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INVESTIGACIÓN: Estudiantes y medios digitales se unieron en verificación del discurso electoral en Ecuador

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  • 12 septiembre, 2018

Por Tania Orbe Martínez, docente de periodismo de la Universidad San Francisco de Quito*

Tania Orbe. (Cortesía).

La verificación de datos o factchecking sobre hechos de interés público y declaraciones de personas públicas se ha convertido en una tendencia mundial. Esta práctica vuelve sobre uno de los principios básicos del periodismo como es la contrastación de fuentes.

Gracias al desarrollo tecnológico y a la disponibilidad de información en internet, el factchecking abre nuevas posibilidades de exploración en bases de datos oficiales e independientes. El objetivo primordial es orientar al público en la toma de decisiones para no quedarse con una sola versión de los hechos. Es una oportunidad para reivindicar al periodismo.

En medio de la transformación de concepción mediática debido a la web 2.0, planteé este trabajo colaborativo experimental junto a dos medios de comunicación digitales que hacen verificación del discurso público: Ecuador Chequea y Gk.city.

Los periodistas de ambos portales acompañaron el trabajo de 15 estudiantes de periodismo de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) durante enero y febrero de 2017 en la verificación de datos del discurso de los 8 candidatos a la presidencia de la República.

El factchecking es difícil de mantener en Ecuador porque requiere inversión sostenida, dedicación exclusiva y profundidad en investigación desde los periodistas.

Más allá de las declaraciones, la verificación de datos constituye una necesidad, no solo del periodismo sino de los ciudadanos, para fortalecer la transparencia y construir sociedades informadas para la mejor toma de decisiones en democracia. Por eso, el objetivo de este trabajo es determinar la factibilidad de realizar factchecking en los medios de comunicación del Ecuador.

¿Cómo monitoreamos a los candidatos presidenciales?

El 3 de enero de 2017 comenzó oficialmente la campaña electoral para la presidencia de Ecuador. Desde la carrera de periodismo USFQ se emprendió un trabajo intenso de verificación de frases dichas por los 8 binomios de candidatos a la presidencia y vicepresidencia en colaboración con Gk.city y Ecuador Chequea. En ambos portales, un grupo de 15 estudiantes hizo la verificación de frases durante 4 semanas desde el 16 de enero al 10 de febrero de 2017, hasta 7 días antes de las elecciones.

La metodología en el trabajo de campo con los estudiantes abarcó seis momentos:

1. Taller explicativo sobre el proceso de factchecking a los estudiantes de periodismo USFQ con los editores de los portales en convenio: Iván Flores** (Ecuador Chequea) y Lisette Arévalo (Gk.city).

2. Distribución de trabajo colaborativo y organización de equipos entre los estudiantes de periodismo para el monitoreo de los candidatos.

3. Observación y monitoreo del discurso de los presidenciables en los medios de comunicación, eventos públicos y sus redes sociales.

4. Aprobación de la profesora y luego del editor y análisis (pertinencia pública y contenido) de las frases verificables dichas por los presidenciables.

5. Confirmación de datos con fuentes oficiales y no oficiales para calificar la veracidad de la frase. Primera revisión de la profesora y segunda de los editores.

6. Reporte semanal realizado por los equipos estudiantiles en un informe de seguimiento de cada frase en verificación entregada.

7. Evaluación académica y argumentativa de los estudiantes de periodismo USFQ en la práctica de factchecking.

Como su profesora, yo organicé a la clase en equipos por parejas y les asigné un candidato a monitorear. Los editores de Gk.city y Ecuador Chequea explicaron sus procesos de verificación y el rango de valoración que aplican a las frases verificadas.

Con Gk.city acordamos como objetivo entregar una frase verificada por candidato cada semana. Sin embargo, no siempre fue posible conseguir frases de todos porque hubo candidatos que pocas veces incluían datos verificables en sus discursos. Generalmente, cuando hablaban se concentraban en sus ofertas y promesas de campaña.

Con Ecuador Chequea, para no repetir las mismas funciones ni competir entre medios, el compromiso fue participar en la verificación de frases dichas durante el primer debate presidencial el 25 de enero y publicar la verificación al día siguiente.

Los huecos entre el discurso, los datos y la información pública

El discurso de los candidatos no fue uniforme. Buscan convencer con su discurso a los ciudadanos para que voten por ellos, aunque eso implique mentir. Se dedican a la retórica deliberativa para lograrlo. Así hacen publicidad de sí mismos. Para ellos, la verdad con datos no es lo más importante porque no les sirve para persuadir. En cambio, las promesas sí.

No obstante, las declaraciones suelen ser más persuasivas cuando provienen de fuentes confiables o altamente creíbles. Y la credibilidad no nace de la noche a la mañana, se construye poco a poco y se puede destruir en minutos.

Ante esto, la labor de los factcheckers acarrea una responsabilidad enorme en tiempos electorales. Como todos los periodistas, tienen una misión con su audiencia. Formalmente, escriben para un amplio público democrático, pero también proporcionan información destinada a ayudar a los ciudadanos en la decisión de su voto en las urnas o en sus vidas.

Pero el factchecking requiere tiempo y dedicación exclusiva que los periodistas no tienen. “El trabajo de los factcheckers no va al ritmo del común de las redacciones, en que la prisa prima por encima de un trabajo más riguroso de verificación y mayor documentación”, dice Iván Flores. Cierto que el ritmo es distinto, hay más rigor pero no mucho tiempo. Si transcurren muchos días, se pierde la coyuntura de la información y el tema puede ser olvidado o suplantado por otra novedad.

La premura electoral fue un contingente apremiante para los estudiantes. Sin embargo, también fue una puerta abierta a las fuentes. En tiempos de campaña, todos los candidatos quieren hablar. Aunque había muchos discursos por monitorear, en ellos existían pocos datos que recoger.

Los problemas para acceder a la información

La legislación de varios países, especialmente europeos, reconoce la importancia del acceso a la información. Ecuador no está fuera de esa tendencia. Tiene la Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información Pública (LOTAIP) vigente desde el 2004, pero esta normativa no obliga sino que promueve, precisamente, el acceso, la disponibilidad y la entrega de información a cualquier ciudadano.

Entonces, si hay inconsistencias y ausencia de datos, la entidad no está obligada a producir información que pueda aparecer públicamente como inexistente.

En la práctica de factchecking con los estudiantes de periodismo USFQ, tuvimos varios problemas en este sentido debido a la ausencia de información o inconsistencia de datos desde las entidades públicas encargadas de emitirlos. El resultado de este inconveniente era la no publicación de la frase porque no se podía verificar.

Además de la falta de información, también existe la reserva. El Consejo de Seguridad Nacional puede clasificar ciertos datos como reservados bajo el amparo de seguridad nacional.

En definitiva, aunque existe la ley que permite, en su discurso y desde su nombre, la “transparencia y acceso a la información pública”, hay ciertos vacíos en sus artículos que dificultan el proceso de su cumplimiento.

Una de las mayores dificultades para realizar factchecking es la disponibilidad y el acceso a bases de datos actualizadas. Este aspecto no está claramente especificado en la LOTAIP.

En su labor como editora en Gk.city, Lisette Arévalo constató que hay fuentes que nunca emiten información. Por ello, la búsqueda y verificación de datos puede convertirse en un proceso que puede demorar hasta meses.

En ese sentido, Desirée Yépez, editora de Ecuador Chequea considera que “los informes y análisis provenientes de organismos civiles, independientes y/o internacionales se convierten en uno de los pilares para poder llevar a cabo la tarea de chequeo”.

La misión de todo periodista, como principio básico, debe ser verificar la veracidad de sus fuentes y contrastar sus versiones. Eso es el factchecking. Entonces, todo periodista puede y debe ser un factchecker. En eso coinciden todos los editores que participaron en este trabajo. Sin embargo, el factchecking requiere una capacitación sobre el manejo y la tabulación de datos, la selección y la pertinencia de las fuentes para verificación más allá de las declaraciones.

Hay una necesidad apremiante de privilegiar los principios periodísticos frente a la inmediatez, de no ser simplemente un eco o parlante para las fuentes. El factchecker es el encargado de calificar la veracidad de esa información.

Quedan por estudiar las posibilidades reales de trabajo para las nuevas generaciones de periodistas que se están formando en las universidades. Queda también pendiente el establecimiento de un modelo de negocio sostenible a largo plazo para los portales digitales dedicados al factchecking en Ecuador. Y nos debemos un análisis de audiencias. ¿Qué busca el público actual?, esos ciudadanos de la generación del milenio que ya no se detienen en los medios de comunicación tradicionales pero que consumen una gran cantidad de contenido informativo a través de sus redes sociales.

Por ello, es inminente la formación que los nuevos y los viejos periodistas requieren en manejo estadístico, el uso de nuevos formatos multimedia para presentar ‘pastillas’ informativas y no páginas enteras de lectura. Y, por supuesto, el humor como recurso periodístico que hoy encontramos en redes sociales todavía, en su mayoría, como burla en memes, gifs y videos virales, que pone a prueba la abilidad de reírnos de nosotros mismos y de los otros como una estrategia discursiva.

 

* Tania Orbe es corresponsal de noticias en Ecuador para la red inglesa de ciencia y desarrollo SciDev.Net. Colabora con las revistas digitales Plan V (Ecuador), Los Intangibles (México) y Latinamericanscience.org (EE. UU.). Es profesora de periodismo en la Universidad San Francisco de Quito. Edita revistas, libros y contenidos digitales. Es conferencista y tallerista de comunicación y divulgación científica.

En 2014 ganó el Primer Hackatón de Periodismo Científico en México, organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo, con el proyecto regional de turismo científico “Explora a Conciencia” en colaboración con cuatro periodistas de Chile, Colombia y México. En 2008 creó la revista de divulgación científica E-Ciencia, para la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE), la cual sigue en circulación.

Tiene diploma y maestría en Comunicación Pública de la Ciencia y la Tecnología. Ha trabajado como redactora de investigación, noticias de salud, sociedad y economía en el diario Expreso y la revista Vanguardia en Ecuador. De esta última, participó de su creación en 2005.

**El editor fundador de Ecuador Chequea, Iván Flores, es esposo de Tania Orbe, la autora de esta investigación.

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