.
López Solana, quien platicó esta semana con el Centro Knight para el Periodismo en las Américas, obtuvo el beneficio migratorio el mes pasado, dos años después de que su familia fuera asesinada en Veracruz.
López Solana huyó del peligroso estado tras el asesinato de su padre, madre y hermano en junio de 2011. Su padre, Miguel Ángel López Velasco, era el subdirector y popular columnista del diario Notiver, donde López Solana y su hermano también trabajaban como fotoperiodistas.
En una carta enviada a principios de este mes a los medios de comunicación en Veracruz, López Solana acusó a las autoridades veracruzanas de estar frenando la investigación del crimen.
“La Procuraduría de Veracruz no quiere resolver el caso de mi familia. ¿Por qué? No lo sé”, López Solana dijo al Centro Knight. “No estoy exigiendo algo extraordinario, solo estoy exigiendo justicia”.
Veracruz es considerado uno de los lugares más peligrosos para ejercer el periodismo. México, en general, es uno de los 10 países con más periodistas viviendo en el exilio, según un reciente reporte del Comité para la Protección de Periodistas.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.