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Medios de América Latina buscan influenciar el debate público y atraer a la audiencia de Estados Unidos traduciendo su periodismo al inglés

Aunque más de 500 millones de personas en el mundo hablan español, el inglés es el idioma de comunicación global por excelencia tanto en las áreas de entretenimiento, información y negocios.

En los últimos años, diversos medios digitales en Latinoamérica, desde México hasta Chile, han decidido traducir y crear contenido en inglés como una manera de llegar a nuevas audiencias y así aumentar sus ganancias. A pesar de que no siempre sea sencillo.

En LatAm Journalism Review (LJR) hablamos con representantes de tres medios latinoamericanos que han experimentado publicando en múltiples idiomas: El Faro (El Salvador), Contracorriente (Honduras) y Agência Pública (Brasil). Estos portales digitales, desde 2019, están construyendo lentamente una audiencia estadounidense a través de versiones de sus trabajos en inglés así como con el envío de newsletters y otros productos distribuidos también en ese idioma.

Con algunos años para reflexionar sobre sus avances, todos coinciden en la urgencia de incidir en las conversaciones y debates públicos en otros idiomas dejando la necesidad de rentabilidad en un segundo plano.

El Faro English 

El 20 de diciembre de 2019, la cuenta de Twitter en inglés del medio salvadoreño El Faro publicó por primera vez. “El Faro lanzará próximamente un newsletter en inglés. Regístrate y empieza a leer las historias más importantes de Centroamérica”, decía ese primer tuit.

De esta manera, se daba inicio a El Faro English, un equipo pequeño compuesto por dos personas en la ciudad de Washington, D.C. en Estados Unidos y dos en El Salvador con la idea de traducir las historias producidas originalmente en español y lanzar un newsletter en inglés.

José Luis Sanz

José Luis Sanz de El Faro. (Foto: Cortesía)

“La idea de crear El Faro English surgió porque queríamos incidir en las conversaciones que se tienen en Estados Unidos sobre Centroamérica”, explica a LJR el periodista José Luis Sanz, responsable de la iniciativa.

Sanz, a finales de 2020, dejó la dirección del medio centroamericano después de seis años en el cargo y se mudó a Washington D.C. para inaugurar oficialmente la oficina de El Faro English.

El Faro ya venía traduciendo algunas de las historias más importantes publicadas por el sitio. Un ejemplo es el especial titulado “De migrantes a refugiados: el nuevo drama centroamericano” lanzado en octubre de 2017 en alianza con Univisión que está disponible tanto en español como en inglés.

Pero, no era generalizado. Sanz cuenta que en el medio sentían que era una limitación no tener sus reportajes también en inglés. Sobre todo porque, en su mayoría, se trataban de historias de periodismo de largo aliento que toman mucho tiempo realizar.

Con El Faro English, el medio publica cada vez más historias en inglés que se presentan como una sección a la que se accede desde su página principal. Según Sanz, el tener una portada del medio enteramente en inglés es uno de sus planes a futuro.

“Ahora tenemos una versión muy pequeña con traducciones de nuestras historias y un newsletter redactado en inglés dirigido a un público anglo interesado en lo que ocurre en Centroamérica”, comenta Sanz.

Actualmente el newsletter cuenta con 1.500 suscriptores y han decidido que su crecimiento sea orgánico. Según explica Sanz, el COVID y los ataques que ha recibido El Faro por parte del gobierno del presidente salvadoreño Nayib Bukele los ha hecho centrar principalmente su energía en la seguridad y estabilidad del equipo.

El Faro denunció en un editorial a principios de este año que, desde la llegada de Bukele al poder, en junio de 2019, han sido blanco de ataques en un intento de deslegitimar e impedir su trabajo periodístico.

“En algún momento, con todo lo que estaba pasando, nos preguntamos sí de verdad era prioritario seguir con El Faro English y decidimos que sí lo era. […] Por ahora nuestra prioridad es seguir creciendo y esperamos que en un futuro sea un proyecto autosustentable”, explica Sanz.

Contracorriente 

Otro medio en Centroamérica que sigue los pasos de crear contenido enfocado a un público angloparlante es el medio digital Contracorriente de Honduras.

Contracorriente comenzó a publicar algunos de sus trabajos de profundidad en inglés, en 2017, dos años después de su fundación.

Esto surgió gracias a la ayuda de la organización Witness for Peace Solidarity Collective que se ofreció como voluntaria para traducir algunos de sus contenidos, en especial los que tenían mayor interés en la agenda política de Estados Unidos relacionados a la crisis de derechos humanos que vivía Honduras en ese tiempo, según comenta a LJR Jennifer Ávila, periodista y cofundadora del medio digital.

Posteriormente recibieron el apoyo de estudiantes estadounidenses que se ofrecieron como voluntarios para traducir algunos contenidos y en 2019 recibieron la invitación de El Faro English para involucrarse como colaboradores.

Team at Contracorriente

Equipo de Contracorriente. (Foto: cortesía)

“A mitad de ese año (2019) uno de los traductores de El Faro English se ofreció a traducir para Contracorriente con un precio bastante bajo y considerando que Estados Unidos es el segundo país donde más nos leen y que además tenemos una audiencia estadounidense (donantes, organizaciones, estudiantes y algunas personas que forman parte de los equipos políticos de congresistas) bastante fiel desde 2017, decidimos invertir en una traducción quincenal al inicio”, comenta Ávila.

A medida que su audiencia en inglés fue creciendo se vieron en la necesidad de crear nuevos contenidos en ese idioma. Actualmente tienen una versión de la página en inglés, un newsletter y un podcast con contenido original que se llama Migration Matters, disponible en Spotify y Apple podcasts.

A su vez han tenido que realizar contrataciones nuevas. Contracorriente ahora tiene una periodista, Tamara Pearson, dedicada exclusivamente al newsletter en inglés y un traductor que trabaja de manera independiente.

El newsletter en inglés de Contracorriente fue lanzado a finales de 2020 y recibe más interacción de audiencia que su contraparte en español, según dice Ávila. Esto les permite prever que pueda convertirse en un producto rentable.

“Creemos que podría ser rentable tener esta versión y el newsletter porque esta es la audiencia que podría pagar una suscripción o son más capaces económicamente de aportar dinero por información que la audiencia hondureña”, explica la periodista. “Por otro lado nos sirve mucho tener esta versión para la procura de fondos con instituciones, organizaciones y fundaciones que son nuestros donantes o con quienes hacemos acuerdos de cooperación que actualmente representan el 80% de los ingresos que tenemos para sostenernos”.

Agência Pública 

No solo se están traduciendo historias y creando versiones desde el español al inglés. En Brasil, los medios también han notado los beneficios de difundir en otros idiomas los contenidos que son originalmente escritos en portugués.

La agencia brasileña de periodismo de investigación, Agência Pública, decidió en 2019 poner en marcha un proyecto para publicar de forma periódica sus traducciones y contenidos en inglés y en español.  Esto después de notar, durante los últimos años, un aumento en las citas y menciones de sus artículos en publicaciones en el exterior, especialmente en temas que cubren con regularidad como es el caso de la Amazonía.

“Hemos creado una red de socios en América Latina, a la que enviamos dos historias por mes seleccionadas y traducidas al español. En nuestro primer año (2019), establecimos alianzas con ocho medios que tendrían exclusividad en la publicación de nuestro contenido en sus países”, explica a LJR Bárbara D’Osualdo, coordinadora de publicaciones internacionales en Agência Pública.

Bárbara D'Osualdo

Bárbara D'Osualdo de A Pública. (Foto: cortesía)

D’Osualdo además agrega que en 2020, con el proyecto más consolidado en funcionamiento, decidieron abrir la publicación a más de un medio en cada país para así ampliar su red. Actualmente la agencia tiene 27 republicadores en 13 países. Ahora, cualquiera puede publicar el contenido de Agência Pública bajo acuerdos de creative commons, pero a los asociados de la red se les envían historias directamente por correo electrónico antes de que se publiquen en la web, explicó.

A diferencia del funcionamiento de la red latinoamericana, en el caso de las historias en inglés, establecen asociaciones editoriales individuales.

“La decisión de ofrecer versiones de nuestras historias en otros idiomas tiene que ver con los valores que han guiado a Agência Pública desde su fundación: asegurar que la información relevante recabada por nuestro equipo, guiada por el interés público y basada en una rigurosa investigación, llegue al máximo número de personas y afecte el debate democrático”, dijo D’Osualdo. “La cobertura de Brasil tiene relevancia internacional y los ojos del mundo se volvieron aún más hacia el país con el inicio del gobierno de [Jair] Bolsonaro; por eso pensamos en ese momento que sería importante incrementar nuestros esfuerzos para distribuir nuestras historias en el exterior”.

En julio de este año también lanzaron “Investigating Brazil”, un newsletter quincenal en inglés dirigido a medios de comunicación internacionales y periodistas que cubren Brasil.

D’Osualdo es quien se encarga de definir qué investigaciones se traducirán y, junto con los editores, trabaja en las versiones. También es quien coordina el trabajo de los traductores independientes. La distribución de las investigaciones a medios tanto brasileños como extranjeros está a cargo del área de comunicaciones de la agencia.

A diferencia de los dos casos anteriores, Agência Pública es sin fines de lucro y no mira sus proyectos en función de la rentabilidad. Sin embargo, sí coinciden en la necesidad de incidir en las conversaciones que se están dando en otros idiomas.

“Los beneficios de tener una newsletter en inglés son poder difundir nuestras investigaciones a una audiencia diferente a la que ya nos está leyendo, desarrollar nuevas alianzas e influenciar en la cobertura de medios internacionales, incidiendo así en el debate público que es uno de nuestros objetivos como organización”, concluye D’Osualdo.

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