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ISOJ: En ambientes polarizados, medios deben acercarse a su audiencia y trabajar de forma colaborativa

En sociedades polarizadas que albergan a su vez gobiernos autoritarios y populistas, los periodistas y medios de comunicación de un mismo país deben trabajar en conjunto y deben evitar caer en la narrativa de odio que proviene de los funcionarios del gobierno.

(Erika Rich/Knight Center)

Esta es una de las lecciones principales que compartieron las periodistas del panel “Mesa redonda: Periodismo en la era de los autoritarios, populistas y la polarización”, durante el segundo día del 20º Simposio Internacional de Periodismo Online (ISOJ), que tuvo lugar el 12 y  13 de abril en la Universidad de Texas en Austin.

Cinthia Membreño, directora de estrategia digital del medio independiente Confidencial, de Nicaragua, abrió la conversación. La periodista dijo a la audiencia que el gobierno del actual presidente de su país, Daniel Ortega, se caracteriza por imponer una política de miedo y se ha convertido en una amenaza para la libertad de expresión.

La periodista nicaragüense relató la manera en que las oficinas de Confidencial fueron allanadas por la policía el 14 de diciembre de 2018 y posteriormente confiscadas por el gobierno.

Membreño recordó una cita de su director, Carlos Fernando Chamorro, luego de perder el acceso a sus oficinas: “Se pueden robar todas las computadoras del mundo que quieran, todos los equipos de televisión que quieran y con eso no están impidiendo que los reporteros hagamos nuestra labor”.

Ese fue el comentario que Chamorro dijo en entrevista con la periodista del medio independiente 100% Noticias, Lucía Pineda, quien junto a su director, Miguel Mora, fue encarcelada por su labor periodística unos días después, el 21 de diciembre.

Ortega no da conferencias de prensa ni entrevistas, no hay acceso a la información pública y los periodistas son afectados por el acoso y la represión, explicó Membreño.

Chamorro, Membreño y cerca de 60 periodistas nicaragüenses se han visto forzados a abandonar el país en los últimos meses por cuestiones de seguridad.

Hoy en día, muchos periodistas y medios nicaragüenses reportan desde el exilio y de forma colaborativa con sus colegas de otros medios.

A su turno, la periodista venezolana Julett Pineda del sitio digital independiente Efecto Cocuyo empezó su presentación con la siguiente pregunta: “Qué significa ser un periodista en Venezuela?, puede ser muy problemático si se va la luz y el agua”.

La periodista describió la difícil situación de reportear en los hospitales, donde los cuidados médicos son limitados así como también el acceso de los periodistas a los hospitales.

“Estos rasgos autoritarios del gobierno no solo nos afectan a nosotros como periodistas, sino también afectan a nuestras fuentes. La gente tiene miedo de hablar porque cree que será chantajeada”, sostuvo.

La situación empeora en ambientes polarizados, continuó la periodista.

“Los gobiernos autoritarios tienen esta narrativa: o están conmigo o están en contra del gobierno”, explicó Pineda.

Esta polarización consecuencia de la narrativa del gobierno contamina otros espacios como las redes sociales, comentó Pineda, plataformas en las cuales varios usuarios atacan constantemente a los periodistas y medios independientes.

De acuerdo con Pineda, esta aversión es nutrida por el gobierno. La periodista mostró un video en que el segundo hombre más poderoso del gobierno, Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Constituyente de Venezuela, habla de la fundadora y directora de Efecto Cocuyo, Luz Mely Reyes, tildándola de “la reina de los ‘fake news’”.

De acuerdo con Pineda, la situación de los periodistas en su país ha empeorado aún más en 2019, debido a la polarización que se vive. Según un estudio del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) Venezuela, durante 2018 hubo 266 casos de violación a la libertad de expresión en Venezuela, mientras que entre enero y mediados de marzo de 2019 hubo 155 casos.

Esto se habría acentuado en marzo de este año, en que la organización venezolana  documentó 50 agresiones contra periodistas solo durante los primeros 18 días de marzo.

La periodista y columnista de opinión del diario brasileño Folha de S. Paulo, Patricia Campos Mello, destacó la manera en que fueron utilizadas las redes sociales, principalmente Whatsapp, para manipular la opinión del público con noticias falsas y bots durante las elecciones de 2018 en donde salió electo el presidente populista Jair Bolsonaro.

Campos Mello contó que Folha de S. Paulo dio una amplia cobertura al entorno del entonces candidato Bolsonaro, investigando su patrimonio. Ellos, de acuerdo con la periodista, encontraron que su riqueza no era compatible con sus ingresos financieros de los últimos años.

Folha de S. Paulo, uno de los más grandes diarios de Brasil, es constantemente atacado por el nuevo presidente. Los ha llamado abiertamente los mayores productores de “fake news”.

Campos Mello dijo que los periodistas brasileños pensaban que estos ataques a la prensa por parte de Bolsonaro y sus seguidores solo eran su retórica de campaña. Sin embargo, en una de sus primeras entrevistas televisivas como presidente, en TV Globo, Bolsonaro volvió a atacar a la prensa, principalmente al Folha.

“Esto no tiene precedentes, en ningún aspecto. Nunca (en la historia de Brasil) hubo un presidente que haya aparecido en uno de los principales noticieros del país diciendo que un periódico iba dejar de existir”, contó la periodista.

Uno de los efectos de estas agresiones directas, contó Campos Mellos, es que la base de suscriptores del Folha ha aumentado considerablemente, en “solidaridad”.

Y una de las lecciones aprendidas por Folha, según la periodista, ha sido que la filosofía del periódico es seguir haciendo lo que saben hacer, no como opositores, sino como un medio periodístico independiente, sin dejarse intimidar.

En Sudáfrica también optaron por responder con más y mejor periodismo en 2017, cuando fuentes que permanecieron en el anonimato revelaron los presuntos actos de corrupción en los que habrían incurrido las familias más influyentes del país ligadas el gobierno y círculo familiar del ahora primer ministro Jacob Zuma, contó Susan Comrie, periodista de investigación del sitio amaBhungane, con base en Johannesburgo.

De modo colaborativo, diferentes medios periodísticos sudafricanos se unieron para procesar y publicar todos los datos recibidos, bajo el nombre #GuptaLeaks.

“Esto no solo les permitió responsabilizar a los políticos, sino también a las numerosas compañías transnacionales que estuvieron implicadas en el caso GuptaLeaks, así como en otras revelaciones que se conocieron en esa época”, dijo Comrie. En consecuencia, hubo muchas campañas de desprestigio en redes sociales contra su trabajo periodístico que ellos combatieron con más información.

Blanka Zöldi, de Hungría, periodista del sitio de periodismo investigativo de profundidad Direkt36 dijo en ISOJ: “En Hungría no tenemos a ningún periodista muerto, ningún periodista amenazado y tampoco tenemos la censura directa”.

Sin embargo, enfatizó, la situación que se ha generado en los últimos años en su país, desde que el primer ministro Viktor Orban tomó el poder en 2010, es la falta de pluralidad informativa y la autocensura.

Luego de que el medio privado para el cual ella trabajaba fuese tomado, sus colegas formaron su propio periódico, enfocado en investigaciones de largo aliento.

“Nos dimos cuenta de que si queremos hacer periodismo independiente, queremos tener una organización completamente independiente. Independiente de los políticos, independiente de los dueños y también independiente de los ingresos por publicidad”, concluyó.

Para superar las dificultades que presenta el actual entorno mediático, contó, su organización ha creado una comunidad de lectores, trabajan duro como periodistas y se esfuerzan para interesar a la gente en lo que publican.

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