Por Jesús Nazario y Teresa Mioli
El periodista mexicano Javier Valdez Cárdenas, reconocido internacionalmente y ganador de varios premios, fue asesinado a tiros por individuos no identificados la tarde de este lunes, de acuerdo con Ríodoce, el periódico que él cofundó hace 14 años y en el que se desempeñaba como reportero.
Las autoridades dijeron que varios sujetos retuvieron a Valdez, le dispararon en la cabeza y arrastraron su cuerpo a través de la Avenida Riva Palacio, cerca de las oficinas de Ríodoce en Culiacán, la capital del estado de Sinaloa.
Un automóvil que presuntamente fue usado por los atacantes para huir fue encontrado, pero el móvil del crimen y las identidades de los agresores son desconocidos, de acuerdo con El Debate.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) reportó que Valdez le había comunicado a la organización en semanas recientes que estaba preocupado por su seguridad.
Valdez era reportero y columnista en Ríodoce, un periódico semanal que ha sido reconocido por su sobresaliente y valiente cobertura sobre el tráfico de drogas en Sinaloa. El estado es conocido como la base de uno de los más grandes y más violentos carteles de la droga en México.
También escribía la columna Mala Yerba y era corresponsal en Sinaloa del periódico de alcance nacional La Jornada. Valdez era conocido por su dedicación al periodismo de investigación en México, pese a las amenazas y la violencia que han convertido a ese país en uno de los lugares más peligrosos para los periodistas en el mundo.
Cuando la también valiente y respetada periodista Miroslava Breach, también corresponsal de La Jornada, fue asesinada el 23 de marzo de 2017 en el vecino estado de Chihuahua, Valdez escribió en Twitter: “A Miroslava la mataron por lengua larga. Que nos maten a todos, si esa es la condena de muerte por reportear este infierno. No al silencio”. El cuerpo de Breach fue encontrado con un mensaje que decía “por lengua larga”, en el que la tachaban de mentirosa.
Además de su trabajo en los periódicos, Valdez fue autor de múltiples libros sobre el crimen y la corrupción en México. Entre ellos, destacan “De Azoteas y Olvidos” (2006), “Los Morros del Narco” (2011), “Levantones” (2012), “Con una Granada en la Boca” (2014), “Huérfanos del Narco” (2015), “Narcoperiodismo” (2016) y “Malayerba” (2017). En 2010, fue finalista del premio Rodolfo Walsh en la categoría de mejor libro de no ficción por su libro “Miss Narco”.
En “Narcoperiodismo”, Valdez habla sobre las presiones que los reporteros enfrentan por parte del crimen organizado, el gobierno, las empresas, los dueños de los medios y sus colegas, de acuerdo con La Jornada.
“Quiero creer que al trabajar una historia más pública, abordar un tema que nos permita entendernos como periodistas: con miedo, rodeados de corrupción, con la contaminación del narco en las redacciones”, dijo Valdez sobre su motivación para escribir “Narcoperiodismo”, de acuerdo con La Jornada. “Espero haber abonado a reconocer esa realidad, nuestras enfermedades, incluyendo la soberbia, la deshumanización, la impunidad, incluso nuestra pobreza, nuestros bajos salarios y las condiciones de trabajo. Eso intenté hacer”.
Ríodoce y sus periodistas han sido blanco de violencia desde que el periódico se formó en 2003, y por otro lado, sus coberturas han sido reconocidas nacional e internacionalmente.
Valdez y un grupo de reporteros del periódico Noroeste comenzaron Ríodoce “ante la necesidad de que en Sinaloa existiera un periodismo más enfocado a los grandes problemas que vive la entidad, basado principalmente en la investigación y desde una perspectiva crítica”, de acuerdo con el sitio web de la publicación.
El periódico explicó que había nacido en un contexto en el que el gobierno del estado ejercía un fuerte control sobre los medios de comunicación, y por tanto Ríodoce había puesto distancia frente a ese poder desde un inicio.
El periódico pudo sobrevivir pese a presiones económicas. También fue blanco de ataques físicos y cibernéticos a lo largo de los años.
En septiembre de 2009, una granada fue arrojada dentro de las oficinas de Ríodoce días después de que el periódico publicó una serie sobre el tráfico de drogas, de acuerdo con el CPJ. Nadie resultó herido. La publicación fue retirada de la red por hackers en 2011, de acuerdo con la organización.
Por continuar su reporteo pese a esas amenazas, la Escuela de Posgrado en Periodismo de la Universidad de Columbia premió a Ríodoce con el prestigioso reconocimiento Maria Moors Cabot en 2011, por reporteo destacado en América Latina y el Caribe.
Ese mismo año, Valdez recibió el Premio Internacional de Libertad de Prensa del CPJ.
En ese momento, el CPJ citó a Valdez diciendo: “Vivir en Sinaloa es una amenaza y ser periodista es una amenaza adicional. Hemos aprendido a vivir en estos tiempos en los que las balas vuelan encima de nosotros”.
Dijo al CPJ que las amenazas llegaban frecuentemente a la redacción de Ríodoce y que a veces eso significaba revisar el material para decidir qué publicar.
“No hay condiciones para el trabajo periodístico porque no hay forma de vivir en el país. Entonces esto ha provocado que los periodistas se retraigan, guarden silencio o se dediquen de manera mediocre a contar los muertos. Ríodoce ha preferido contar las historias de las personas en el narcotráfico, incluyendo a los capos, a los matones, a los policías, a la gente común y corriente. Esto puede dar una mejor lectura de lo que está pasando”.
Agregó que una de sus metas era “darle un lado humano al problema, para que la gente sepa que hay personas involucradas”.
El libro de Valdez “Levantones” fue publicado en enero de 2017 en inglés bajo el título “The Taken: true histories of the Sinaloa drug war”. Fue su primer libro traducido y publicado en ese idioma.
Valdez es el quinto periodista asesinado en México este año, en un país en el que la violencia contra periodistas y la subsecuente impunidad en estos casos es rampante.
Apenas hace dos semanas, el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, le dijo al CPJ que la seguridad y protección de periodistas sería una prioridad en los 19 meses que le restan a su administración.
Periodistas de todo el mundo condenaron la muerte de Valdez y pidieron justicia para su colega.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.