Por Alejandro Martínez
En unos 20 días la periodista mexicana Anabel Hernández, quien ha sido amenazada en varias ocasiones desde 2010, podría perder las escoltas armadas que la han acompañado para su protección desde hace tres años.
El coordinador ejecutivo del Mecanismo para la Protección de Periodistas Juan Carlos Gutiérrez Contreras le informó a Hernández a través de un oficio el 2 de mayo que el servicio de escolta que recibe por parte de las autoridades del Distrito Federal concluirá el mes de junio.
En una carta a las autoridades respondiendo al oficio, Hernández criticó no haber recibido una fecha exacta en junio cuando terminará el servicio de escoltas.
Y aunque el oficio le comunica que antes de que termine el mes de mayo evaluarán si le extienden el servicio, Hernández agregó que dos meses después de haber sido notificada por primera vez que podrían retirarle las escoltas – y a menos de un mes de que se cumpla el plazo – aún permanece en la incertidumbre.
“Es increíble que después de dos meses no se haya resuelto eso, no se ha movido nada”, dijo Hernández en entrevista telefónica con el Centro Knight para el Periodismo en las Américas. “Ahora me dejaron peor porque tengo menos oportunidad de reaccionar”.
Hernández también dijo que otras medidas que el Mecanismo ofreció como posibilidades – incluyendo la implementación de medidas básicas de seguridad en su domicilio y la guardería de su hijo – implicarían serios huecos que la dejarían vulnerable.
“Las medidas de seguridad en mi casa ¿de qué servirán si no estoy segura en la calle? Las medidas de seguridad en la guardería de mi hijo ¿para qué las señalan si también él estará indefenso en la calle?” escribió Hernández en su respuesta a las autoridades. “Lamento que mi caso ejemplifique en toda su magnitud la irresponsabilidad, desidia y falta de interés de las autoridades sobre las amenazas a periodistas como yo que por desgracia en muchos casos terminan en la muerte”.
Hernández ha sido acompañada por escoltas proporcionadas por el gobierno del Distrito Federal desde finales del 2010, poco después de la publicación de su libro “Los Señores del Narco”. En varias ocasiones desde ese entonces, Hernández ha recibido información que Genaro García Luna, el ex titular de la principal agencia policiaca durante el sexenio pasado, pretendía asesinarla. Hernández ha acusado a García Luna de enriquecimiento ilícito y de vínculos con el cartel de Sinaloa.
Aunque las escoltas la han acompañado las 24 horas del día desde entonces, en 2011 su familia fue blanco de un ataque durante una fiesta de cumpleaños, sus fuentes han sido amenazadas, asesinadas o encarceladas, y en marzo de este año nuevamente recibió información de que se encontraba en riesgo.
Gutiérrez Contreras admitió que el Mecanismo consideraba que Hernández se encontraba en un alto nivel de peligro, dijo la periodista, pero el organismo no lo constató por escrito en el oficio que le enviaron.
Hernández teme perder las escoltas porque considera que hasta el momento han servido para disuadir un ataque en su contra.
“Por eso me preocupa tanto este vacío legal”, dijo Hernández. “Ese va a ser el momento que van a aprovechar”.
Aunque ha expresado preferir no salir del país, Hernández dijo que aún no ha decidido qué hará si a principios de junio pierde su protección.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.