Por Alejandro Martínez
Después de la compra de más de la mitad de las acciones del grupo editorial Epensa que le otorgó al Grupo El Comercio un control de casi el 80% del mercado de periódicos en Perú, el tema de la concentración de medios se ha vuelto ubicuo – y volátil – en el país. Domina el debate público con virtualmente una nota o artículo de opinión nuevo todos los días y, la semana pasada, los polos opuestos de la discusión sobre los posibles efectos nocivos de la compra fue ejemplificada por el desacuerdo entre el celebre escritor peruano y ex candidato presidencial Mario Vargas Llosa y su hijo Álvaro.
En una entrevista con el sitio investigativo IDL-Reporteros, el ganador del Premio Nobel de la Literatura opinó que el control mayoritario de los medios por parte de un grupo afectará la pluralidad informativa y “puede tener un efecto a mediano y largo plazo catastrófico para la Democracia”.
“Mi posición es [la] que yo creo normal y natural dentro de una concepción democrática de la vida pública: Que es absolutamente importante que exista libertad de prensa, libertad de crítica y que por lo tanto es muy importante que los medios de comunicación reflejen la diversidad de puntos de vista, de opiniones. […]”, dijo.
Por su parte, su hijo Álvado opinó que la compra era válida por tratarse de un tema de libre mercado y criticó al periódico La República, el cual también intentó comprar las compras de Epensa y ahora encabeza una demanda en contra de El Comercio por acaparación de medios.
“El peligro es que están confundiendo a mucha gente, que puede creer que efectivamente hay en el Perú un grupo de medios de comunicación que se está apropiando indebida y desproporcionadamente del mercado, lo cual no es cierto. En el mercado de periódicos uno se gana todos los días el favor del consumidor. Lo único válido es asegurar que no haya barreras de entrada”, dijo en una entrevista con
Pero la discusión ha tenido un segundo nivel: el papel del gobierno. Tanto Vargas Llosa como su hijo se opusieron a la idea de crear nuevas leyes para intervenir y prevenir los monopolios mediáticos.
A principios de este mes, las reacciones explotaron cuando varios observadores interpretaron los comentarios del presidente Ollanta Humala criticando la compra de las acciones de Epensa como una insinuación de sus deseos por promover una nueva ley para regular la concentración de medios.
“El hecho de que el presidente lo haya dicho públicamente despierta legítimas sospechas de lo que realmente pretende es intimidar a la prensa, adocenarla y controlarla”, dijo Álvaro Vargas Llosa.
Tras recibir múltiples críticas, el partido político de Humala, Gana Perú, rápidamente emitió una aclaración en la que aseguró que no estaba preparando un proyecto de ley y el presidente dijo que crear leyes sobre el tema no era una prioridad para él.
No obstante, a los pocos días, el congresista Manuel Dammert con la bancada Acción Popular-Frente Amplio dijo que promovería una ley que garantizara la pluralidad informática.
Otros miembros del Congreso han advertido que la concentración de medios podría tener un efecto adverso en la democracia ya que afectaría la cobertura regional y crearía una cobertura desequilibrada de las elecciones que le otorgaría espacios desproporcionados a ciertos candidatos.
"Una posible concentración de medios afecta la pluralidad informativa que es uno de los principales elementos de la democracia (...) hay que asegurar que las campañas electorales del 2014 y 2016 sean equitativas, que no se excluya a nadie", dijo José León, portavoz de Perú Posible.
En una nota de opinión para el diario español El País, Mario Vargas Llosa dijo que el poder judicial es la entidad correcta para resolver el tema de la legalidad de la compra de las acciones de Epensa. Cualquier nueva ley para regular la concentración mediática sería "un remedio peor que la enfermedad", pues "pondría en manos del poder político un arma que le permitiría recortar la libertad de prensa y hasta abolirla".
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.