Los periodistas latinoamericanos enfrentan ataques pero persisten. Las principales historias del año muestran a reporteros forzados al exilio, resistiendo ataques autoritarios, promoviendo alfabetización mediática y destapando fraudes millonarios.
Durante un reciente seminario web, periodistas y académicos de México, Guatemala, Nicaragua y El Salvador describieron las amenazas y la violencia que enfrentan en sus países. Para algunos, esto los ha llevado al exilio, pero no a la rendición.
Con los militares sembrando sospechas sobre la prensa y presionando para que revelen sus fuentes, los periodistas hondureños recurren a colaboraciones — y a chalecos antibalas — para cubrir las elecciones.
Los fundadores de Revista Factum, Efecto Cocuyo y Confidencial siguen documentando la represión de sus gobiernos. En un panel del Centro Knight, explican por qué es esencial continuar su trabajo desde el extranjero.
El nuevo libro del historiador Andrew Paxman traza la evolución de la prensa crítica en México, de su surgimiento en la década de 1990 a las presiones políticas, criminales y financieras que hoy la amenazan.
Fabiola Tercero apareció ante la prensa oficialista diciendo que nunca salió de casa. Organizaciones temen que sea una “prueba de vida” montada para desviar atención de los abusos del régimen Ortega-Murillo.
Ante la represión y la precariedad laboral que obligan a periodistas a abandonar sus países, los fundadores de tres medios independientes conversarán sobre el ejercicio del periodismo en el exilio durante un evento gratuito en línea.
La Asociación de Periodistas de El Salvador afirma que ya no puede registrar ataques a la libertad de expresión desde dentro del país, señalando una ley que les “criminaliza” y restringe el financiamiento extranjero.
Más de 47 periodistas han huido a Guatemala, México y Europa, mientras el gobierno arremete contra la prensa y la oposición.
Un nuevo informe revela que el acoso en línea, las cargas desproporcionadas de familia y los sesgos en el entorno laboral están llevando a periodistas centroamericanas exiliadas a abandonar por completo la profesión.
Reporteros bolivianos enfrentan una violencia política creciente en el periodo previo a las elecciones presidenciales de agosto. Algunos han sido secuestrados o agredidos, y organizaciones de prensa advierten que la violencia podría intensificarse después del día de las elecciones.
Un informe de la Policía Federal indicó que la Agencia Brasileña de Inteligencia vigiló ilegalmente a periodistas nacionales y locales durante la administración de Jair Bolsonaro. Las víctimas acusan que no se han esclarecido detalles clave sobre cómo y por qué fueron monitoreados.