Ante el más reciente asesinato de un periodista en Colombia, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) insistió en la necesidad de fortalecer los mecanismo de protección destinados a garantizar la integridad de personas amenazadas por su trabajo.
Dos personas a bordo de una motocicleta dispararon fatalmente al bloguero brasileño de 30 años de edad Ítalo Eduardo Diniz Barros el pasado 13 de noviembre en Governador Nunes Freire en el estado de Maranhão. Un amigo con Diniz también fue baleado, pero sobrevivió, según el portal G1.
El exalcalde Vilmar Acosta llegó a Asunción – la capital paraguaya – este martes 17 de noviembre luego de que Brasil aprobara su extradición y ahora tendrá que responder por el crimen del periodista Pablo Medina, según informó la agencia Reuters. En el ataque dirigido al reportero también murió su asistente Antonia Almada.
Juliana Barbassa, graduada de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Texas de Austin, regresó al campus el 16 de noviembre para hablar con un grupo de estudiantes y profesores sobre su nuevo libro Dancing with the Devil in the City of God: Rio de Janeiro on the Brink (Bailando con el Diablo en la ciudad de Dios: Río de Janeiro al borde del abismo).
Durante cinco años, un grupo de jóvenes de la periferia de São Paulo, bajo la batuta de la periodista Izabela Moi, se enfrentó a un reto: retratar sus regiones a partir de una “visión interna”, con una cobertura que fuera más allá de los clichés de la violencia y de los programas de ayuda social.
Temprano en la mañana del 10 de noviembre, un hombre no identificado disparó contra Israel Gonçalves Silva, periodista de una radio comunitaria, dentro de una tienda en Lagoa de Itaenga en el estado de Pernambuco. El periodista acababa de dejar a sus hijos en la escuela. Los informes señalan que el hombre huyó en una motocicleta sin tomar nada.
En medio de los casos de violencia contra periodistas en Brasil, que ya deja un saldo de cuatro periodistas asesinados solo este año, los organismos de defensa de la libertad de prensa se unieron en torno a un proyecto que busca acabar con la impunidad en estos crímenes. La Asociación Brasileña de Prensa (ABI por sus siglas en portugués) y la Federación Nacional de Periodistas (Fenaj por sus siglas en portugués) pusieron en marcha “SOS Periodista”, un espacio para los periodistas denuncien agresiones y los abusos de los medios de comunicación relacionados con el ejercicio profesional y pedir así la prote
Una placa blanca cerca de la Villa Ygatimí, aproximadamente a 41 kilómetros de la frontera entre Paraguay y Brasil, conmemora a un periodista y a su asistente que hace un año fueron asesinados mientras conducían por una carretera vecinal de la zona.
Para el momento en que los Juegos Olímpicos comiencen en Río de Janeiro el 5 de agosto de 2016, el equipo de comunicaciones habrá pasado tres años preparándose para la llegada de más de 30.000 trabajadores de los medios, millones de fanáticos y los ojos de críticos puestos en Brasil.
Luego de que la Corte Provincial de Ecuador negara la apelación a la acción de protección interpuesta por la periodista brasileña Manuela Picq el pasado 1 de octubre, su abogado anunció que el caso será presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Simon Romero comenzó a trabajar para The New York Times en 1999 como corresponsal en Brasil. Más de 15 años después, ha cubierto casi todos los países de América Latina y esta semana su trabajo fue homenajeaado con el Premio Cabot para sus reportajes excepcionales sobre las Américas.
Colombia quedó por fuera del Índice Global de Impunidad 2015 del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés), dejando a México y Brasil como los únicos países de América Latina en la lista de 14 países en donde los responsables de los asesinatos de periodistas “quedan libres”.