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El Buenos Aires Herald, uno de los últimos periódicos en inglés en Latinoamérica, cierra después de 140 años

El Buenos Aires Herald, el periódico de habla inglesa de la capital argentina, cerró tras 140 años de impresión.

El periódico hizo el anuncio a través de Twitter el 31 de julio, un poco menos de un año después de que el diario más antiguo de habla inglesa de América Latina anunciara que pasaría a ser una publicación semanal, y cuando la mayoría de sus trabajadores perdieron el empleo.

El editor de noticias James Grainger escribió en Twitter, “No hay mucho que decir ahora mismo para ser honesto. Nos han dicho que la última edición fue este viernes. No hay más que añadir en este punto”.

Cuando el periódico pasó a una publicación semanal, escribió en un editorial: “El Herald ha estado enfrentando dificultades por un tiempo y aunque nuestra encarnación futura ha sido pintada como un nuevo reto y una oferta emocionante para el mercado, sería una tontería negar que un cambio tan dramático tenga un costo enorme, o que refleja también una industria mediática en crisis”.

También destacó que “las modificaciones a la publicidad pagada por el gobierno, su distribución y la recesión están exacerbando los cambios a un ritmo rápido” en Argentina.

El Herald comenzó como un periódico semanal de una sola hoja fundado por el inmigrante escocés William Cathcart en 1876, según el sitio digital de la publicación. A lo largo de los años, el periódico pasó a tener un horario de publicación diaria, y también cambió de propietarios y editores que desempeñaron papeles en las negociaciones políticas y que fueron blanco de la represión del gobierno, explicó el sitio.

El periodista británico Robert Cox fue editor del Herald durante los años de “La Guerra Sucia” (1976-1983), y ahora es recordador por sus críticas al régimen y trabajar para descubrir abusos de derechos humanos, incluyendo desapariciones forzadas. Cox, que recibió el prestigioso Premio Maria Moors Cabot en 1978, fue forzada a exiliarse en los Estados Unidos debido a esta cobertura.

“A menudo me preguntaban en Argentina cómo era que el Buenos Aires Herald, un pequeño periódico en lengua extranjera, pudo reportar en inglés y comentar en español sobre temas que nunca fueron mencionados en la prensa argentina. Los periodistas argentinos tenían dos teorías: que fuimos apoyados por la Embajada de Estados Unidos y que, como periódico en lengua extranjera, tuvimos inmunidad”, dijo Cox según su biografía “Dirty Secrets, Dirty War” (Guerra sucia, secretos sucios). “Nada fue cierto. Lo que sí tuvimos fue el respeto por la tradicional independencia del Herald y el apoyo incondicional de Peter Manigault, presidente y editor de la Evening Post Publishing Company de Charleston, S.C., que era propietaria del periódico. Él solo quería que trabajaremos y reportaramos la verdad. Esa fue la diferencia entre el Herald y la prensa argentina principal. Esta fue cómplice de la dictadura, el Herald no lo fue”.

Después del anuncio de que el Herald cerraría, Carlos Cué, corresponsal de El País en Buenos Aires, escribió: “Para los periodistas y los luchadores por los derechos humanos argentinos, el Buenos Aires Herald era un mito. Por eso su cierre definitivo, anunciado el lunes después de 140 años saliendo a la calle ininterrumpidamente, fue un golpe duro”.

Como lo señaló, fue el único periódico que denunció diariamente el terrorismo de Estado que desapareció a miles durante la dictadura militar.

“El Herald mostró la importancia del periodismo en momentos difíciles. Ahora en EE.UU., con Trump, vemos que es clave. En Argentina hay muy buenos periodistas, pero el problema son los dueños. El Herald hizo buen periodismo hasta el final, pero tenía malos dueños”, dijo Cox según Cué.

Cué argumentó que el “principio del fin” para la publicación ocurrió dejó de estar en manos extranjeras lo que le proporcionaba independencia. Explicó cómo el periódico fue comprado por propietarios cercanos a los Kirchner, los expresidentes de Argentina.

Clarín señaló que el actual propietario y propietario mayoritario del Grupo Indalo, el empresario Cristóbal López, cerró el documento “en línea con la reducción y ajuste que está encarando en todos los medios de comunicación del Grupo Indalo”.

Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.

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