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La digitalización podría ayudar a los medios públicos latinoamericanos a salir de la crisis (tercer artículo de serie)

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  • 4 octubre, 2016

Por Paola Nalvarte y Marina Estarque

Los medios públicos en América Latina tienen una tradición histórica de estar al servicio del gobierno de turno en vez de servir a los ciudadanos y de ser, en consecuencia, medios con baja audiencia y poca credibilidad.

Sin embargo, para muchos entendidos en el tema, la era digital y los nuevos formatos que la acompañan, se presentan en la coyuntura actual como una gran oportunidad de cambio para los medios públicos y una posible salida a la crisis que estos atraviesan en la región.

En esta tercera y última entrega de la serie sobre medios de comunicación públicos en América Latina, el Centro Knight para el Periodismo en las Américas entrevistó a diversos especialistas e investigadores del tema sobre los desafíos de subsistencia y sostenibilidad que enfrentan estos medios en la era digital. Respecto a su capacidad de producir contenidos digitales segmentados o especializados para audiencias cada vez más fragmentadas, con necesidades más particulares, que les permitan seguir vigentes.

No todos los especialistas consultados se muestran optimistas respecto a que las nuevas tecnologías pueden significar un cambio positivo en la reforma de los medios estatales en medios públicos.

Ventajas y desventajas de la digitalización de los medios públicos

Todo indica que la transición de los medios de comunicación analógicos a los de señal digital abierta gratuita tendría un impacto positivo en lo que al derecho a la libertad de expresión se refiere en América Latina, dijo Gustavo Gómez, director general de la ONG Observatorio Latinoamericano de Regulación, Medios y Convergencia (Observacom), ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en una audiencia celebrada el 5 de abril de este año.

El resultado de este nuevo soporte tecnológico debería contribuir a un sistema de medios con más pluralidad y diversidad de voces, abriendo paso a nuevos operadores tanto en los sectores comunitario, comercial y público, expuso Gómez.

De acuerdo con Gómez, esta migración a la plataforma digital, debido a la compresión de señales que esta permite, haría posible el ingreso de más operadores al espacio radioeléctrico, el cual siempre se ha caracterizado por ser escaso y limitado. Esto, dijo, podría combatir la concentración de medios de comunicación en los países de la región.

Sin embargo, en lo que a medios públicos en América Latina se refiere, Valerio Fuenzalida, investigador chileno especialista en medios y catedrático de la Pontificia Universidad Católica de Chile, señaló que los medios públicos de América Latina continúan caracterizándose por su baja credibilidad y audiencia. Esta situación, dijo, se ha acentuado aún más en los últimos años debido a la propaganda política de sus contenidos.

Esto sumado a que el uso de las redes sociales ha contribuido a que la gente obtenga información de distintas fuentes alternativas, hace que “desde la tecnología ya no haya la menor capacidad de tener una audiencia cautiva”, dijo Fuenzalida al Centro Knight.

Según el investigador chileno, esto “acentúa la desconfianza en los medios públicos”, haciendo que el panorama para reformar a los medios públicos y ponerlos al servicio de la audiencia se vuelva aún más complejo y difícil.

“Personalmente pienso que esto no da para más, la crisis de la televisión pública es evidente, con canales que nadie sabe para qué siguen subsistiendo, con baja audiencia, sin credibilidad”, dijo Fuenzalida. Qué servicios prestan al país es la pregunta cuya respuesta habría que buscar ahora, agregó.

Una de las salidas que prevé Fuenzalida a esta interrogante es que los medios públicos produzcan contenidos más especializados y plurales, y que dejen de ser generalistas.

“Hay que trabajar evolucionando desde canales generalistas hacia canales segmentados”, dijo Fuenzalida. Además, explicó que la televisión pública debe remodelarse en el ambiente digital, teniendo más canales a disposición de las audiencias, como se tiene en el cable, en la televisión satelital, y vía streaming en internet.

Reformar un medio público para la audiencia significa tener un medio público plural, acotó.

Para el sociólogo argentino Silvio Waisbord, profesor y director asociado de la Escuela de Medios y Asuntos Públicos de la Universidad George Washington en los EE.UU, también existe la interrogante de cómo justificar la existencia de medios públicos en medio de la proliferación de contenidos digitales.

“Yo creo que lo digital cuestiona o pone más preguntas a los medios públicos. No estoy seguro de que los medios públicos hayan podido desarrollar un argumento convincente sobre su utilidad, su necesidad, en esta situación”, explicó Waisbord al Centro Knight.

Lo digital favorece la producción de contenidos pero no necesariamente cambia el tono editorial de los medios públicos, ni impulsa una revolución que modifique la relación del medio público frente a la política, sostuvo Waisbord.

“La tecnología es solo una plataforma, y la fragmentación de audiencias y el aumento de consumo de plataformas digitales hacen que los medios públicos tengan otro tipo de desafíos, como mantener una audiencia de números importantes, sin poder competir con los medios comerciales porque estos tienen otra lógica”, explicó Waisbord.

Según el sociólogo argentino, es difícil construir consensos sobre la misión de los medios públicos debido a la “volatilidad política” que se vive en los países de la región, en donde las políticas públicas cambian rápidamente a través de los gobiernos.

Al respecto, también Fernando Oliveira Paulino, profesor y director de comunicaciones de la Universidad de Brasilia (UNB), Brasil, sostuvo que los intereses oficialistas siguen muy presentes en los medios de comunicación de la región en general, tanto en públicos como privados.

Paulino dijo al Centro Knight que existe un problema de orden social común en América Latina. Explicó que en la región no hay una cultura de comunicación pública, lo que hace más difícil el desarrollo de los medios públicos.

Es muy común que en los medios de comunicación, agregó Paulino, el concepto de “público” sea confundido con “del gobierno”.

Sobre la especialización de contenidos digitales en medios públicos

Una salida a la crisis de los medios públicos en gobiernos corruptos de América Latina sería, según Fuenzalida, la pluralidad de los contenidos de estos medios, de modo que fortalezcan la deliberación pública y la democracia.

En líneas generales, la segmentación de contenidos que plantea Fuenzalida, que se pueda ajustar a la realidad de los medios públicos de cada país latinoamericano, consiste en tener canales de noticias de señal abierta con información plural las 24 horas del día y a nivel nacional, superando la idea de noticiarios con franjas horarias.

También planteó un canal ficcional en donde ciertas audiencias se vean representadas, además de canales culturales y canales infantiles de contenido educativo.

Sin embargo, siguen existiendo obstáculos de índole económica, social, de infraestructura y de acceso nacional a las tecnologías digitales en los países latinoamericanos en esta coyuntura de migración a la televisión digital abierta.

De acuerdo con Waisbord, aún queda pendiente para los medios públicos de la región justificar su existencia frente a la enorme producción de diversos contenidos digitales, sobre todo, considerando las diferencias y desigualdades digitales que continúan en América Latina.

Transición digital y apagón analógico

En Brasil, los canales TV Brasil del consorcio brasileño de medios públicos EBC, y TV Cultura, del gobierno municipal de São Paulo, ya transmiten en señal digital. No obstante, según Murilo Cesar Oliveira Ramos, investigador de Centro de Políticas, Derecho, Economía y Tecnologías de Comunicaciones (CCOM) de la UNB, el problema es que muchos brasileños reciben en casa solamente la señal analógica.

Según Ramos, no sirve de nada digitalizar los medios de comunicación públicos en Brasil, si muchos brasileños aún no tienen acceso a internet rápido y de calidad.

Una de las medidas adoptadas por el gobierno brasileño para contrarrestar esta problemática es distribuir convertidores digitales a las familias beneficiarias del programa social Bolsa Familia que aún no cuentan con un televisor moderno capaz de recibir señal digital, dijo Ramos.

La transición a la señal digital en Brasil, según una ordenanza gubernamental de 2014, deberá llevarse a cabo en el año 2018, cuando se interrumpirá la señal analógica. Sin embargo, los municipios del país solo podrán interrumpir dicha señal cuando el 93% de los hogares locales sean capaces de acceder a la señal digital.

Para Ramos, la actual coyuntura política que vive Brasil podría amenazar la digitalización de EBC, sobre todo, dijo, desde la eliminación en septiembre del Consejo Curador de dicha empresa, que le restará autonomía frente al gobierno.

En Perú, la migración a la televisión digital, también llamada “apagón analógico”, debe darse por ley en 2020, según el periodista peruano Hugo Coya, recientemente nombrado presidente ejecutivo del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP).

“En Perú no existen medios públicos, sino estatales”, dijo Coya, quien aseguró al Centro Knight que durante su gestión hará todos los esfuerzos posibles por transformar los medios estatales de Perú en medios públicos.

Sobre el medio público, el periodista y escritor peruano dijo que no se puede hacer un canal público sólo mostrando un lado de la información. “Hay que mostrar los dos lados de la noticia, y los cuestionamientos al gobierno también deberían ser consignados en los noticieros, y donde hubiera espacio, para demostrar que somos una sociedad plural democrática, para demostrar que la libertad de expresión existe. Un canal de televisión es un servicio público, ya que el Estado te otorga la frecuencia para que tú la puedas usar. Creo que eso es lo que se tiene que hacer”, precisó.

Para Coya, la digitalización es una gran oportunidad porque permitirá una multiplicidad de contenidos, con tendencia a la especialización, que provocará la fragmentación de las audiencias. En el caso del canal 7 (la señal estatal), ya posee los cuatro canales de señal digital exigidos por ley, y planean abrir un quinto canal que se dedicará exclusivamente a la cultura, detalló Coya.

Coya explicó que en Perú “la señal digital ya está [disponible], pero su uso sigue siendo limitado por un problema de mercado, de acceso, porque no se tiene todos los elementos necesarios. No todos los televisores (aparatos) tienen la capacidad de captar las cuatro señales, por eso hemos optado por un sistema mixto, es decir, hemos colocado [nuestras señales adicionales] en el cable, como si fueran canales nuevos”.

También en Chile, tanto a nivel de medios públicos y privados, el apagón analógico debe darse en 2020, según la Ley de Televisión Digital vigente desde 2014.

Televisión Nacional de Chile (TVN), la empresa de medios públicos del país, necesita para ello una capitalización del gobierno que les permita invertir en los ajustes necesarios para su transición digital, dijo Ricardo Solari, presidente del directorio de dicho canal, al Centro Knight.

Con los fondos de capitalización que se obtengan del gobierno, dijo Solari, además de mejorar también el sistema corporativo del canal, se harán las implementaciones necesarias para lograr ser una red nacional e internacional de televisión digital, con una capacidad importante en internet.

“De esta manera podremos dar el salto que queríamos dar para el canal y nuestras televisoras en las próximas décadas”, dijo Solari.

Medios públicos digitales y su aporte a la democracia

Sin embargo, para la periodista mexicana Alejandra Viveros, directora de comunicaciones de la Oficina regional de América Latina y el Caribe del Banco Mundial, la importancia social de que existan medios públicos reside en su libertad de explorar una diversidad de contenidos que no suelen ser abarcados por los medios comerciales.

Se refirió así a contenidos relacionados a temas de género, asuntos sociales, medio ambiente, entre otros.

En ese sentido, “los medios públicos tienen más libertad y [pueden destinar] más recursos en profundizar sobre esos temas”, dijo Viveros al Centro Knight.

La digitalización y la producción de contenidos digitales le pueden permitir a los medios públicos encontrar nuevas audiencias, señaló Viveros. Aunque, agregó, esto plantea un nuevo reto para los medios públicos latinoamericanos, porque de no lograr acceder a estas nuevas plataformas para difundir sus contenidos podrían quedarse muy rezagados.

Viveros resaltó también el papel que juegan las redes sociales como un nuevo mecanismo de regulación para que los medios públicos sean más públicos que estatales.

“Soy optimista, pues, si bien hay un riesgo de que los medios públicos, por falta de recursos se queden rezagados ante estas nuevas tendencias, me parece que es una gran oportunidad para ganar nuevos públicos, y para ser más abiertos y plurales”, puntualizó Viveros.

Paulino también estuvo de acuerdo en que los recursos digitales pueden lograr medios públicos más abiertos a la sociedad, por tanto, más democráticos. “El entorno de internet ya propicia mayor participación que la radio y la televisión”, acotó.

América Latina vive una situación económica complicada, con dos años de recesión, y cinco de desaceleración económica, explicó Viveros.

De acuerdo con Viveros, cada vez hay menos recursos públicos. Ante esta situación, precisó, los medios públicos tienen que ver de qué manera pueden obtener los recursos necesarios para seguir existiendo, y para lograr ser más relevantes de modo que puedan llegar a nuevos públicos y más audiencias.

Para Fuenzalida, tanto las instituciones nacionales como los gobiernos y universidades, y las multilaterales, como Banco Mundial, Unesco, Banco Interamericano de Desarrollo, Organización de los Estados Americanos, deben apoyar a los medios públicos de los países latinoamericanos.

“La TV pública no puede estar al servicio de los gobiernos de turno ni de grupos privados que se apoderen de ella. Aquí hay una reforma mayor, que exige un esfuerzo muy grande de varias instituciones, nacionales e internacionales”, concluyó.

Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.

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