La periodista de Guatemala Michelle Mendoza, corresponsal de la cadena CNN, lleva seis meses en el exilio luego de años de recibir acoso y amenazas por su trabajo periodístico. Aun fuera de Guatemala, la llaman continuamente y le envían mensajes para intimidarla e impedir que regrese. En esta entrevista, profundiza sobre su situación y el hostigamiento que ha recibido.
Carlos Dada y su equipo de El Faro han iluminado rincones oscuros de su país y la región circundante desde que cofundó el medio —el primero netamente digital de América Latina— junto al empresario Jorge Simán en 1998. Por ello, está en la mira de un gobierno salvadoreño cada vez más autoritario.
Acabar con la vigilancia ilícita a periodistas y activistas fue una de las promesas de Andrés Manuel López Obrador tras asumir la presidencia de México en 2018. Cuatro años después surgen nuevas evidencias de espionaje a comunicadores, mientras que periodistas y ONGs consideran que el mandatario tiene pocos resultados que mostrar con relación a esas promesas.
Según la red Voces del Sur, 171 periodistas de la región -de las cuales 75 son mujeres- tuvieron que exiliarse en 2020 y 2021 para salvarse de encarcelamientos arbitrarios o incluso de atentados contra su vida. Para entender este preocupante éxodo de periodistas, GIJN habló con reporteros exiliados y exiliadas de Nicaragua, El Salvador, Cuba y Colombia, para que compartieran su experiencia enfrentándose a la persecución estatal y criminal que les llevó al exilio.
Edilma Prada, fundadora de Agenda Propia, y Juan Manuel Jiménez Ocaña, experto en interculturalidad y educación indígena, comparten claves para representar con dignidad los saberes, valores y maneras de existir de los pueblos indígenas.
Acoso moral, censura, clima de miedo por persecución laboral, desvalorización y falta de diálogo. Dieciséis periodistas de la empresa de comunicación pública de Brasil (EBC, por sus siglas en portugués) entregaron declaraciones escritas en las que describen situaciones humillantes y vergonzosas en el día a día de la empresa desde la llegada de Jair Bolsonaro a la Presidencia de la República.
Desde su creación, la Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación (Abraji) se ha mantenido fiel a sus principios fundacionales: la formación profesional, la defensa de la libertad de expresión y el derecho de acceso a la información pública. Abraji no sólo se ha convertido en una organización de periodistas con una importante voz en el panorama mediático brasileño, sino también en un referente para asociaciones de otros países.
Para lograr que mujeres y personas LGBTI+ tengan más presencia en las agendas y en los puestos de poder de los medios, es necesario que los periodistas tengan ‘conversaciones incómodas’ con colegas, directivos y consigo mismos, dijeron Geo González, (México), Carolina Vila-Nova (Brasil), Daniel Villatoro (Guatemala) y Esteban Hernández (Colombia).
En Brasil, donde el 43,2% de la población se identifica como blanca y el 55,7% como negra, las salas de redacción están compuestas en un 77% por personas blancas. Una investigación muestra los efectos de la falta de diversidad en la producción de noticias y en los mismos periodistas.
El Sindicato de Periodistas de Paraguay y colectivos de prensa defienden los derechos de las periodistas y trabajadoras de medios del país a denunciar situaciones de acoso en la sala de redacción y a no ser despedidas como consecuencia, como ha sucedido recientemente.