El ministro de Seguridad, Óscar Álvarez, ofreció 5.200 dólares a las personas que den información que ayude a capturar a los responsables de los homicidios de cinco periodistas, así como otros crímenes en contra de fiscales, jueces y abogados, reportó La Tribuna.
Evaristo Pacheco Solís, un reportero del semanario Visión Informativa, apareció muerto a tiros el viernes pasado, cerca de la capital del estado de Guerrero, Chilpancingo, al sur de México, reportó el Comité para la Protección de Periodistas. (Notimex tiene esta nota en español sobre la materia).
Noticias sobre tres periodistas mexicanos asesinados sólo en enero y el caso de al menos 15 personas, la mayoría adolescentes, ejecutadas en una fiesta de cumpleaños en Ciudad Juárez, han puesto la atención internacional en la violencia ligada al narcotráfico en México, a la que se le atribuyen más de mil muertes en los primeros 34 días de 2010. Mientras tanto, los trabajadores de la prensa mexicana se preparan para nuevos ataques.
Jorge Ochoa Martínez fue asesinado en Ayutla de un balazo en la cabeza, en medio de la ola de violencia que azota al sureño estado de Guerrero. Ochoa era director del semanario regional El Sol de la Costa y es el tercer periodista asesinado en México en lo que va del año, reportó El Universal.
José Luis Romero, periodista de la radio Línea Directa conocido por sus notas sobre el narcotráfico, fue encontrado muerto la madrugada del sábado, en una carretera cercana a Los Mochis, Sinaloa. En esta localidad había sido secuestrado dos semanas atrás, reportaron El Universal y La Jornada.
La ola de ataques contra periodistas mexicanos ha resultado en el primer asesinato del año. Dos periodistas del periódico Zócalo Saltillo fueron secuestrados la noche del jueves 7 de enero y uno de ellos, Valentín Valdés Espinosa, fue hallado muerto en las afueras de un motel la mañana siguiente, con una nota de advertencia en su pecho, reportó el mismo diario. Los contenidos del mensaje no fueron dados a conocer.