El fiscal general de Colombia, Eduardo Montealegre, ordenó la recaptura del ex paramilitar Alejandro Cárdenas Orozco, alias ‘JJ’, vinculado en el secuestro, tortura y violación de la periodista Jineth Bedoya Lima, informó la revista Semana.
Bernardo Javier Cano Torres, periodista radial en la localidad de Iguala, fue liberado luego de 20 días de secuestro, informaron medios locales.
La policía encontró el cuerpo torturado de Djalma Santo Da Conceição, un periodista de 53 años de la radio comunitaria RCA FM en el estado de Bahia, el pasado 23 de mayo, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés)
Las autoridades brasileñas investigan el asesinato del periodista Evany José Metzker cuyo cuerpo fue encontrado decapitado en las afueras de la localidad de Padre Paraíso en el estado de Minas Gerais el pasado 18 de mayo, informó el diario O Globo.
La policía detuvo a un hombre presuntamente implicado en el asesinato de la periodista mexicana Anabel Flores Salazar cuyo asesinato, según las autoridades, fue motivado por el trabajo de la reportera.
Varias mujeres periodistas de Trinidad y Tobago han sido el blanco de ataques a través de redes sociales en los últimos meses como resultado de sus investigaciones sobre actividades sospechosas en la administración pública. Estos ataques se presentan meses antes de las elecciones generales programadas para septiembre.
Dos periodistas bolivianos de televisión recibieron amenazas después de investigar la corrupción policial en el estado central de Cochabamba, informó el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés). Las amenazas fueron hechas a través de notas dejadas en las puertas de los apartamentos de José Miguel Manzaneda y Escarley Pacheco, reporteros de la Red ATB, una de las cadenas de televisión más grandes de Bolivia.
Autoridades de Paraguay entregaron a Brasil la solicitud formal de extradición del hombre acusado de ser el autor intelectual del asesinato del periodista Pablo Medina ocurrido el 16 de octubre de 2014.
El asesinato de dos periodistas colombianos en menos de un mes volvió a prender las alarmas en un país en el que la prensa no olvida sus años más oscuros en los que a cuenta del narcotráfico y otros grupos criminales las cifras de periodistas asesinados por cuenta de su ejercicio profesional aumentaban frecuentemente.
El incremento de la violencia relacionada con el crimen organizado ha aterrorizado al estado mexicano fronterizo de Tamaulipas en las últimas semanas. Las confrontaciones entre facciones de los carteles rivales en las ciudades vecinas fronterizas de Reynosa y Matamoros han dejado docenas de muertos y han incrementado el peligro para los periodistas que ejercen en la región.
Después de fisurarle la mandíbula de un golpe, los agresores de Susana Morazán pronunciaron su amenaza: “dejá de estar hablando mal del Gobierno”. El hecho ocurrió el 19 de enero pasado, cuando dos hombres en motocicletas interceptaron a la conductora de TV Azteca Guatemala mientras conducía su auto, según informó Prensa Libre.
Activistas están reportando que bandas criminales y grupos paramilitares en Colombia, uno de los países más peligrosos para periodistas en América Latina, han estado emitiendo amenazas de muerte a periodistas y defensores de derechos humanos durante los últimos dos meses.