Un informe recientemente publicado por el Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública (Cainfo) documentó una reducción en amenazas a la libertad de expresión en Uruguay. El reporte también mostró que la mayoría de los casos se dieron en su capital, Montevideo, y fueron catalogados como obstrucción del trabajo periodístico.
A medida que los ataques cibernéticos en contra de periodistas y organizaciones de noticias se hacen más comunes, también aparecerán más cursos sobre seguridad cibernética y guías para la protección. Sin embargo, de acuerdo con una investigación que estudió el tema, la mayoría de los periodistas no están tomando las medidas necesarias para protegerse.
“Llevo diecisiete años trabajando y viajando por esta zona y no he tenido nunca ningún problema. Mi secuestro ha sido un error gravísimo por parte del ELN. No ha tenido sentido. Si me hubieran invitado, habría ido”, dijo Hernández-Mora al diario español El Mundo del que es corresponsal en Colombia.
Una vez más, las autoridades colombianas están investigando las amenazas en contra de periodistas y líderes sociales distribuidos a través de panfletos firmados bajo el nombre de un grupo criminal.
Periodistas guatemaltecos condenaron el asesinato en el país del director de una estación de radio de 32 años e hicieron un llamado para renovar la atención en la construcción de un programa de protección para periodistas.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en un informe sobre derechos humanos en Guatemala que publicó el pasado 14 de marzo, observó con preocupación los agravios sufridos en los últimos meses por comunicadores sociales cuyas investigaciones estuvieron relacionadas con actos de corrupción, administración pública y violaciones a derechos humanos.
El periodista Leonardo Sakamoto, fundador de Repórter Brasil – un portal especializado en la lucha contra el trabajo forzado en Brasil, recibió amenazas de muerte después de que una falsa entrevista con él fuera publicada por un periódico local de Minas Gerais.
“El gobierno mexicano no se preocupa por los periodistas”, eso le dijo recientemente la periodista investigativa Anabel Hernández al Centro Knight para el Periodismo en las Américas.
Seis años después de que las ‘chuzadas’, o interceptaciones ilegales, a periodistas en Colombia escandalizara al país, su fantasma vuelve a aparecer. En las últimas semanas se ha conocido información sobre presuntos hechos de corrupción y abuso al interior de la Policía Nacional, que incluyen el seguimiento y la interceptación ilegal de comunicaciones de varios periodistas.
Este ha sido el año más mortífero para la prensa mexicana desde que el presidente Enrique Peña Nieto tomó posesión en 2012, de acuerdo con la organización de defensa de la libertad de expresión Artículo 19.