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Subastan caricaturas en la Ciudad de México para apoyar a periodistas desplazados por amenazas de muerte

Un grupo de caricaturistas participarán el viernes 14 de junio en una subasta de caricaturas políticas para beneficiar a nueve periodistas mexicanos desplazados de su lugar de origen debido a las amenazas en contra de su vida o de sus familiares y que actualmente viven refugiados en la Ciudad de México. La iniciativa proviene de las organizaciones Reporteros Sin Fronteras, la Red Periodistas de a Pie y la revista El Chamuco.

“Son periodistas que salen (de su lugar de origen) sin ropa, sin dinero y sin trabajo”, explica Marcela Turati, de la Red de Periodistas de a Pie.

La subasta de caricaturas se realiza el viernes 14 de junio a las 7 p.m. en la sede de Rompeviento TV, en la calle de Milán 20, en la colonia Juárez, de la Ciudad de México. El costo de entrada es de 80 pesos y las ganancias serán repartidas entre nueve periodistas desplazados.

Entre ellos se encuentra el caricaturista veracruzano Rafael Pineda, Rapé, quien en septiembre de 2011 encontró un mensaje en el parabrisas de su auto que decía “Calladito”, por lo decidió vender todas sus pertenencias y mudarse a la Ciudad de México. “Lleva tiempo empezar de cero y construir todo lo necesario para vivir de manera digna”, asegura este periodista desplazado.

Por su experiencia, otros colegas han tenido la necesidad de ganarse la vida haciendo malabares en las esquinas, vendiendo tacos o celulares y toda clase de oficios para sobrevivir en la capital del país.

Sin lazos familiares ni contactos, los periodistas desplazados en la Ciudad de México se enfrentan solos ante el trauma que han sufrido, dificultades para rentar una vivienda, y una dura competencia laboral en los medios de la capital, según relata Turati.

Una investigación del diario El Universal reveló que unos 50 periodistas del interior del país buscaron refugio en la capital entre 2010 y 2012 pero al carecer de apoyo, terminaron por regresar a su lugar de origen a pesar de que los riesgos en contra de sus vidas.

En algunos casos, los corresponsales de medios nacionales se mudan temporalmente a la sala de noticias en la Ciudad de México tras recibir amenazas pero esta medida de protección es a veces insuficiente. “No reciben apoyo sicológico a pesar de que vieron cómo mataron a alguno de sus colegas o fueron secuestrados”, explica Turati. “Se vuelven problemáticos en las redacciones y terminan por renunciar”, agrega.

Tanto el gobierno de la Ciudad de México como el gobierno federal tienen programas para apoyar a periodistas amenazados, sin embargo, la ayuda es ineficiente debido a trámites y requisitos burocráticos, según denuncia Rapé. “La ayuda oficial sólo logra desesperar a los desesperados”, critica.

Este caricaturista asegura que su trabajo humorístico le está ayudando pero “no sé si ya estoy recuperado emocionalmente, todavía no me doy de alta”, dice. Además, este periodista aún toma precauciones cada vez que visita su estado natal de Veracruz, considerado el lugar más peligroso para la prensa en México. “No voy con frecuencia pero cuando viajo, lo hago acompañado de colegas y de manera muy anunciada”, explica.

La subasta del próximo viernes incluirá trabajos de los caricaturistas mexicanos Naranjo, Boligán, Patricio, Rius, El Fisgón, Helguera, Hernández y Rapé.

 

Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.

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