El caso aún no esclarecido de la muerte del periodista colombiano Nelson Carvajal Carvajal, asesinado el 16 de abril de 1998, será revisado en audiencia pública por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) el 22 y 23 de agosto en Costa Rica, según un comunicado de prensa de la organización.
El reciente caso de estigmatización en contra del columnista de la revista Semana Daniel Samper Ospina es solo un ejemplo de los nuevos tipos de amenazas que están experimentando los periodistas en Colombia cuando la violencia letal de décadas pasadas parece haber reducido sus cifras.
Un equipo de Colombia que trabaja para documentar el conflicto armado de décadas en ese país y una organización que revela las acciones legales utilizadas para detener la difusión de información pública en Brasil, están entre los ganadores de los Data Journalism Awards (DJA) 2017.
Actualización (26 de junio): Los gobiernos de Colombia y Holanda confirmaron la liberación de los dos periodistas holandeses que habían sido secuestrados por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) al noreste de Colombia.
“Se trata de una región atravesada por el conflicto armado; en ese contexto, la posibilidad de efectuar privaciones temporales de la libertad a personas desconocidas y ajenas a las comunidades, se corresponde con una actitud preventiva, de ejercicio de protección y seguridad, natural para cualquier fuerza insurgente”, se menciona en el comunicado.
Las FARC recibirán ayuda gubernamental por 1.8 millones de pesos colombianos durante cinco años. Los combatientes no irán a la cárcel. Timochenko, el líder del grupo armado, podría convertirse en presidente de Colombia.
Han sido 11 las veces en la que la periodista colombiana Jineth Bedoya Lima ha declarado ante las autoridades de su país los crímenes de los que fue víctima en mayo del año 2000 que incluyen secuestro, tortura y violencia sexual.
Aunque las cifras de violencia letal contra periodistas en Colombia siguen disminuyendo – por ejemplo 2016 fue el primer año en los últimos siete en los que no se registraron asesinatos a periodistas por causa de su trabajo – las formas de censura han “mutado” y se encuentran muy lejos de ser superadas en Colombia.
Casi 15 años después de que el periodista colombiano Orlando Sierra fuera fatalmente herido, otro de los hombres involucrados en el crimen es deportado a Colombia.
La madrugada del 5 de mayo de 1996, Gustavo Díaz, un comerciante del puerto de Turbo, en Urabá, Colombia, lo perdió todo. Su esposa y dos de sus hijas fueron asesinadas y calcinadas junto con su tienda de abarrotes a manos de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en una de las más de 2 mil masacres ocurridas en ese país desde 1982.
Periodistas de Brasil, Colombia, Cuba, México y Uruguay fueron algunos de los galardonados con los Premios Internacionales de Periodismo Rey de España este martes 24 de enero en su XXXIV edición, informó la agencia EFE.
Durante décadas, el periodismo colombiano ha sido víctima directa de la violencia generada por el conflicto armado que vive el país hace más de 50 años. La firma de un nuevo acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc, refrendado por el Congreso del país el pasado 30 de noviembre, podría significar el fin de una de las causas de censura violenta contra la prensa en Colombia.