A medida que la crisis sociopolítica en Venezuela se profundiza y el presidente Nicolás Maduro lucha por mantenerse en el poder, los periodistas en el país son blanco de agresiones, detenciones, robos de su material de trabajo y bloqueo de sus sitios en internet y canales de television.
El periodista haitiano Robenson Sanon recibió un balazo en el antebrazo mientras cubría las protestas de Puerto Príncipe el 13 de febrero.
El periodista veracruzano Rodrigo Acuña se encuentra en estado crítico luego de ser baleado por desconocidos en la puerta de su casa la noche del 23 de noviembre, en México.
Antes y durante las elecciones presidenciales en Brasil, que tuvieron lugar el 28 de octubre, los periodistas fueron blanco de amenazas físicas, verbales y digitales, además de agresiones.
Un periodista en Ceará, en el noreste de Brasil, recibió un disparo en la pierna, al tiempo que sus agresores le decían dejara de decir tonterías por la radio.
En el primer día de la Copa Mundial de Fútbol masculino, que este año se celebra en Rusia, tuvo lugar uno de los momentos más lamentables de la cobertura periodística del evento hasta el momento.
Periodistas cubanos independientes están pidiendo el apoyo de los gobiernos y organizaciones internacionales al mismo tiempo que informan sobre un aumento de las detenciones y los ataques.
La sede en Managua de Radio Nicaragua, emisora estatal del país centroamericano, fue atacada y destruida por un incendio en la madrugada del 8 de junio, según informó la prensa local.
Mientras que reporteros se ponen cascos para cubrir las violentas protestas en Nicaragua, organizaciones de derechos humanos y prensa están llamando a la comunidad internacional a poner atención a los ataques a periodistas y medios de noticias en medio de las protestas contra el gobierno del Presidente Daniel Ortega.
El 20 de mayo, en el transcurso de una elecciones presidenciales fuertemente cuestionadas, los monitores de la libertad de expresión registraron situaciones de amedrantamiento y agresiones físicas a periodistas. Es más de lo mismo para una comunidad de periodistas que se ha visto amenazada físicamente, en los tribunales y en línea por cubrir a lo largo de los años la creciente inestabilidad política que afecta al país.