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Iniciativas buscan evaluar la salud mental de periodistas de América Latina y ayudarles a encontrar equilibrio

La pandemia de COVID-19 puso en evidencia una crisis silenciosa entre los periodistas: el deterioro de la salud mental de estos profesionales, confirmado por varias encuestas realizadas por organizaciones de todo el mundo en los últimos dos años. En América Latina, iniciativas en curso buscan evaluar la salud mental de los periodistas y ayudarlos a cultivar el bienestar emocional en un contexto adverso que, además de la pandemia, incluye una desinformación generalizada, así como violencia y hostilidad contra los profesionales de los medios.

En Brasil, el curso gratuito en línea “Periodistas y salud mental: cómo encontrar el equilibrio” comenzó el 30 de mayo y tendrá cinco clases en vivo en portugués, cuya grabación permanecerá disponible para quienes no puedan seguir las transmisiones. El curso es parte de un proyecto de las organizaciones Redes Cordiais y el Instituto de Tecnologia e Sociedade do Rio (ITS Rio). Ambos atienden este tema también desde otros dos frentes: la publicación “Está tudo bem? Guia básico de saúde mental para jornalistas” (¿Estás bien? Guía básica de salud mental para periodistas), disponible en línea en portugués, y la realización de encuentros con responsables de medios con el objetivo de hacer conciencia sobre este problema.

Katia Brembatti, coordinadora del proyecto en Redes Cordiais, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) que la iniciativa surgió de la “comprensión de que esta categoría [profesional] se ha ido enfermando silenciosamente”.

“La salud mental de un periodista afecta directamente la calidad de la información y, por lo tanto, afecta a toda la sociedad, porque un periodista enfermo no puede informar adecuadamente lo que es importante para la sociedad”, dijo Brembatti. La angustia emocional también afecta el trabajo de los periodistas cuando practican la autocensura, evitando ciertos temas o coberturas para protegerse, señaló Brembatti.

Journalist Katia Brembatti standing in a newsroom

Katia Brembatti, responsable en la organización Redes Cordiais del proyecto sobre salud mental de los periodistas. (Foto: Archivo personal)

“Es un círculo”, resumió César Ricaurte, director ejecutivo de Fundamedios, en entrevista con LJR. “Los hechos que afectan la calidad de la libertad de prensa y las condiciones de trabajo de los periodistas tienen un impacto en la salud mental, que tiene a su vez también un impacto en el trabajo periodístico. Por supuesto estamos hablando de seres humanos, que son quienes ejercen el periodismo”.

Fundamedios, el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), de Perú, y la organización Medianalisis, de Venezuela, con el apoyo de la UNESCO, están al frente del programa “Periodismo Consciente”. La iniciativa ha realizado una valoración de la salud mental de los periodistas en estos tres países, a través de un cuestionario online, y ha ofrecido apoyo psicológico y herramientas para el cuidado de la salud mental. El programa también ha estado realizando desde abril talleres gratuitos en línea en español sobre el autocuidado de la salud mental para periodistas.

Inseguridad y precariedad

Ricaurte destacó que este es un tema relevante en América Latina, principalmente por la precariedad en la que trabajan los periodistas de la región. “Recordemos que América Latina es probablemente la región más peligrosa para ejercer el periodismo fuera de zonas de guerra”, señaló. Según Reporteros sin Fronteras, al menos 100 periodistas fueron asesinados en países de América Latina entre 2016 y 2022, 64 de ellos en México.

El director de Fundamedios también citó los bajos salarios, las relaciones laborales precarias y el desprestigio social del periodismo como factores que afectan la disposición emocional de los profesionales y la calidad de su trabajo.

Este desprestigio, dijo Ricaurte, ha sido alimentado por “gobiernos autoritarios o con rasgos autoritarios, que tienen como foco los ataques en contra de periodistas y los tiene constantemente estigmatizando periodistas, y ese discurso ha calado en muchos sectores de la sociedad. Entonces tienes muchas veces presidentes, alcaldes, gobernadores atacando continuamente a periodistas y medios de comunicación, y ese discurso permea a los seguidores de estos líderes políticos, que igual comienzan a insultar y amenazar incluso a periodistas. Entonces todo esto tiene unas secuelas en la salud mental y emocional de los periodistas”.

Cesar Ricaurte standing in front of a wall

Cesar Ricaurte, director ejecutivo de Fundamedios. (Foto: Fundamedios)

El programa “Periodismo Consciente”, que ahora cubre tres países, comenzó en Ecuador a fines de 2020 con una alianza entre Fundamedios e investigadores de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL). Con el apoyo de la UNESCO, la iniciativa se amplió también a Perú y Venezuela, para dar escala regional a los esfuerzos y al debate sobre el tema.

Byron Bustamante, profesor e investigador del Departamento de Psicología de la UTPL, dijo a LJR que hasta el momento 160 periodistas de los tres países han respondido a los cuestionarios de evaluación de salud mental que pone a disposición el programa. Estos han relatado las dificultades que han tenido durante la pandemia, como los procesos de duelo por la pérdida de familiares y compañeros fallecidos por el COVID-19 y la poca formación que han recibido por parte de sus empleadores para prevenir el contagio del coronavirus y cuidar la salud mental. También se quejaron de la dificultad para acceder a los servicios de salud mental, que consideran deben ser gratuitos para que sean accesibles para todos, informó Bustamante.

El cuestionario estará disponible durante todo el año para a periodistas de Ecuador, Venezuela y Perú interesados ​​en realizar la evaluación. Los profesionales que respondan hasta julio podrán acceder a atención psicológica si sus resultados se consideran de riesgo, según se explica en la página del programa. Los datos recogidos en los cuestionarios se utilizarán para realizar estudios sobre la situación de los periodistas en los tres países y sobre qué tipo de medidas pueden tomar las organizaciones periodísticas y el Estado para apoyar a los profesionales de la salud mental.

Hasta la fecha, se han realizado tres talleres en línea facilitados por un psicólogo dentro del alcance del proyecto. Otros tres están previstos para finales de junio. Según Bustamante, los talleres ofrecen herramientas “para que se afronte de mejor manera el estrés laboral y el estrés asociado a la función de comunicación social en forma general, y también estamos generando herramientas para que se puedan mejorar el autocuidado ante situaciones traumáticas que puedan a la larga desembocar en un trastorno de estrés postrauma”.

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Byron Bustamante, investigador de UTPL. (Foto: UTPL)

Los periodistas que han participado hasta ahora en los talleres han reportado un alto nivel de satisfacción con la iniciativa, dijo el investigador. “Nos agradecen por tomar en cuenta por primera vez este tipo de temáticas, por hacerlo también en forma gratuita y que la metodología virtual les facilita el poder acceder y darse un tiempo para aprender este tipo de cosas. En general cuando ellos participan comentan situaciones específicas de su trabajo o situaciones específicas de ellos y también lo toman como un espacio para desahogo de frustraciones y de situaciones que están viviendo constantemente en esos medios”, dijo.

Perspectiva integral

El Estado y las empresas periodísticas tienen un papel en el cuidado de la salud mental de los periodistas. Ricaurte destacó que “la salud mental es algo integral” y que, por tanto, debe abordarse desde una perspectiva plural, con varios actores involucrados.

“Es importantísimo que las organizaciones de noticias comiencen a incorporar en su visión, en su tratamiento del personal periodístico, el tema de salud mental. Sería importantísimo que los temas de salud mental también se incorporen en los temas de salud ocupacional, de salud laboral, y que por lo tanto la consideren como parte de las políticas públicas en salud que tienen que atender los gobiernos. De esa forma las empresas periodísticas estarían obligadas a tratar el tema de salud mental como también un campo de la salud ocupacional y por lo tanto a tomar acciones alrededor de esto”, dijo.

Uno de los ejes del programa de Periodismo Consciente, según Bustamante, es precisamente el impacto en las políticas públicas. “Una vez que termine todo el proceso de recolección de datos y además empieza ya el trabajo desde la academia, desde las organizaciones como fundamedios, IPYS y Medianalisis, para generar un impacto en quienes toman decisiones, desde reuniones, ruedas de prensa, boletines y demás. La intención es poder orientar hacia la toma de decisiones en favor de la seguridad mental y física de los periodistas especialmente en los tiempos de crisis, como la pandemia”, explicó.

Según Brembatti, el proyecto brasileño comienza a fines de junio con reuniones con los gerentes de los medios. Las conversaciones involucrarán a departamentos de recursos humanos y gerentes en varios niveles con el objetivo de crear conciencia sobre el tema.

“Hay un entendimiento de que se necesita un apoyo local, que puede ser una clínica ambulatoria, pero a veces el tema es aún más simple, como una forma de hablar”, dijo. “Los gerentes deben estar preparados para lidiar con estos problemas de manera responsable. Deberían ser capaces de no crear más tensiones, ya sea a través de una comunicación no agresiva, o a través de exigencias en un nivel adecuado; entender cuando un profesional se encuentra debilitado y no está en condiciones de realizar ciertas coberturas. (...) Hablamos mucho durante la pandemia de la necesidad de 'aplanar la curva', y también en la salud mental, cuando se toman una serie de medidas preventivas se reduce la posibilidad del pico, y estas son las medidas que se están tomando para las salas de redacción”.

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