En menos de un mes, al menos cuatro periodistas han sido asesinados en México, Perú y Colombia por causas que podrían estar vinculadas a su trabajo. Según expertos, estas cifras son una prueba de que la violencia sigue siendo una de las principales formas de censura en muchos países de la región.
Contraatacar narrativas de odio, escuchar a migrantes y brindar información práctica son estrategias que periodistas que informan sobre y para comunidades migrantes están implementando para mejorar su cobertura de cara a las posibles medidas del próximo presidente de Estados Unidos.
En su primer libro “Un veneno llamado plomo”, la reportera Eél María Angulo relata su lucha de una década para sacar a la luz el impacto de la contaminación por plomo en los niños colombianos.
América Latina sigue siendo una de las regiones más peligrosas para los periodistas, donde criminales recurren a asesinatos y gobiernos ejercen detenciones arbitrarias para silenciar a los trabajadores de la prensa.
Programas de sátira en línea, como “El Pulso de la República” de México o “La Pulla” de Colombia, están logrando creciente visibilidad e impacto en el discurso público de sus países, al tiempo que llenan el vacío de crítica sociopolítica dejado por los medios tradicionales, de acuerdo con una investigación del periodista y académico peruano Paul Alonso.
Colusión de autoridades, falta de datos oficiales e indiferencia de la sociedad dificultan la cobertura del tráfico y la explotación de personas, de acuerdo con mujeres periodistas que han investigado el tema en Colombia, México y Paraguay.
El colombiano José Guarnizo y la panameña Grisel Bethancourt se centran en los derechos humanos de los migrantes y las comunidades locales a lo largo de la peligrosa ruta migratoria.
El fondo se creó después de que la periodista Jineth Bedoya ganara una demanda al Estado por los crímenes cometidos en su contra como represalia por su trabajo periodístico. Su objetivo es apoyar las iniciativas de prevención y ayudar a las periodistas que enfrentan violencias.
La investigación de la periodista brasileña Vanessa de Macedo Higgins Joyce se centró en Argentina, Brasil y Colombia y encontró cómo los medios de noticias digitales pueden crear consenso en sociedades polarizadas.
Los pueblos indígenas de Colombia llevan mucho tiempo luchando por su derecho a estar representadas en medios nacionales y comunitarios.
Tres premiados periodistas de Argentina, Colombia y Cuba comparten acciones para mejorar la reportería, las entrevistas y el uso del lenguaje en una pieza de periodismo narrativo.
Amenazas de grupos armados, insultos de funcionarios y bajos salarios ponen en jaque al periodismo local colombiano, según entidades de defensa de la libertad de prensa.