Por Lorenzo Holt
El periódico hondureño Diario Tiempo anunció ayer la finalización de su edición impresa con un “Hasta pronto, Honduras” publicado en primera plana. El periódico tomó esta decisión tres semanas después de que el Gobierno hondureño congelara los activos de su empresa matriz, el conglomerado empresarial Grupo Continental, a raíz de las acusaciones de lavado de dinero por parte de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (OFAC por sus siglas en inglés).
El 11 de octubre, la Comisión Nacional de Banca y Seguros (CNBS) de Honduras anunció el cierre y la liquidación forzosa de la sucursal bancaria de Grupo Continental (Banco Continental) lo que invalidó completamente todas las operaciones financieras de Diario Tiempo e impidiendo todas las transacciones, como el pago de salarios de los empleados, informó Diario Tiempo.
Germán Quintanilla, gerente de redacción de Diario Tiempo, le dijo al Centro Knight para el Periodismo en las Américas que todos los 350 empleados de Diario Tiempo, incluyendo ejecutivos, no han recibido el pago de sus salarios desde el inicio de octubre. De los aproximadamente 40 periodistas de Diario Tiempo, algunos continuarán en la edición digital del diario, aseguró, pero no está claro qué pasará con los que trabajaban en la edición impresa.
Quintanilla dijo que tres o cuatro de los periodistas más nuevos han dejado la redacción, mientras que los reporteros con más tiempo se han quedado. Los empleados están tratando de mantener un diálogo con el gobierno de Honduras y con el Ministerio de Trabajo con la esperanza de habilitar una cuenta bancaria con los fondos que le adeudan al diario y así se pueda pagar los sueldos de los trabajadores.
“Nos iban a pagar, pero hubo problema interno. No sabemos qué pasó con los $5 millones que habían asignado a la cuenta para pagar, desapareció o quedó congelada”, dijo Quintanilla. “La OFAC a través del Gobierno de Honduras ha congelado las cuentas. No podemos hacer ninguna transacción, ninguna empresa que nos debe dinero, ni el propio Gobierno, nos paga porque no tenemos una cuenta en el sistema bancario. Los que deben publicidad no pagan. Estamos sin fondos”.
Grupo Continental y mucha de sus empresas, incluido su brazo financiero, Banco Continental, fueron etiquetados como “traficantes de narcóticos especialmente designados” por la OFAC bajo la Ley Kingpin, una ley diseñada para evitar que los narcotraficantes extranjeros tengan acceso al sistema financiero de Estados Unidos a través de bancos, empresas y particulares en Estados Unidos.
El gobierno de Honduras actuó casi de inmediato tras el anuncio de la OFAC a pesar de no haber ninguna investigación abierta en contra del Grupo Continental o de su presidente, Jaime Rosenthal, en el país. Las acciones del gobierno de Honduras en contra de Grupo Continental no se limitaron a cerrar su banco. El 14 de octubre, el Gobierno incautó al menos 19 de las empresas y propiedades de Grupo Continental, entre otros activos.
“Lo que más les molesta [a la gente] es que es una ley de Estados Unidos”, dijo Quintanilla. “El Gobierno alega que es un problema entre Estados Unidos y el Grupo Continental, y en cierta forma lo es. Pero un Gobierno no se debe limitar a dar una respuesta tan sencilla y fácil. El Gobierno está para proteger al ciudadano, proteger al empleado y proteger a los hondureños. Me da la impresión que no tenía un plan, en el fondo no había medido los efectos que podía tener una ley de este tipo”.
Poco después del cierre de Banco Continental, Diario Tiempo publicó una declaración pública en su sitio digital exigiendo una explicación de las intenciones del gobierno con el periódico. Al tiempo que en ésta expresó un respeto por la autoridad de Estados Unidos y del Gobierno de Honduras, agregó que “no toleramos que ninguna entidad, nacional o extranjera, asfixie económicamente un medio de comunicación, las otras empresas del Grupo Continental y a sus trabajadores”. También catalogaron las acciones del presidente hondureño contra Diario Tiempo como “un golpe a la libertad de prensa y una violación a los derechos universales de libertad de expresión y de informar”.
“Hemos sido siempre una piedra en el zapato del Gobierno y de otros regímenes” dijo Quintanilla. “En política para mantenerse hay que ver al futuro y posiblemente están viendo una posibilidad, pero no puede decirse esto con seguridad. Se generan sospechas, y lo están diciendo muchos columnistas, mucha gente de otros partidos, gente independiente, gente de la calle”.
Diario Tiempo, uno de los diarios hondureños líderes con sede en San Pedro Sula, tenía un tiraje entre 55 mil y 60 mil ejemplares.
*La periodista Silvia Higuera colaboró en la realización de este reportaje.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.