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México cierra 2022 con casi una veintena de periodistas asesinados, mientras colegas y organizaciones claman justicia y el fin de la impunidad

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  • 6 diciembre, 2022

Por César López Linares y Emily Engelbart*

México cerrará el año con un número récord de periodistas asesinados. La organización Artículo 19 para México y Centroamérica ha contabilizado 17 trabajadores de la prensa privados de la vida en lo que va de 2022 en ese país. En al menos 12 de esos crímenes, las causas estarían directamente relacionadas con el ejercicio de la profesión.

Mientras organizaciones internacionales de defensa de la libertad de prensa exigen justicia, periodistas coinciden en que solo la aplicación de justicia y el fin de la impunidad pueden detener la ola sangrienta que amenaza al periodismo en México.

El más reciente crimen contra un periodista mexicano ocurrió apenas el 21 de noviembre en el estado de Veracruz. Se trató del homicidio de Pedro Pablo Kumul, reportero del medio digital AX Noticias y locutor de la estación Es Amor 105.5 HD.

De acuerdo con reportes de la prensa local, Kumul recibió varios disparos mientras conducía el taxi que operaba como trabajo complementario. El ataque sucedió en la colonia Casa Blanca de la capital de Veracruz, Xalapa. Tras los disparos, el vehículo de Kumul se impactó contra un poste.

Apenas un día antes se había reportado la desaparición de Francisco Hernández Elvira, coordinador del medio Radio Azúcar FM y presidente del Club de Periodistas del Municipio de Isla, Veracruz, quien fue sacado de su vivienda a la fuerza por sujetos armados que lo golpearon, robaron su equipo de cómputo y lo mantuvieron atado y privado de su libertad por 48 horas.

Artículo 19 se pronunció sobre ambos hechos y pidió a la Fiscalía General de Veracruz investigar el asesinato de Kumul bajo el Protocolo homologado de Investigación de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión, un instrumento de la Fiscalía General de la República (FGR) para determinar si las agresiones a periodistas buscan limitar, menoscabar o afectar el derecho a la libertad de expresión.

“A lo largo del año, nuestra oficina regional ha documentado que la prensa es agredida cada 14 horas. Hasta el momento, han sido asesinados 12 periodistas en razón de su labor. Esta situación coloca a México como el país más riesgoso para ejercer el periodismo en el mundo”, expresó Artículo 19 en un comunicado fechado el 1 de diciembre.

Mexican journalist Pedro Pablo Kumul.

El periodista Pedro Pablo Kumul fue atacado a tiros mientras conducía el taxi que operaba como trabajo extra. (Foto: Facebook)

La Directora General de la Unesco, Audrey Azoulay, llamó a las autoridades mexicanas a investigar el asesinato de Kumul. El Observatorio de Periodistas Asesinados del organismo registra 19 profesionales de los medios asesinados en México este año. Esta lista incluye a miembros del personal técnico de una estación de radio asesinados en agosto en el estado de Chihuahua, los cuales no forman parte de los conteos de otros organismos.

“Condeno el asesinato de Pedro Pablo Kumul y pido a las autoridades a que investiguen este crimen. Los ataques a los trabajadores de los medios de comunicación conciernen a toda la sociedad, ya que atentan contra la libertad de prensa, la libertad de expresión y la libertad de información”, expresó Azoulay.

Por su parte, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) se sumó a la condena de los hechos e instó al Estado mexicano a investigar con celeridad y profundidad el asesinato de Kumul y la desaparición de Hernández para dar con los móviles de dichos crímenes. Ante casi una veintena de trabajadores de medios de comunicación asesinados y ante el poco o nulo avance en las investigaciones de estos, la organización aseguró que México es ya “el país más peligroso para el trabajo de los periodistas”.

“Los crímenes contra periodistas en México son doblemente graves, porque a la violencia en sí se suma que la mayoría de los casos quedan impunes”, dijo el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet. “Es deplorable la falta de interés que se percibe de las altas autoridades del país para resolver esta grave situación”.

La Federación Internacional de Periodistas (FIP), la Federación de Asociaciones de Periodismo de España (FAPE) y al Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa de México (SNRP) también expresaron su repudio por el asesinato de Kumul y de los otros comunicadores que han sido privados de la vida en 2022.

En un comunicado conjunto, las organizaciones exigieron una investigación urgente del crimen contra Kumul que contemple la posibilidad de que el periodista haya sido asesinado con motivo de su labor periodística.

“Si bien las circunstancias de este crimen no están claras aún, la situación de los periodistas en México es cada día más precaria y peligrosa, dado que en lo que va de este año se han registrado 17 asesinatos contra profesionales de la información y en muy pocos casos se ha logrado identificar a los culpables”, se lee en el comunicado.

Con la muerte de Kumul, Veracruz se convirtió en el estado mexicano con mayor número de periodistas asesinados en el año, con cuatro casos. El primer asesinato de un periodista en 2022 en México fue el de José Luis Gamboa Arenas, director general del diario digital Inforegio, quien fue atacado a puñaladas el 10 de enero, en el Puerto de Veracruz.

A Gamboa Arenas le siguieron Yesenia Mollinedo Falconi y Sheila Johana García Olivera, directora y reportera del semanario El Veraz, respectivamente, quienes fueron atacadas a balazos el 9 de mayo en el municipio de Cosoleacaque.

Dos días después de la muerte de Kumul, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, dijo que la Fiscalía General del Estado ya tenía una línea de investigación clara sobre el homicidio y que ya había algunos avances, incluida la información del presunto responsable. Pero hasta ese momento no había reportes de personas detenidas.

Durante la administración de García, la cual inició en 2018, se han registrado ocho asesinatos de periodistas en su estado.

Impunidad, desamparo y asedio

Las organizaciones de periodismo y defensa de libertad de expresión atribuyen el alza de la violencia contra comunicadores en gran parte a los altísimos niveles de impunidad que imperan en México. Hasta 2021, de las casi 3.500 investigaciones por agresiones a periodistas de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), solo en 28 de ellas se habían logrado sentencias contra los responsables.

President of Mexico Andres Manuel Lopez Obrador in front of a big screen during a press conference

El presidente de México agrede y desacredita a la prensa desde su conferencia matutina. En varias ocasiones ha divulgado los ingresos y gastos del periodista Carlos Loret de Mola. (Foto: Captura de pantalla de YouTube)

Lo anterior significa que el índice de impunidad en crímenes contra periodistas en México supera el 99 por ciento.

“A medida que crece la impunidad, y si los crímenes contra periodistas no son castigados, hay incentivos para aquellos que quieren dañar a los periodistas”, dijo el periodista mexicano Javier Garza a LatAm Journalism Review (LJR). “Cualquiera que quiera matar a un periodista [en México] puede estar razonablemente seguro de que se saldrá con la suya porque la última persona así lo hizo”.

La periodista estadounidense y exjefa de la oficina de Associated Press para México y Centroamérica, Katherine Corcoran, afirmó que en México no están activas las instituciones del Estado diseñadas para apoyar y defender una prensa libre. Eso significa que la prensa ejerce su responsabilidad de exponer la corrupción gubernamental e informar al público sin protección alguna.

“[Los periodistas] dicen que siguen poniendo la información porque eso es clave para la democracia”, declaró Corcoran a LJR en septiembre con motivo de la publicación de su libro “In the Mouth of the Wolf: A Murder, A Coverup and the True Cost of Silencing the Press” (En la boca del lobo: un asesinato, un encubrimiento y el verdadero costo de silenciar a la prensa).

“Entonces con este propósito siguen investigando y escribiendo, y también con la esperanza que algún día va a cambiar”, agregó.

Además de eso, diversas autoridades mexicanas, principalmente a nivel federal, han lanzado una campaña que amenaza la validez y la transparencia del periodismo. Durante 2022, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, elevó el tono de su discurso hostil hacia los medios de comunicación, utilizando sus conferencias de prensa matutinas para desacreditar, estigmatizar e insultar a los periodistas que considera opositores a su administración.

“Esto viola el principio internacional de libertad de expresión de México”, declaró a LJR Sandra Rodríguez, reportera y editora en la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez, quien agregó que las autoridades deben investigar y castigar los crímenes contra periodistas para garantizar que este campo pueda prosperar y contribuir a una sociedad armónica e informada.

“Sólo la justicia sana el conflicto social derivado de los asesinatos y envía el mensaje de que no está permitido cometerlos”, dijo Rodríguez.

Aunque México es uno de los países de América Latina que cuenta con un programa del Estado para la protección de periodistas amenazados y en riesgo, se ha comprobado que este tiene serios problemas y fallas estructurales que impiden su buen funcionamiento. Este año, Reporteros Sin Fronteras (RSF) publicó un estudio en el que se identifican graves problemas dentro del Mecanismo Federal de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, dependiente de la Secretaría de Gobernación de México.

Según el estudio, el Mecanismo requiere cambios urgentes para garantizar su eficacia. Entre las “importantes fallas estructurales” se encuentran su dependencia en instituciones ineficaces (como la policía, el ejército y el poder judicial), metodologías de análisis de riesgo y planes de protección que no consideran las particularidades del ejercicio periodístico, insuficiencia de medidas y retrasos en su implementación, y falta de recursos humanos y financieros.

Esto ha provocado que varios beneficiarios de este mecanismo hayan sido asesinados o hayan sufrido intentos de asesinato. Algunos de los periodistas asesinados en lo que va de 2022 se encontraban bajo la protección del mecanismo mexicano, entre ellos Lourdes Maldonado, asesinada el 23 de enero en Tijuana, Baja California, y Gamboa Arenas, asesinado el 10 de enero en Veracruz.

Pero la libertad de prensa en México no solo se ve amenazada por la violencia directa. La publicidad gubernamental representa a menudo una forma de censura para el periodismo independiente, según un estudio publicado por Artículo 19 el pasado mes de octubre. Muchos periódicos, cadenas de televisión locales y otros medios de comunicación de México dependen cada vez más de la publicidad gubernamental debido al deterioro de su modelo de negocio comercial, y esta se convierte con frecuencia en una herramienta de control.

“Miles de millones de pesos se han ejercido para mantener una cultura de maquinación y engaño a la población a través de la compra de espacios en medios de comunicación y de expresiones de diversos periodistas a lo largo y ancho del país, con la intención de ensalzar al gobierno o a figuras del mismo en turno”, se lee en el informe de Artículo 19. “El uso perverso de la publicidad oficial como mecanismo de censura es un pilar de la estructura del sistema político mexicano, y los medios se acostumbraron a esto”.

Protest in front of Mexico's Ministry of Interior building against violence against journalists.

Varios comunicadores beneficiarios del mecanismo mexicano para la protección de periodistas, dependiente de la Secretaría de Gobernación, han sido asesinados. (Foto: Cesar Mtz / Creative Commons)

Ante el difícil panorama que enfrenta el periodismo mexicano, los periodistas coinciden en que su única esperanza es que el público llegue a entender el valor de la prensa libre en su vida cotidiana y, en consecuencia, se convierta en una fuerza que exija al gobierno proteger a los periodistas.

“Tenemos que explicar mejor a nuestras audiencias qué hacemos y por qué [el periodismo] es diferente de otros tipos de información. [...] También debemos explicar al público nuestro papel en mantener la libertad de expresión”, dijo Corcoran.

Garza destacó cómo el periodismo transmite a la sociedad información relacionada con su vida cotidiana. Las personas necesitan información sobre acontecimientos tanto globales como locales. Por ejemplo, dijo, si el servicio de agua ha sido interrumpido en algún barrio o si han aumentado las balaceras en alguna comunidad.

“La gente lo lee y lo escucha [las amenazas contra la prensa libre] y dice que el periodismo es una profesión peligrosa. Pero no sé si realmente han sopesado su valor”, dijo Garza. “La gente tiene que saber lo que ocurre cuando se pierde el periodismo independiente”.

La importancia de la autoprotección

Cuando Garza y sus colegas comenzaron a recibir amenazas en 2007, el periodista reconoció que era necesario tomar medidas para protegerse a sí mismos y a las personas que trabajaban en la prensa. Hacerlo, dijo, fue un proceso de ensayo y error, teniendo en cuenta que entonces había menos investigación disponible como referencia.

“Ahora que los periodistas mexicanos se enfrentan a un peligro cada vez mayor, tenemos que ser más conscientes de cómo protegernos”, dijo Garza.

Algunas de las medidas que estableció incluyen excluir los nombres de los reporteros en las historias sobre crímenes con el fin de proteger su identidad. Además, Garza dijo que era mejor evitar publicar fotografías explícitas, como las que muestran cuerpos ensangrentados en la calle. Hacerlo podría significar amplificar involuntariamente los mensajes que los criminales quieren difundir.

Las medidas de seguridad digital son igualmente importantes, y todos en la redacción deben estar de acuerdo para que sean eficaces.

Frank Smyth, fundador de GJS-Security, una empresa estadounidense que imparte formación sobre seguridad periodística, contó a LJR que a finales de los 80 los periodistas tenían gafetes para informar al público en qué organización periodística trabajaban. Hoy esto se consideraría peligroso.

“[Ahora] nadie intenta identificarse como periodista, porque eso solo invitaría a recibir amenazas”, dijo.

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Javier Garza Ramos considera que hoy más que nunca, con los crímenes contra el periodismo en aumento, los periodistas deben ser conscientes de cómo protegerse. (Foto: Cortesía Columbia University)

Smyth recomienda a los periodistas que tomen el curso “Hostile Environment and First Aid Training” (Capacitación de entornos hostiles y primeros auxilios), disponible en YouTube. Creado por la International Women's Media Foundation (IWMF), el curso prepara a los periodistas para informar con precaución en un terreno cada vez más peligroso, especialmente para las mujeres. Además, puede mejorar el conocimiento de la situación, la defensa personal y los primeros auxilios de los periodistas.

En las redes sociales, los periodistas deben ser cautelosos con sus publicaciones, asegurándose de que la información publicada no revela demasiados detalles, como su ubicación o sus planes de viaje, dijo Garza. También puede ser útil tener un teléfono para uso personal y otro exclusivo para el trabajo y para informar sobre el terreno.

Garza fue editor del e-book “Protección de periodistas: seguridad y justicia en América Latina y el Caribe”, publicado en septiembre de este año. Se trata de una compilación de 14 historias que fueron publicadas en LJR de diciembre de 2021 a julio de 2022, enfocadas en cómo los periodistas pueden mantenerse seguros mientras cubren protestas y conflictos violentos. También habla sobre el desarrollo de mecanismos de protección para los periodistas en América Latina y la investigación y persecución de la violencia contra los periodistas.

El e-book, financiado por el Fondo Mundial para la Defensa de los Medios de Comunicación de la Unesco, puede descargarse gratuitamente en  españolinglés o portugués desde la biblioteca digital JournalismCourses.org.

 

* Este artículo fue producido como parte de la clase “Cubriendo América Latina”, de la Facultad de Periodismo y Medios de la Universidad de Texas en Austin.

Emily Engelbart nació en Houston, Texas. Es estudiante de Periodismo con especialización en Español y un certificado en Medio Ambiente y Sostenibilidad en la Universidad de Texas en Austin. A Emily le gusta informar sobre temas relacionados con el medio ambiente y la ciencia, además de la actualidad de Estados Unidos y América Latina.

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