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Joven periodista mexicano que viajó a EE.UU. buscando asilo lleva más de 100 días detenido por autoridades de inmigración

El periodista mexicano Martín Méndez Pineda (26), que viajó a EE.UU. para pedir asilo político por correr peligro su vida, lleva más de 100 días preso en centros de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).

“En el momento de tomar la decisión de venir a Estados Unidos para refugiarme, creí que entregando toda la documentación de manera correcta como marca la ley, sería más fácil. [...] Es más complicado de lo que parece, es verdad que todos los indocumentados son tratados como delincuentes o narcotraficantes, tristemente lo estoy viviendo”, dijo Méndez, según información de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).

A fines de febrero de 2016, Méndez – periodista del diario Novedades Acapulco, en el estado de Guerrero – fue agredido y amenazado de muerte por un grupo de hombres armados.

Los agresores fueron agentes federales que irrumpieron en su domicilio tras la publicación de su artículo: “Gendarmes abusan y violan los derechos de los ciudadanos”, informó RSF. En su nota, el periodista reportó que una persona, involucrada en un accidente automovilístico contra una patrulla, sufrió abuso de autoridad.

Méndez denunció la agresión inmediatamente ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México. Sin embargo, el hostigamiento y las amenazas de muerte continuaron vía telefónica por varios meses, por lo cual huyó a Tijuana, Baja California, publicó el sitio RT.

Ante esta situación, Méndez contactó a la organización internacional RSF en busca de ayuda, contó Gloria Amesquita, asistente legal de la oficina del defensor de Méndez, Carlos Spector, al Centro Knight. Gracias a RSF consiguió ser representado por Spector, de Mexicanos en Exilio, con quien ingresó a EE.UU., por el puerto de entrada fronterizo de El Paso, Texas, el 5 de febrero de 2017.

Ese día el periodista llevó consigo todos los documentos requeridos para solicitar asilo político y se entregó a las autoridades de inmigración estadounidenses voluntariamente.

Desde entonces ha sido trasladado hasta en dos oportunidades a otros centros de detención de ICE, uno de ellos fue en Nuevo México. Actualmente se encuentra en El Paso Processing Center, en Texas.

Durante uno de sus traslados que duró más de 20 horas, al pedirle agua de beber a uno de los oficiales, este le respondió a él y al resto de detenidos presentes: “¡Guarden silencio, nadie les dijo que vinieran, que esto les sirva para que ya no quieran regresar, la próxima vez tengan en cuenta que serán dos años en prisión federal!”, reveló Amesquita.

Según Amesquita, el procedimiento de detener a los que buscan asilo se agudizó en 2016, y desde entonces han visto un descenso en el número de personas liberadas por ICE luego de solicitar la libertad condicional humanitaria.

El 1 de marzo, Méndez aprobó la entrevista de miedo creíble (credible fear interview), con la cual ICE certificó que el peligro que corre su vida en su país es verdadero.

Sin embargo, el 28 de marzo y posteriormente el 3 de mayo de 2017, el oficial de ICE Alfredo Fierro, director del centro de detención donde se encuentra Méndez ahora, le informó al abogado de Méndez que su solicitud de liberación bajo palabra había sido rechazada. El motivo, según Fierro, es que el periodista representa un “riesgo de fuga”, porque carece de vínculos fuertes con la comunidad, publicó RSF.

El Centro Knight intentó contactar a Fierro para recoger sus comentarios, pero no obtuvo respuesta alguna.

Esto a pesar de que en abril, un sacerdote de El Paso, Robert E. Mosher de Columban Mission Center, le había enviado a Fierro una carta mediante la cual le ofrecía a Méndez todo su apoyo. En la misiva, el sacerdote le informó al oficial que Méndez podía contar con hospedaje, comida y guía espiritual en las instalaciones de su centro, para que pueda atender el proceso de su pedido de asilo en libertad.

En el caso de México, los índices de aprobación de peticiones de asilo por parte de un juez de inmigración son de 1 a 2 por ciento, dijo Amesquita.

Respecto a la libertad bajo palabra, señaló que esta está siendo utilizada por los oficiales de inmigración como una de las tácticas de intimidación para desanimar a los detenidos y hacerlos perder toda esperanza, para que opten por la deportación en vez de pelear su caso.

“Desde hace años se sabe que los oficiales de inmigración usan todo tipo de intimidación para hacerlos renunciar a su caso”, declaró la asistente legal de Mexicanos en Exilio.

RSF informó en una nota de prensa publicada el 3 de mayo que Méndez tiene una prima que es ciudadana estadounidense. La organización también señaló que Border Center for Journalists and Bloggers (BCJB) le ofreció a Méndez una pasantía sin sueldo, para que pueda ejercer el periodismo mientras continúa su pedido de asilo en EE.UU.

“Pareciera una situación injusta que podría haber sido resuelta a nivel local, pero nos han informado que las órdenes que les prohíben liberarlo provienen de Washington”, dijo el sacerdote, según Fox News.

Por su parte, también el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) envió al oficial Fierro de ICE una carta privada en el mes de abril, pidiendo la inmediata liberación de Méndez.

“En los últimos cinco años, el CPJ ha documentado más de 450 casos de periodistas a nivel mundial, que se han visto forzados al exilio y han tenido que dejar sus hogares por ser perseguidos a causa de su trabajo. Entendemos que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas debe otorgarle asilo a los casos que lo ameriten, pero Estados Unidos debe poner el ejemplo al resto del mundo tratando a los periodistas en riesgo con dignidad durante el proceso. Cuando ICE niega la libertad bajo palabra a periodistas que dicen huir de la persecusión en un país donde los periodistas enfrentan más peligros que en cualquier otro lugar del hemisferio, envía un mensaje que socava la libertad de prensa en todo el mundo”, señaló Carlos Lauría, director del programa para las Américas del CPJ, en dicha comunicación, a la que pudo acceder el Centro Knight.

Se está criminalizando el asilo y se está negando la salida bajo fianza sin ningún fundamento, “esto se tiene que entender como un ataque político a la comunidad mexicana en la frontera”, dijo el abogado de Méndez al diario español El País. Para Spector, esto es el reflejo de la nueva política migratoria instaurada por el presidente Donald Trump desde su llegada a la Casa Blanca.

El caso de Méndez ha suscitado la preocupación de diversas organizaciones internacionales. El 3 de mayo, antes de que le fuese negada por segunda vez la libertad bajo palabra, varias organizaciones periodísticas y defensoras de los derechos humanos pidieron su inmediata liberación en una conferencia de prensa que realizaron en conjunto.

Además de RSF y CPJ, lo respaldan el Consejo Fronterizo de Inmigración, PEN Internacional, Human Rights First, Servicios Diocesanos para Migrantes y Refugiados, Centro de Defensa del Inmigrante Las Américas, International Center for Journalists (ICFJ), entre otras. Las organizaciones mencionadas han exhortado al gobierno estadounidense para que el periodista mexicano sea liberado y así siga su proceso de petición de asilo en libertad.

México, el país occidental más mortífero para ejercer el periodismo, ocupa el puesto número 149 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2017 de RSF. En lo que va de 2017, cinco periodistas mexicanos han sido asesinados. El más reciente fue el del periodista Javier Valdez en Culiacán, Sinaloa, el 15 de mayo. Su asesinato ha suscitado protestas nacionales e internacionales en contra de la violencia que está afectando a los periodistas en México.

Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.

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