Por Alsha Khan
Las notas de delitos basadas en fotos sangrientas y desplegados que carecen explicaciones sobre el fenómeno de la violencia se han convertido en la norma entre los medios de comunicación hondureños. La Fundación MEPI, una organización de periodismo de investigación con base en la Ciudad de México, realizó un análisis de contenido y de entrevistas con periodistas y editores que mostró que existen varias razones detrás de esta tendencia: la falta de medidas por parte del gobierno y los medios para garantizar la seguridad de los periodistas, el acceso limitado a informes oficiales sobre la violencia, y el temor a las represalias si las notas ofrecen demasiado contexto o análisis.
Los periodistas hondureños, por ejemplo, evitan escribir sobre las actividades del crimen organizado de grupos como Los Cachiros, entre otros, debido a los peligros que acompañan las notas sobre estos temas.
Los Cachiros, un grupo de crimen organizado encabezado por los hermanos y ex ganaderos Javier y Leonel Rivera Maradiaga, que solo eran conocidos por unos cuantos hondureños hasta hace poco, supuestamente escogen a candidatos políticos y tiene estrechos vínculos con la policía local, de acuerdo con el Departamento de Tesorería de EE.UU.
Un periódico finalmente escribió acerca de los hermanos Madariaga, y su organización. "Publicamos la información porque Estados Unidos nos envió los detalles", explicó el editor de un periódico local que pidió no ser identificado en el articulo original. "Investigar eso en este país es muy complicado. No nos podemos arriesgar. Tampoco hay autoridades locales que nos puedan proporcionar los datos".
Organizaciones criminales mexicanas como los Zetas y los carteles de Sinaloa y del Golfo han tenido una presencia en Honduras desde hace un tiempo. En el país también operan otros grupos peligrosos de la delincuencia organizada como las dos bandas criminales colombianas, los Rastrojos y los Urabeños, al igual que pandillas juveniles como la MS13 y la Mara 18.
Honduras sufre de niveles críticos de corrupción institucional, fuerzas de seguridad ineficaces y "se ha vuelto un lugar de tránsito ideal para el narcotráfico internacional", aseguró MEPI. Con 91 asesinatos por cada 100,000 habitantes, Honduras es ahora el país con la tasa de homicidio mas alta en el mundo.
"También tiene un elevado número de periodistas asesinados o atacados para ser un país sin guerra", dijo la organización.
El problema surge cuando los hondureños toman un periódico y no se enteran sobre lo que está sucediendo en su propio país, dijo MEPI. Los medios de comunicación omiten el contexto y las explicaciones y solo basan sus notas en imágenes sangrientas, exagerando las historias de los crímenes. Los medios locales escriben estas historias así a propósito, como un mecanismo de seguridad por el temor arraigado entre los reporteros y editores locales, según entrevistas y a un análisis realizado por MEPI de varios periódicos en Tegucigalpa y San Pedro Sula.
Es difícil producir periodismo analítico y explicativo debido a la falta de información por parte del gobierno o de estadísticas sobre la violencia y la actividad criminal, en parte debido a la supuesta colusión entre los organismos gubernamentales y las organizaciones criminales, dijo MEPI.
Haz clic aquí para ver la noticia publicada por la Fundación MEPI.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.