Desde el 2009, la Asamblea Nacional de Venezuela había sido cerrada para los periodistas durante sus sesiones. Eso cambió el pasado 5 de enero, cuando tras seis años de ausencia, medios de prensa nacionales e internacionales fueron permitidos a ingresar para cubrir la toma de posesión de los nuevos miembros del órgano legislativo del país.
Henry Ramos Allup, el nuevo presidente del cuerpo legislativo dio “la bienvenida a los medios con un grito de ‘¡puertas abiertas!’, entre los aplausos de los trabajadores de la comunicación”, informó el portal digital de noticias de Venezuela RunRunEs.
Reporteros, fotógrafos y camarógrafos observaron desde un balcón de la Asamblea cómo miembros de partidos de la oposición fueron juramentados y se convirtieron en la mayoría de la Asamblea Nacional por primera vez en más de 15 años.
Desde 1999, cuando el presidente venezolano Hugo Chávez fue elegido para este cargo y comenzó su revolución socialista Bolivariana, ha habido una relación conflictiva entre el gobierno y los medios de comunicación y periodistas críticos. Ese patrón continuó con su sucesor, Nicolás Maduro. Con los años, la propiedad estatal sobre medios tradicionales se ha extendido. Los medios de comunicación por su parte han informado de presiones, incluyendo la falta de acceso a la información, la escasez de recursos y otras presiones que llevan a la autocensura.
Pero, en diciembre de 2015, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de Maduro perdió la mayoría en el órgano legislativo del país ante los partidos de la oposición y en los periodistas se prendió la esperanza de que esto podría simbolizar el comienzo de una con una mayor libertad de prensa en su país.
Dos días antes de la sesión de la nueva Asamblea Nacional, el Colegio Nacional de Periodistas (CNP) de Venezuela publicó una carta optimista en su portal en la que expresaba su expectativa ante la nueva legislatura la cual “está en el deber de hacer cumplir la constitución y reabrir las puertas del Hemiciclo a los periodistas”.
La Vicepresidenta Nacional del CNP, Nikary González, dijo que sería un primer paso para la recuperación de la libertad de expresión en el país, debido a que en la Asamblea Nacional podría promulgar leyes relacionados con el libre acceso a la información, la regulación de la radio y la televisión y el “uso abusivo” de los medios de comunicación estatales.
González también llamó la atención sobre la autocensura por pate de los medios de comunicación privados, la necesidad de la inclusión y la diversidad en los medios de comunicación públicos y sobre la polémica Ley de Comunicación del Poder Popular. La Asamblea Nacional aprobó esta ley poco después de las elecciones legislativas y antes del final de su periodo. Sus críticos señalaron que era una ley contraria al pluralismo y que las organizaciones relacionadas con las comunicaciones no fueron consultadas.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) hizo un llamado por muchas de estas acciones y pidió la derogación de artículos específicos que, según dijo, “han vulnerado la libertad de expresión y el derecho a la información”. Según la organización, dichos artículos restringen de la transmisión televisiva de las sesiones de la Asamblea y la entrada de los periodistas al recinto.
El día de la posesión, las esperanzas de los periodistas llegaron a buen término teniendo en cuenta la entrada de reporteros a la Asamblea Nacional. Adicionalmente, ABC News informó que “la televisión estatal transmitió entrevistas con líderes políticos de la oposición”.
Durante este día, seguidores de los partidos socialista y de oposición se unieron en torno a sus líderes políticos en las áreas que rodean el edificio de gobierno. Algunos diputados del oficialismo abandonaron la Asamblea luego de reclamar que las normas de posesión, respecto al derecho a la palabra, fueron violadas por la mayoría, según BBC Mundo.
Los venezolanos también siguieron este cambio en línea y algunos celebraron en Twitter con el hashtag #ElCambioComienzaHoy y memes y fotos de los nuevos y antiguos miembros legislativos.
Los usuarios de Twitter también publicaron fotos de un balcón de la Asamblea llena de miembros de la prensa junto al hashtag #PrensaLibreEnAN. Según Expresión Libre, una coalición de periodistas realizó una campaña previa a través de las redes sociales para lograr la entrada de los periodistas a la Asamblea Nacional.
Pero en algunos círculos de las redes sociales una foto alarmante comenzó a emerger. Eduardo Ríos, un reportero del portal digital La Patilla, fue severamente golpeado en el centro de Caracas cerca del edificio de la Asamblea Nacional. El periodista independiente Antonio Posteraro también fue atacado, según la organización de defensa de la libertad de expresión Espacio Público. La organización dijo que los atacantes eran miembros de “grupos colectivos”. El término se refiere a grupos pro-gobierno, pro-socialistas conocidos por usar la violencia en ocasiones.
En otro caso, partidarios de la oposición hostigaron a Vladimir Carrillo, reportero de TeleSUR, y le impidieron hacer su trabajo, de acuerdo con el portal digital de noticias Efecto Cocuyo.
En ambos casos, trabajadores de diferentes medios de comunicación llegaron a ayudar a los periodistas, informó Efecto Cocuyo.
Junto con los cambios políticos que la nueva Asamblea Nacional trae al país, los periodistas venezolanos están ansiosos por ver si los nuevos legisladores también traerán importantes avances para la libertad de expresión y de prensa.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.