Después de que las autoridades identificaron los cadáveres de dos fotógrafos torturados y asesinados en México, la Procuraduría General de Justicia del estado oriental de Veracruz confirmó que los otros dos cadáveres desmembrados hallados en el mismo sitio el jueves 3 de mayo corresponden a personal de medios de comunicación locales, informó el Programa de la Libertad de Expresión del Centro de Periodismo y Ética Pública.
Los dos primeros fotoperiodistas identificados fueron Gabriel Huge, quien trabajó en el periódico Notiver hasta 2011 y su sobrino Guillermo Luna. Al momento de morir, ambos colaboraban para la agencia de noticias VeracruzNews. Junto a ellos, se identificó también el cuerpo de Irasema Becerra, empleada administrativa del diario El Dictamen y pareja sentimental de Luna, así como de Esteban Rodríguez, quien trabajó como fotógrafo del diario AZ y fue camarógrafo para TV Azteca, informó la agencia Proceso.
La agencia Proceso reportó que los tres fotógrafos fueron forzados a huir del estado de Veracruz en julio de 2011 después del asesinato de la periodista del periódico Notiver, Yolanda Ordaz, con quien trabajaban en la sección policiaca de ese diario.
"Después del asesinato corrieron los rumores de que había una especie de lista negra de periodistas que estaban amenazados, entre los que se encontraban Gabriel Huge”, dijo Ricardo González, representante de Artículo 19, a la cadena Radio Fórmula.
Además, el fotógrafo Gabreil Huge denunció en febrero de 2008 que la policía federal lo había secuestrado, torturado y amenazado, informó el sitio Sin Embargo. Él y los otros dos fotógrafos asesinados el jueves 3 de mayo en Veracruz habían denunciado en el informe de Artículo 19 para la Organización de Estados Americanos (OEA) que se sentían amenazados por las agencias policiacas locales. Debido a la falta de respuesta, Esteban Rodríguez, quien era fotógrafo policiaco, había decidido abandonar el periodismo y en el último año trabajaba como soldador en un taller mecánico, informó con Notiver.
“Ni los representantes de la Subsecretaría de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, ni las autoridades del estado de Veracruz tomaron medidas para garantizar la seguridad de los periodistas, quienes formaban parte de un grupo aún mayor de desplazados”, denunció la organización Artículo 19.
Luna y Huge también fueron colegas de Miguel Ángel López Velasco, reportero y columnista de Notiver, y quien fue asesinado en la misma ciudad de Veracruz en junio de 2011 junto con su esposa y su hijo Ismael López, reportero gráfico de este mismo medio.
Tras el reciente homicidio múltiple y el asesinato de la reportera Regina Martínez, suman ocho periodistas asesinados en 10 meses en Veracruz, considerado uno de los 10 lugares más peligrosos del mundo para los periodistas de acuerdo con la organización Reporteros Sin Fronteras. Hasta la fecha, las autoridades estatales no han resuelto ninguno de esos crímenes.
Lejos de investigar y castigar a los responsables de los crímenes, el procurador estatal Reynaldo Escobar sugirió que la reportera Yolanda Ordaz trabajaba para el crimen organizado, informó la organización Reporteros Sin Fronteras en aquella ocasión. El comentario causó indignación entre la prensa local.
“Lo que hemos visto en los últimos años en México es un intento sistemático de amordazar a la prensa y que ha logrado su cometido en varias partes del país, donde la prensa está completamente censurada”, dijo Rosental Alves, director del Centro Knight para el Periodismo en las Américas, al diario New York Times.
A partir de 2012, México está considerado el país más peligroso del mundo para la prensa. Consulte aquí el mapa sobre los ataques contra la prensa en México elaborado por el Centro Knight para el Periodismo en las Américas.