Cuando se piensa en la situación de los periodistas en México, la primera imagen que se viene es una de violencia. Y no es para menos. El país está considerado el más peligroso del continente americano para ejercer esta profesión. Solo este año ya se han registrado al menos 11 homicidios de periodistas por causas relacionadas con su trabajo.
Lograron trabajar asegurando la antena del transmisor y cubrir las ventanas de sus salas de redacción con madera contrachapada. Compraron suficiente comida y agua para durar varios días. Los voluntarios fueron llamados para aliviar a los empleados exhaustos cuando llegó el momento en que no podían permanecer despiertos por más tiempo, o tenían que atender a sus propias familias y hogares.
Empleados del periódico hondureño El Libertador encontraron un mensaje aparentemente amenazante en contra de sus periodistas al frente de sus oficinas en Tegucigalpa, capital del país, el pasado 21 de septiembre.
Un magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF) brasileño revocó el 19 de septiembre la censura previa impuesta a Portal 180graus, sitio periodístico de Piauí, en el nordeste de Brasil, determinada por una jueza estatal a finales de agosto.
En solo un año, periodistas brasileños han recibido más de R$ 2.8 millones (cerca de US$ 1 millón) en premios por su trabajo. Esta información fue publicada en el reciente informe de premiosdejornalismo.com, sitio que cataloga las premiaciones disponibles para los periodistas de Brasil con el fin de contribuir al fortalecimiento de la profesión.
“Son 17 años de esta cuenta roja en la que no se ha dejado de contar periodistas asesinados. Son 109, y una buena parte de ellos en las últimas dos administraciones”, dijo Daniela Pastrana, directora de la organización Periodistas de a Pie. “Pero empezó la cuenta cuando paradójicamente empezó la transición democrática. Esa es una de las cosas que yo todavía no me termino de explicar”.
En sus dos años de existencia, el sitio peruano Convoca ha producido reportajes investigativos, utilizando la ley de transparencia y acceso a la información, que fueron premiados internacionalmente y que motivaron un cambio en la legislación de Perú. Ahora, Convoca va a usar su experiencia para ayudar a formar las próximas generaciones de periodistas investigativos que van a fiscalizar el poder público en el país.
La prensa de Sinaloa, al nortoeste de México, ya no hace periodismo de investigación tras la muerte de Javier Valdez, periodista del semanario periodístico sinaloense Ríodoce, asesinado el 15 de mayo de este año.
La periodista boliviana Yadira Peláez decidió actuar por su cuenta al sentir que la investigación sobre una denuncia por acoso sexual que presentó hace siete meses estaba siendo boicoteada por las autoridades.
Desconocidos en motocicletas dispararon y mataron al periodista Carlos Williams Flores en el pueblo de Tegucigalpita, Honduras, en la tarde del 13 de septiembre.
La Rede de Jornalistas da Periferia (Red de Periodistas de la Periferia) realizará el 16 de septiembre, en São Paulo, el evento Virada Comunicação 2017 para debatir y proponer nuevas maneras de abordar temas periodísticos desde el punto de vista de los comunicadores y habitantes de las regiones más alejadas de los centros de las grandes ciudades brasileñas.
Con esta, han sido al menos 12 veces las que la Fiscalía de Colombia ha llamado a declarar a la periodista Jineth Bedoya Lima en el marco de la investigación de la agresión en su contra que incluyó secuestro, tortura y violencia sexual ocurrida hace más de 17 años.