Dos casos judiciales que buscan cerrar el caso de la emboscada y asesinatos de cuatro periodistas holandeses en El Salvador en 1982 están actualmente abiertos en Estados Unidos y en el país centroamericano.
A punto de conocerse la sentencia en contra de dos exmilitares por la desaparición y tortura del periodista peruano Jaime Ayala en 1984, la ‘ley de impunidad’ podría cerrar el caso para siempre.
Días antes de obtener una aplastante victoria en las urnas y ser elegida presidenta de México, Claudia Sheinbaum se comprometió con Reporteros sin Fronteras a proteger a los periodistas en el país. Para cumplir su palabra, expertos creen que deberá promover profundas reformas al sistema de justicia mexicano.
Como parte de su trabajo por luchar contra la impunidad en los crímenes contra periodistas, la Sociedad Interamericana de Prensa lanzó la campaña “Voces que reclaman justicia”. El primer caso destacado en ella es el del periodista colombiano Gerardo Bedoya Borrero asesinado en 1997 y cuyo crimen se mantiene en impunidad.
Este año, se cumplen 11 años del asesinato del periodista ecuatoriano Fausto Valdiviezo. Su hermano y expertos creen que el caso no ha sido resuelto por falta de investigación por parte de las autoridades debido a ser periodista.
Un Tribunal Superior de Colombia condenó recientemente a 12 años de prisión a uno de los implicados en el caso de tortura agravada contra la periodista Claudia Julieta Duque. Para la periodista hay un sabor “amargo” porque el exfuncionario de inteligencia sentenciado se encuentra prófugo.
El 2 de noviembre de 2023 el mundo conmemora otro Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas. La impunidad en los casos de violencia contra miembros de los medios sigue siendo la norma, ya que la mayoría de los asesinos quedan libres. En las Américas, Haití, Brasil y México encabezan la lista de países del mundo donde los asesinatos de periodistas quedan impunes.
La investigación del asesinato del periodista Gabriel Hernández en Honduras no ha tenido ningún avance en los casi cinco años desde que se cometió el crimen. Falta de acceso a la información así como una falla en protegerlo antes de su asesinato hacen parte de los cuestionamientos a las autoridades.
Durante los últimos veinte años, la periodista colombiana Claudia Duque ha sido blanco de ataques por su trabajo. Ha sido secuestrada, torturada, amenazada, seguida y monitoreada. La justicia para estos crímenes ha sido limitada. A pesar de esto, continúa centrándose en sus propias investigaciones periodísticas, principalmente en crímenes contra otros periodistas.
El 2 de enero de 2015 el periodista mexicano Moisés Sánchez Cerezo fue secuestrado de su casa por hombres armados. Días después su cuerpo fue encontrado sin vida y con señales de tortura. En estos casi nueve años, su familia se ha dedicado a conseguir justicia con los diferentes gobiernos sin mayor éxito.
Para hacer frente a la incesante violencia y amenazas contra periodistas en México, la ONG Propuesta Cívica creó la red Tejidos Solidarios. La iniciativa emplea una metodología única para brindar apoyo psicoemocional y legal a las familias de periodistas asesinados y desaparecidos. También pretende honrar la memoria de quienes dedicaron su vida a investigar y denunciar.
Con un 2022 que terminó como el más mortífero para periodistas en los últimos cinco años, preocupación y preguntas surgieron en organizaciones de libertad de prensa. Para expertos, mientras no exista una política integral enfocada en la prevención, protección y procuración de justicia en los casos de crímenes contra periodistas difícilmente el panorama va a cambiar. También se necesita el apoyo de la sociedad: que entienda y defienda la libertad de prensa como un derecho colectivo.