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Aumento de ataques en línea contra periodistas en Guyana enciende alarmas: 5 preguntas a Nazima Raghubir, líder de periodismo del Caribe

Abril fue un mes difícil para las periodistas en Guyana. Al menos tres de ellas fueron víctimas de diferentes tipos de agresiones, entre ellas acoso en línea, intimidación e insultos directos. La violencia contra los periodistas en ese país caribeño viene frecuentemente de políticos, tanto del partido en el poder como de la oposición, o de forma anónima en cuentas de redes sociales vinculadas a fuerzas políticas.

El 31 de marzo, el presidente del país, Mohamed Irfaan Ali, celebró una rueda de prensa en la que los reporteros se vieron obligados a sentarse entre una audiencia conformada predominantemente por simpatizantes del partido del mandatario. Los reporteros recibieron abucheos e intimidación verbal cuando plantearon preguntas sobre temas sensibles. Una de ellas fue Davina Bagot, periodista del diario Kaieteur News, quien cuestionó al presidente sobre su política energética y, en los días siguientes, se topó con acoso procedente de una página de Facebook, supuestamente controlada por personas próximas al partido en el poder.

Según la Coalición para Mujeres en el Periodismo (CFWIJ, por sus siglas en inglés), las publicaciones en esa página de Facebook eran un intento de desacreditar a Bagot, insinuando que había tenido una relación extramatrimonial con un líder de la oposición y que estaba detrás de cuentas de trolls en línea que atacan mensajes en pro del Gobierno. “Estoy preocupada por mi seguridad, mi carrera y mi vida", declaró Bagot, según la organización.

Pocos días después, el 19 de abril, la reportera Tamica Garnett, del periódico estatal The Guyana Chronicle, recibió insultos por teléfono por parte de una miembro del principal partido de la oposición cuando intentaba solicitar una entrevista sobre las elecciones municipales.

Guyanese journalist Nazima Raghubir, president of the Guyana Press Association.

Y una más de las periodistas agredidas recientemente es Nazima Raghubir, quien en 2018 se convirtió en la primera mujer en presidir la Asociación de Prensa de Guyana (GPA) y este año fue reelegida para un segundo periodo. También es vicepresidenta de la Asociación de Trabajadores de los Medios del Caribe (ACM) y miembro de la junta del Instituto de Medios del Caribe (MIC).

Raghubir también fue víctima de ciberacoso y ataques personales tanto en medios controlados por el Estado como en páginas de Facebook en semanas recientes. La periodista habló con LatAm Journalism Review (LJR) sobre la situación de los periodistas en Guyana y sobre cómo estos ataques y otros anteriores parecen ser una campaña deliberada del Gobierno para desacreditar personal y profesionalmente a los miembros de la prensa.

También habló de otros problemas que restringen la libertad de prensa en Guyana y en otros países del Caribe, como las deficientes leyes de acceso a la información, la desigualdad de género en el ecosistema mediático y la confianza de los ciudadanos en los medios de comunicación.

Para Raghubir, la creciente violencia contra los periodistas, junto con la reticencia de los políticos a interactuar con la prensa, son formas de silenciar las preguntas razonables que se tienen que hacer.

La entrevista ha sido editada por motivos de extensión y claridad.

 

1. Recientemente, el periodismo en Guyana se ha visto en momentos difíciles. Eso contrasta con la percepción que se tiene desde fuera, de que el Caribe es una región relativamente tranquila en cuanto a agresiones contra periodistas, comparado con el resto de las Américas.

Nazima Rughabir: Nosotros y otros países del Caribe siempre hemos sostenido que, si bien los ataques físicos y los asesinatos de periodistas no eran realmente peligros o amenazas a los que nos enfrentábamos, sí había otras cuestiones que amenazaban nuestras vidas y nuestros medios de subsistencia. En Guyana, en particular, como la viabilidad de las empresas de medios de comunicación a través de la publicidad puede estar dictada por el gobierno, se ve amenazado el trabajo que uno hace y esto puede dar lugar a que los periodistas incluso opten por la autocensura o abandonen la profesión por completo. Ciertos partidos controlan incluso cómo gasta su dinero el sector privado. Y si ejerces el periodismo de una determinada manera, tu viabilidad podría verse afectada porque no te llegaría publicidad o la publicidad adecuada.

Puede que lo que hemos visto a lo largo de los años no sea equiparable a lo que ocurre en otras partes del mundo, como Medio Oriente o algunas zonas de América Latina, pero en conjunto son amenazas y afectan al trabajo que hacemos como periodistas. El ciberacoso ha aumentado mucho. No tengo estadísticas que ofrecer, pero el hecho es que todos nuestros periodistas de la región se han quejado de que en páginas de redes sociales, en Twitter y otras redes sociales, se señala a los periodistas por sus reportajes y se les ataca, en particular a las mujeres periodistas.

No estoy señalando al gobierno en particular, porque parece que la mayoría de los principales partidos políticos tienen páginas así. Ese tipo de ambiente existe. Es un poco preocupante porque cada vez que tenemos un ciclo electoral, los medios de comunicación somos puestos ante el ojo público como uno de los contendientes, aunque no lo seamos. Los trabajadores de los medios de comunicación están constantemente dando cuenta sobre diferentes formas de ataques. Ninguno de ellos ha sido físico recientemente, pero siempre existe el temor de que cuando los políticos señalan a los periodistas o a los medios de comunicación, puedan incitar a sus partidarios a tomar acciones en sus propias manos, y eso es un temor.

2. A raíz de que la GPA alzó la voz para denunciar estos recientes casos de acoso, usted ha sido atacada personalmente. ¿Cómo ha sido eso para usted?

Me preocupa que desde marzo ha habido un ataque dirigido contra mí, desacreditándome como periodista. En general, el gobierno no está satisfecho con el lugar de Guyana en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros Sin Fronteras (RSF). [En 2023, el país ocupó el lugar 60 de 180, 26 lugares más abajo que en 2022].

Se nos culpó de ello. Y quien conoce algo sobre RSF, sabría que no depende de una persona o entidad para su Clasificación de Libertad de Prensa. Y todo lo que hubiera ocurrido entre marzo, abril y mayo no habría afectado la Clasificación de Libertad de Prensa. RSF tiene muy claro cómo obtiene su información, es tanto cuantitativa como cualitativa. Hablan con los medios de comunicación, el mundo académico, la sociedad civil, y tienen sus propios formatos de seguimiento.

Sin embargo, al gobierno no pareció gustarle que hayamos condenado el abucheo a la periodista [Davina Bagot]. Así que lo que he soportado desde marzo han sido cartas en el Guyana Chronicle, que es el periódico del Estado, que cuenta con el respaldo político del gobierno, que está viniendo contra mí y haciendo las declaraciones más difamatorias y calumniosas. Y el Vicepresidente del país ha estado atacándome personal y profesionalmente desde marzo.

Fue un claro indicio de que se trataba de un intento de desacreditarme como profesional y como periodista. A mí, que he sido independiente, se me ha llamado anti PPP [People's Progressive Party], antigobierno, pro APNU [A Partnership for National Unity], que es el partido de la oposición, y todo ese tipo de cosas. Sólo puedo concluir que se trataba de desacreditarme a mí y al trabajo que hago.

3. Parece que podría haber un componente de sexismo en estos ataques a mujeres periodistas. ¿Cuál es la situación de las mujeres en el panorama mediático del Caribe?

Todavía no tenemos muchas editoras, por ejemplo. No dispongo de muchos datos al respecto, y puede variar de país en país, pero todavía no hay muchas mujeres al frente de medios de comunicación en puestos editoriales o gerenciales. En Guyana son muy pocas. Y sé que ha sido un tema de conversación, pero no nos hemos centrado realmente en la brecha de género en los medios de comunicación.

Y sí, desde hace algún tiempo, los ataques a las mujeres en el periodismo son más frecuentes y las mujeres son más blanco de la mayoría de los tipos más desagradables de ciberacoso en las redes sociales. Es algo más fácil, aparentemente, atacarnos a nosotras. He visto cosas sobre mí, he visto cosas sobre mi familia. Creo que las mujeres son a veces las que se llevan la peor parte de los ataques.

4. Ha mencionado el hecho de que algunos medios de comunicación de Guyana son propiedad del Estado o están respaldados por éste. ¿Cómo afecta eso en la situación de la libertad de expresión y en la confianza de los guyaneses en los medios?

El país está dividido y los medios de comunicación también. Hay algunas agencias independientes, pero otras tienen sus propias tendencias. Hay entidades que están apoyadas únicamente por el partido político en el gobierno y otras que están apoyadas por el principal partido de la oposición, o que tienen su propia ideología. Obviamente, eso afecta la información, cómo fluye y lo que el público consume de esas agencias.

No hemos tenido grandes problemas de libertad de expresión por parte de ninguna agencia de noticias porque creo que el público entiende la división que existe entre los medios de comunicación y puede identificar quiénes son independientes y quiénes no.

Lo preocupante es que, por ejemplo, algunas agencias no cubren nada de la oposición. No publican ningún comentario, ninguna declaración suya, las únicas noticias que publican son las que le dan a la oposición una imagen negativa, y eso ya en sí es un perjuicio par el público. También hemos visto a miembros de la oposición negarse a colaborar con ciertos medios de comunicación, lo que obviamente afecta a la información que se transmite.

5. ¿Cuáles cree que son los principales retos a los que se enfrenta el periodismo en el Caribe en la actualidad? ¿Cómo se repiten en otros países caribeños lo que ocurre en Guyana?

Hemos hablado a lo largo de los años del acceso a los funcionarios del gobierno, y la pandemia ha demostrado que ha sido difícil lograr que los funcionarios vuelvan a interactuar con los medios de comunicación. Han recurrido a esconderse detrás de páginas de Facebook, programas de radio y Facebook Lives que sólo permiten una comunicación unidireccional y eso ha sido un reto.

Además, en estos países hay problemas de acceso a la información. Estos países tienen legislaciones [de acceso a la información], pero no son leyes amigables con los periodistas ni con el público. Sigue habiendo límites a la información y a la forma de acceder a ella. Creo que eso dificulta mucho el trabajo que hacemos aquí como periodistas regionales.

Algunos Jefes de Estado del Caribe lanzan diatribas de dos o tres horas en emisoras de radio y cosas así, pero no hablan con los medios de comunicación. En Guyana hemos planteado la posibilidad de que nuestro Presidente Ali ofrezca conferencias de prensa. Las entrevistas al margen no bastan, el presidente debería reunirse con la prensa con la mayor regularidad posible.

Sus ministros deberían estar abiertos a tener ruedas de prensa frecuentes. Ni siquiera hemos tenido ruedas de prensa tras las reuniones del gabinete desde 2020. Ese suele ser un medio por el cual se informa al público sobre las decisiones que ha tomado el Gobierno. Ahora estamos limitados a ruedas de prensa una vez a la semana del vicepresidente, que es el secretario general del partido, solo porque se avecinan elecciones de los gobiernos locales.

Esa es la realidad a la que nos enfrentamos. El acceso parece ser uno de los principales retos.

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