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Proyecto de producción de podcast cuenta historias de defensa del territorio desde la esperanza

Cuando la periodista mexicana Paola Torres y sus colegas presentaron el episodio de podcast “Tlaxcala: El despertar de los guardianes del bosque” no se imaginaban la reacción que su trabajo iba a producir.

Entre la audiencia había miembros de la comunidad de San Pedro Tlalcuapan, así como defensores de los bosques que rodean el volcán inactivo La Malinche, –también conocido como Malintzin–, ubicado en el estado de Tlaxcala.

Al calor de una fogata y con el atardecer cayendo sobre la montaña de fondo, el episodio fue reproducido por primera vez en público.

Más de uno se conmovió hasta las lágrimas al escuchar el producto terminado, otros tomaron conciencia del impacto que ha tenido su lucha y de lo mucho que han logrado. Y para otros más, el producto los motivó a reagruparse y a reforzar su movimiento.

Screenshot of the Periodismo de lo posible website displaying the covers of four podcast episodes.

Los episodios de la primera edición de Periodismo de lo posible están disponibles en el sitio web del proyecto y en su canal en Spotify.(Foto: Captura de pantalla de periodismodeloposible.com)

“Nos damos cuenta de cuántas cosas hemos hecho. Nosotros que hemos subido a hacer trabajos en la Malitnzin muchas veces lo tomamos más como una rutina, pero por el trabajo que acabas de mostrarnos nos damos cuenta de todo eso que hemos hecho por amor a la Malintzin, por todas esas gentes que ya no están, por esas generaciones que vienen, por el qué les vamos a dejar”, le dijo a Torres Don Néstor, uno de los miembros presentes del Colectivo de Saneamiento y Restauración de la Malintzi Tlalcuapan, tras el estreno del episodio.

El Colectivo ha luchado por salvar el bosque, el cual en años recientes se ha visto afectado por la plaga del gusano descortezador, al tiempo que intenta reconstruir el vínculo de la población con el volcán. El Colectivo colaboró con Torres y con su compañero Jaromil Loyola en la producción del episodio.

El efecto que tuvo “Tlaxcala: El despertar de los guardianes del bosque” fue distintos a los impactos que comúnmente se esperan de productos periodísticos, como cambios en políticas, mayor rendición de cuentas o un alto número de visitas a un sitio web. Pero fue justo el tipo de impacto que busca el equipo detrás de Periodismo de lo posible, el proyecto dentro del cual fue producido.

Periodismo de lo posible es una iniciativa de las organizaciones de comunicación REDES, Ojo de Agua Comunicación, Quinto Elemento Lab y La Sandía Digital, financiada por The Christensen Fund. A través de este proyecto, las organizaciones buscan transformar la forma en que se narran las historias Lo hacen mediante la creación de narrativas sonoras enfocadas en los logros de estas comunidades en su lucha por resolver sus conflictos.

Periodismo de lo posible consiste en la capacitación a equipos de comunicadores en temas de podcast narrativo y en acompañamiento en el proceso de producción de un proyecto sonoro.

“Hay que replantear qué es un impacto en el periodismo. ¿El número de clics? En estos casos, no. ¿Que se haga viral? Pues en estos casos no”, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) la periodista Marcela Turati, una de las coordinadoras del proyecto. “Pero en estos casos sí es la toma de conciencia, que estas comunidades se reagrupan, que se perdonan, que lloran juntos, que se enorgullecen de lo que hicieron, que nos explican a los que vivimos en la ciudad lo que es la defensa del territorio y nos hacen repensar lo que pensamos por desarrollo”.

La primera edición de Periodismo de lo posible se realizó a lo largo de poco más de un año, entre 2022 y 2023, con la participación de 12 equipos de distintos estados de México. Los episodios resultantes, entre ellos “Tlaxcala: El despertar de los guardianes del bosque”, se estrenaron semanalmente entre agosto y noviembre del año pasado.

Actualmente los organizadores están llevando a cabo su segunda edición, la cual arrancó en mayo con la participación de ocho equipos. Los temas de los proyectos de este año van desde la conservación de ríos y lagos, hasta la defensa de técnicas ancestrales de parto, de acuerdo con Turati.

“Parte del proyecto es que cambiemos la forma de contar las luchas comunitarias y de defensa del territorio. No todo es derrota, no todo es desesperanza, hay cosas que sí sirvieron. Y eso que sí sirvió, démosle el énfasis al reportear cómo fue, cómo se logró, reporteando con la comunidad”, dijo Turati. “[Se trata de] dejar de hacer fatalista el mensaje desde el periodismo para empezar a explorar lo posible y no sólo lo imposible”.

La parte formativa de Periodismo de lo posible incluye un seminario en línea de 10 sesiones, acompañamiento individual y dos campamentos presenciales de formación en periodismo con enfoque de lo posible, investigación, narrativa y producción sonora.

Uno de los objetivos de la etapa de formación es uniformar las habilidades de los participantes. Aunque la mayoría de los seleccionados para la primera edición pertenecían a algún tipo de medio de comunicación o radios comunitarias, otros eran miembros de comunidades sin formación periodística formal.

La formación también incluye el manejo de presupuestos para que los equipos aprendan a sacar el mejor provecho del apoyo económico que se les entrega como parte del proyecto.

“Había gente que nunca había escrito y les daba pena. Nosotros les decíamos ‘platícalo, no importa que no lo escribas. Grábate con un guion de lo que quieras decir’. Y ellos mismos nos sorprendían y hacían cosas increíbles”, contó Turati. “Nosotros como periodistas aprendimos desde dónde los acompañas y cómo respetas los métodos que tienen para hacer las cosas. Y también cómo les explicas este otro método”.

Los podcast resultantes de la edición de este año se estrenarán entre enero y junio de 2025 en el canal de Periodismo de lo posible en Spotify, el cual contiene los episodios de la primera edición. Las historias también serán difundidas en una red de radios comunitarias en todo el país.

 

El enfoque de lo posible: más allá de la denuncia

Turati dijo que Periodismo de lo posible es quizá el proyecto más bonito y esperanzador en el que ha trabajado. La primera vez que escuchó sobre el enfoque de lo posible en periodismo fue del periodista colombiano Javier Darío Restrepo, quien junto con ella recibió el Reconocimiento a la Excelencia de la Fundación Gabo en 2014.

“Él siempre hablaba de que dejamos fuera lo posible y que parecía que los periodistas ponemos punto final en la última desgracia y que no nos estamos deteniendo a ver lo que sí se logra, o lo que sí fue posible”, dijo Turati.

Aunque este tipo de periodismo se enfoca en los logros de una lucha, no se trata de historias rosas o de final feliz, dijo. Los podcast buscan reivindicar las batallas de comunidades e informar a otros grupos sobre sus luchas, sin romantizar los temas.

“Los periodistas buscamos el ‘qué’, ‘quién’, ‘cómo’, ‘cuándo’, ‘dónde’, pero no preguntas el ‘¿ustedes qué hicieron ante eso, cómo lo afrontaron?’ Y aquí esa es la parte más importante”, dijo Turati. “Nos dedicamos a esa parte de cómo afrontaron el problema para lograr eso que lograron. Eso, sin obviar lo que dolió, lo que pasó, las pérdidas”.

Otro de los objetivos de Periodismo de lo posible es establecer una relación distinta del periodismo con las luchas sociales, ya no como un periodismo extractivista en el que un periodista de la ciudad llega a un territorio a reportear una historia y no regresa nunca más. En lugar de eso, busca hacer un periodismo en el que las propias comunidades sean coautores de sus historias, dijo Turati.

Inclusive, parte del compromiso de la iniciativa es que los autores de cada episodio del podcast entreguen el producto terminado a la comunidad de la que trata la historia, agregó la periodista.

“Vimos que la gente lo incorporó de alguna manera como un instrumento de lucha. Ese podcast les sirvió como tarjeta de presentación de su lucha, de lo que habían logrado”, dijo.

Para Torres fue un reto ir más allá de la denuncia en la realización de “Tlaxcala: El despertar de los guardianes del bosque” y enfocarse principalmente en las acciones positivas de la comunidad de San Pedro Tlalcuapan.

“Para mí fue cambiar mi chip totalmente y empezar a hablar desde las posibilidades que emergen de un cambio”, dijo Torres a LJR. “Fue bien reconfortante estar en Periodismo de lo posible porque me cambió totalmente la idea de cómo se ve un problema, cómo darle la vuelta a un problema y decir qué sí está pasando. Esas pequeñas acciones que están haciendo la diferencia frente a ese problema”.

En las historias con enfoque de lo posible, el personaje principal no es una persona en específico, sino la comunidad o incluso el territorio que buscan defender. Con eso en mente, las organizaciones detrás de Periodismo de lo posible eligieron el formato de audio como vehículo de las historias, dijo Turati, con el fin de crear paisajes sonoros en los que el territorio sea uno de los protagonistas y evoque  emociones.

The team of Mexican media outlet Escenario Tlaxcala and environmental activists during the premiere of a podcast episode, as part of the Periodismo de lo posible podcast production project.

El episodio de Periodismo de lo posible producido por Escenario Tlaxcala conmovió a los integrantes del colectivo ambientalista cuya lucha fue contada en el podcast. (Foto: Captura de pantalla de Facebook Live)

Para lograr eso, los equipos contaron con la guía de Eloísa Diez, documentalista y sonidista de La Sandía Digital, una organización de producción de contenidos audiovisuales para la incidencia en derechos humanos.

Las historias con enfoque de lo posible buscan llegar a audiencias diferentes a las que llegan otro tipo de historias sobre luchas comunitarias y defensa del territorio. Una de ellas es la misma comunidad protagonista y otras con conflictos similares, pero también personas de otras regiones con interés en temas de luchas sociales, de acuerdo con Aranzazú Ayala, coordinadora de logística y de difusión de Periodismo de lo posible.

“Hay gente que ya conocía las problemáticas pero nunca habían escuchado sobre una solución, solamente la denuncia”, dijo Ayala a LJR. “En la primera temporada hubo una historia de [el estado de] Puebla, de donde yo soy. Yo ya la había reporteado y nunca le vi algo esperanzador. Entonces sí creo que cambia la forma de ver las cosas”.

¿Dónde queda la objetividad?

Torres dijo que, luego de trabajar tan de cerca con la población de San Pedro Tlalcuapan, se creó una complicidad entre el equipo de su medio, Escenario Tlaxcala, y esa comunidad. La periodista dijo que está consciente que, en el periodismo, esa cercanía con una fuente podría ser vista como poco ética.

Sin embargo, en Periodismo de lo posible aprendió que en historias como esas es necesario anteponer la sensibilidad y la empatía frente a la objetividad, dado que en la mayoría de los casos, los autores de las historias son miembros de la misma comunidad.

“Desde que empiezas a trabajar en medios te dicen ‘sé muy objetivo, no te tienes que dejar llevar por tus sentires, por tus pasiones, porque finalmente tú estás comunicando”, dijo Torres. “Pero en algún momento Marcela [Turati] me dijo que si no llegaba a sentir la historia, no iba a poder transmitir lo que quería transmitir”.

La periodista dijo que durante la producción de su episodio su equipo se dio cuenta que los problemas de los defensores de La Malinche también les afectaban a ellos por vivir en la misma región. En ese momento, dijo Torres, comenzaron a empatizar con ellos.

“Lo que tendríamos que hacer los periodistas es ser empáticos con las realidades o con las historias que estamos contando, porque si no existe empatía, muy difícilmente vas a poder tener sensibilidad para contar la historia”, dijo. “Sí creo que los periodistas tendríamos que ser más sensibles ante las realidades que estamos cubriendo”.

En julio de este año, “Tlaxcala: El despertar de los guardianes del bosque” recibió el premio de la organización Covering Climate Now en la categoría de Activismo y Movimientos, en la cual se reconocen coberturas que se comprometen con la esencia y la eficacia de los programas de grupos activistas defensores del medioambiente, de acuerdo con el sitio de la organización.

La periodista Thania Martínez, cuyo equipo desarrolló el episodio “Puebla: La lucha de un pueblo por existir” en la primera edición de Periodismo de lo posible, dijo que narrar una historia de defensa de territorio desde dentro de la comunidad no necesariamente significa faltar a la imparcialidad que exige el periodismo.

Por el contrario, historias como las de Periodismo de lo posible ayudan a llenar los vacíos informativos que dejan los medios tradicionales en sus coberturas de las luchas comunitarias, dijo Martínez, quien trabaja para el medio comunitario Radio Tsinaka, del municipio Cuetzalan del Progreso, en el estado de Puebla.

Su episodio cuenta la historia de Tecoltemic, una comunidad indígena que se organizó para sacar de su territorio a una empresa minera que planeaba dinamitar montañas en busca de minerales preciosos.

“Es muy normal que en esos espacios periodísticos [de los medios hegemónicos] se excluyan y distorsionen nuestras voces, vivencias, retos y amenazas”, dijo Martínez a LJR. “Yo soy parte de la lucha de Tecoltemic y soy quien narra el podcast. Debo admitir que hay muchos momentos que me tocan el corazón, sin embargo no buscamos alterar la realidad, sabiendo que ésta no es absoluta”.

Torres dijo que el Colectivo accedió a que su lucha fuera contada en Periodismo de lo posible gracias a que ella se había ganado su confianza desde antes, cuando cubrió anteriores conflictos para Escenario Tlaxcala. Eso, dijo, facilitó que el grupo la viera como una aliada, y no como una intrusa.

“Creo que sí tenemos que ser objetivos, pero no desde una objetividad que te aparte de la realidad, sino desde una objetividad que te invite a contar que otros mundos, otras realidades son posibles”, dijo Torres.

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