Reducción o suspensión de ediciones impresas, recortes salariales y despidos masivos. La pandemia del coronavirus ha afectado la salud financiera de las compañías de medios en América Latina en un momento en que el trabajo periodístico es esencial para la sociedad.
En Brasil, una medida provisional del gobierno autorizó a las empresas a reducir los salarios y las horas de trabajo hasta en un 70% por hasta 90 días. El objetivo es aliviar las obligaciones corporativas y mantener el empleo durante la crisis.
El periódico O Estado de S. Paulo (Estadão), uno de los tres más importantes del país, anunció el martes 14 de abril un recorte del 25% en los salarios y las horas de trabajo a partir de mayo. El plan prevé una garantía de estabilidad de seis meses y un plan de salud hasta fin de año.
La compañía, que también es responsable de Agência Estado, habría perdido el 50% de los ingresos de anuncios impresos y eventos, según explicó el editor en jefe João Caminoto a unos 250 periodistas que asistieron a una conferencia a través de Hangout.
Según los periodistas, que participaron en la reunión virtual, la propuesta es cerrar un convenio colectivo a través del sindicato de periodistas. Si no hay acuerdo, la compañía propondrá acuerdos individuales, sin garantía de estabilidad para aquellos que no lo acepten, informó Brazil Journal.
En Río de Janeiro, el periódico O Dia anunció una reducción del 25% en los salarios y las horas de trabajo para todo su personal en la sala de redacción y las áreas administrativas, ya en relación con el mes de marzo. En una declaración enviada a los periodistas y reproducida por el sitio web Comunique-se, la presidencia del periódico informa que "la porción restante se pagará tan pronto como se deshaga el escenario de contingencia nacional". Posteriormente, un nuevo comunicado también informó la reducción de las horas de trabajo a partir de marzo.
En Minas Gerais, el segundo estado más poblado de Brasil, el periódico Hoje em Dia, de Belo Horizonte, propuso una reducción salarial a sus periodistas. Ya el diario O Tempo, también en la capital del estado, despidió esta semana a 24 periodistas, de acuerdo con el Sindicato de Periodistas de Minas Gerais.
La Federación Nacional de Periodistas (FENAJ, por su acrónimo en portugués) defendió en un comunicado la mediación de los sindicatos locales en las negociaciones de reducción salarial y advirtió que "considera que los acuerdos individuales no deben ser reconocidos". La FENAJ monitorea otros casos en Brasil.
En Argentina, la editorial Publiexpress despidió a 93 personas y finalizó la publicación de las revistas Pronto, Diario de la Salud, Saber Vivir y Buenas Ideas. Solo se mantuvo la edición digital de Pronto, que se especializa en celebridades. El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) simpatizaba con los profesionales y advirtió que "estamos ante una crisis de la industria de medios que hoy se acelerada por las consecuencias de la pandemia de COVID-19, que amenaza con ser catastrófica para el sector".
En Colombia, el Grupo Semana despidió a unos 250 empleados, incluidos periodistas y trabajadores en las áreas administrativas y comerciales debido al impacto financiero causado por la crisis del coronavirus. Además, decidió suspender por 60 días la publicación de las revistas Arcadia, SoHo, Jet-set, Semana Educación y Semana Sostenible.
“Me parece que la empresa internamente envía mensajes bastante contradictorios a sus trabajadores, porque inmediatamente a mí, me llevaron a la gerencia de recursos humanos y lo que me presentaron fue una carta donde se me informaba la terminación de mi contrato laboral, sin compromiso alguno de volver a trabajar para la organización después de la crisis”, dijo Sara Malagón al programa de radio Mañanas BLU, exeditora de la revista cultural Arcadia, sobre el posible retorno de la revista cuando la situación mundial vuelva a la normalidad.
En un comunicado que anunció la suspensión de las revistas, el Grupo Semana afirmó que las revistas Semana y Dinero continuarán publicándose normalmente. "Sin duda alguna, el impacto económico creado por el fenómeno del coronavirus y las restricciones logísticas hacen obligatorio diseñar reestructuraciones de esta naturaleza. Un reto como este es simultáneamente una oportunidad para innovar y buscar fórmulas para mejorar nuestros productos”, informó el Grupo en una nota.
La Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (Fepalc) condenó el despido de periodistas durante la pandemia. La organización señala que los periodistas de Perú, Panamá, Ecuador y Paraguay también están sufriendo los efectos de la reducción de la actividad económica, por lo que es imposible continuar trabajando debido a la falta de recursos. La Asociación Nacional de Periodistas del Perú y el Sindicato de Periodistas del Paraguay pidieron a los gobiernos nacionales garantía de sostenibilidad para los trabajadores afectados por la crisis, según Fepalc.
En América Latina, varias otras organizaciones periodísticas han adoptado medidas para restringir o suspender las ediciones impresas de sus revistas y periódicos.
Editora Globo, que forma parte del grupo de medios más grande de Brasil, dejó de publicar seis revistas mensuales, que solo estarán disponibles en formato digital. Los diarios O Globo y Extra, además de la revista semanal Época, siguen siendo impresos.
En Chile, La Discusión de Chillán dejó de circular por primera vez en papel desde 1939, cuando un terremoto de magnitud 8.3 golpeó la región y mató a 24.000 personas.
“La pandemia mundial del coronavirus y su fuerte impacto en nuestra ciudad nos lleva a tomar una de las decisiones más difíciles de un medio periodístico impreso: suspender la circulación de su edición de papel", dijo la organización en un comunicado divulgado en la primera página del diario. “[Es una medida] extraordinaria, para una situación extraordinaria, con la convicción de que así estamos protegiendo a nuestros trabajadores, lectores y suplementeros, sin abandonar la responsabilidad de entregar información confiable".
En México, el Grupo Crónica anunció el final de sus ediciones impresas ante la emergencia del coronavirus. Así, desde el 1 de abril, los periódicos La Crónica de Hoy, Crónica Hidalgo y Crónica de Jalisco ya no se publican.
En Bolivia, El Deber, de Santa Cruz de La Sierra, sacó de circulación la versión en papel del diario el 24 de marzo. La circulación solo volverá a la normalidad después de la cuarentena. Mientras tanto, Página Siete, de La Paz, interrumpió las ediciones dominicales, pero sigue saliendo los otros días de la semana.
El presidente de la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN-IFRA), el español Fernando de Yarza López-Madrazo, escribió en el sitio web de la organización que la pandemia del coronavirus ha hecho "el periodismo es más necesario que nunca", con un público cada vez mayor, al mismo tiempo que las fuentes de ingresos se evaporan.
"La publicidad prácticamente ha desaparecido. Comprar periódicos es cada vez más complicado”. “El frenazo económico mundial, que apenas tiene precedentes en el tiempo que nos ha tocado vivir, nos ha afectado de una forma brutal. Precisamente ahora, pese a esta precariedad de medios, nos vamos a exigir más que nunca para cumplir con nuestras obligaciones", escribió López- Madrazo.
Él defiende un mayor acceso al financiamiento a corto plazo para que el sector pueda sobrevivir frente a la crisis en el mercado publicitario causada por el coronavirus.
“No estamos hablando de beneficios ni de cuentas de resultados. Ahora eso no importa. Hablamos de mantenernos vivos para continuar con nuestro compromiso de apoyo a los ciudadanos, a su dignidad, a la cohesión social, al sostenimiento de la democracia”, expresó.
