A raíz de la salida de Venezuela de cuatro periodistas del portal de periodismo investigativo Armando.info debido una demanda de difamación, un grupo importante de periodistas y de organizaciones defensoras de la libertad de expresión y de prensa de todo América Latina firmaron un manifiesto que advierte sobre el grave deterioro de las condiciones que enfrenta la prensa en Venezuela.
En México, un periodista de policiales que había reportado haber recibido amenazas de muerte por parte del crimen organizado fue asesinado en el estado de Guerrero el 2 de marzo.
Días antes de que Ecuador elija a su nuevo presidente, la periodista Janet Hinostroza recibió un artefacto explosivo en su centro de labores.
Aunque las cifras de violencia letal contra periodistas en Colombia siguen disminuyendo – por ejemplo 2016 fue el primer año en los últimos siete en los que no se registraron asesinatos a periodistas por causa de su trabajo – las formas de censura han “mutado” y se encuentran muy lejos de ser superadas en Colombia.
Desde el 1 de enero, centenares de mexicanos se han tomado las calles de diferentes ciudades del país como protesta por el aumento de hasta un 20 por ciento en el precio del combustible. Algunas de las protestas por el ‘gasolinazo’, como se conocen las manifestaciones, se han tornado violentas e incluso han incluido saqueos y enfrentamientos con la policía con cifras de personas muertas, heridas y detenidas.
Para los periodistas mexicanos, cubrir la nota roja va más allá de estar expuestos a peligros físicos. Al vivir y trabajar en áreas de alto riesgo, su contacto constante y sistemático con la violencia pone en peligro su salud mental.
En Perú existe un alto nivel de concentración de medios de comunicación que amenaza la libertad de información en el país, según informe elaborado por el medio digital de periodismo investigativo peruano Ojo Público, en conjunto con el capítulo alemán de la organización internacional Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Las autoridades locales le informaron al semanario mexicano Zeta que un grupo criminal ordenó un ataque en su contra después de que el medio publicara fotos de presuntos miembros del crimen organizado en la portada de su edición del 25 de noviembre, aseguró Zeta.
En la última semana, tanto la periodista mexicana Carmen Aristegui como el medio que ella dirige, Aristegui Noticias, han denunciando una serie de hechos que aún sin saber si están vinculados entre sí cuestionan qué tan segura se encuentra la comunicadora y su equipo en el país.
Cubrir protestas, fotografiar las filas de personas para conseguir alimentos o hacer videos dentro de un hospital pueden ser actividades muy arriesgadas para los periodistas que trabajan en Venezuela en la actualidad. En los últimos meses, varios reporteros y fotoperiodistas que trabajan en el país han sido objeto de detenciones temporales o prolongadas durante la realización de su trabajo.