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“Hacer humor desde la ira”: noticias satíricas revelan lo absurdo en la política venezolana

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  • 9 agosto, 2017

Por Lillian Michel

Es difícil encontrar algo de humor en medio de la crisis política de Venezuela, pero no imposible.

El Gobierno venezolano es conocido por presionar a los medios privados que son críticos del presidente Nicolás Maduro y su administración. Sin embargo, hay dos medios muy populares, y a menudo críticos que han logrado, la mayoría de las veces, evitar sus garras: Reporte Semanal y El Chigüire Bipolar.

Según la descripción de sus creadores, ellos son medios de noticias satíricas que se toman a sí mismos muy en serio. El Chigüire Bipolar publica falsas historias absurdas falsas que se asemejan a noticias reales. Reporte Semanal aborda noticias reales dadas a conocer de manera exagerada por el carismático Profesor Briceño.

Los proyectos son el producto de las mentes de Plop Contenido, un colectivo mediático fundado por Oswaldo Graziani y Juan Andrés Ravell. Graziani, Ravell y Elio Casale se conocieron mientras trabajaban en un canal de televisión en Caracas. Al compartir un interés por el humor político y escribir comedia en su tiempo libre, los tres fundaron El Chigüire Bipolar en 2008. Después se unieron con VivoPlay - una plataforma de televisión por suscripción - para empezar Reporte Semanal, con la idea de crear un show tipo Last Week Tonight o The Colbert Report - de Estados Unidos - pero escritos para la audiencia venezolana. Se acercaron a José Rafael Briceño, un amigo y reconocido cómico, para que presentara el programa.

El programa comenzó en 2014, un año después de la muerte del expresidente Hugo Chávez y al inicio de la crisis económica de Venezuela. Hoy, el país está envuelto en una grave emergencia socioeconómica. Partes del país ven manifestaciones diarias durante las cuales los manifestantes y los miembros de la prensa que cubren manifestaciones son atacados repetidamente por las fuerzas de seguridad del estado, colectivos y otros. Personas y entidades tanto nacionales como internacionales temen por el futuro democrático del país.

“Digamos que este es un país que tiene un Gobierno en este momento que no es conocido por sus sentido del humor”, dijo Briceño al Centro Knight.

Pero su trabajo, definitivamente suena con el público venezolano. El Chigüire tiene casi dos millones de seguidores en Twitter, y sus notas más populares - siempre relacionadas con política - tienen cientos de retweets. Briceño tiene más de 300 mil seguidores en Twitter - más que si se sumaran los suscriptores en YouTube, seguidores en Twitter y likes en Facebook del programa.

“[Tal vez el público] se voltea más a los humoristas que a veces a los noticieros porque la aparición de agendas políticas en los noticieros ha sido tan evidente”, explicó Briceño. “Como los humoristas se deben a la verdad, porque en la verdad está el chiste, tienen más posibilidades de obtener información a través del humor”.

Paul Alonso, profesor asistente del Instituto de Tecnología de Georgia quien ha estudiado la sátira en América Latina, le dijo previamente al Centro Knight, que “desde la antigua Grecia, el papel de la sátira ha sido expresar lo que de otro modo no podría haber sido dicho, de decirle la verdad al poder”. Agregó que los medios satíricos pueden ser muchas veces más efectivos que los tradicionales porque ellos retan las narrativas de medios tradicionales haciendo las veces de “perro guardián de los perros guardianes”.

“El humor nos permite ser más osados y por lo tanto, en muchos casos, más efectivos”, le dijo Graziani al Centro Knight. “Respetamos y admiramos el periodismo serio. Sentimos que es absolutamente necesario. Sin embargo también hemos aprendido que a veces tanta seriedad puede ser una barrera para llegarle a las personas”.

Briceño y Graziani dijeron que reconocen que presentar su contenido como humor les da más libertad, pero que no pierden de vista la seriedad de los eventos en los que sus chistes tienen origen.

Reporte Semanal

El Profesor Briceño, como es conocido por sus seguidores y la gran mayoría del público venezolano, ha sido profesor de teatro, actor y un comediante de stand-up. Hoy es el presentador del programa de “infoentretenimiento” Reporte Semanal.

Reporte Semanal aborda las principales noticias de la semana durante un noticiero de apertura, seguido por entrevistas y sketches. Los episodios de media hora salen una vez a la semana en VivoPlay y en seguida los segmentos populares son subidos a YouTube donde acumulan miles de vistas.

Briceño enfatizó que el programa es honesto y ofrece noticias reales, no es un noticiero falso.

“El verdadero humor, el humor que es bueno, lo que es divertido es divertido porque es verdadero”, dijo Briceño. “Y eso de alguna manera tiene que estar planteado ahí. Tiene que estar en lo que estés haciendo. Es más cómico si es verdadero a que si es una noticia falsa”.

El noticiero sigue una fórmula simple: titular y el chiste. El programa no es solamente comedia y su presentador no es solo un comediante. Briceño tiene un título en periodismo de la Universidad Católica Andrés Bello en donde se quedó cuatro años como profesor de retórica (de allí su nombre artístico de “profesor”) y es actor profesional con el grupo de teatro de la universidad.

“Me siento obligado a informar porque soy formado como periodista, pero el objetivo del programa es entretener y me lo tengo que recordar todo el tiempo”, dijo Briceño.

Los episodios terminan con un editorial donde Briceño se sale de su personaje para transmitir su opinión sobre el estado del país. A medida que los meses han pasado, la audiencia ha tenido menos razones para reir durante este segmento.

“Cada vez el editorial es más serio, es un momento en que le recordamos al país que sabemos el país en que estamos”, dijo Briceño. Antes de la polémica votación para elegir la Asamblea Constituyente que podría asegurar poder ilimitado para Maduro, Briceño terminó su programa con un apasionado monólogo en el que elogiaba a los manifestantes y denunciaba la represión del Gobierno.

“Los que se oponen se han dado a la tarea de resistir civilmente en todas las maneras imaginables durante más de 100 días. Estamos hablando de manifestaciones, marchas, marchas de mujeres, de ancianos, de músicos, de estudiantes”, dijo Briceño en el editorial.

“Y hay varios saldos. [...] [Un saldo] es el de una ciudadanía que ya le vio la cara al Gobierno. Se la vio derrumbando la reja de su urbanización, disparando hacia sus edificios, abusando de su fuerza y no hay manera que desde Caricuao hasta Timotes, desde Barquisimeto hasta Guayana la gente olvide esa cara”.

El Chigüire Bipolar

Briceño puede sacar su humor de la verdad, pero la popularidad de El Chigüire Bipolar viene de historias que son absurdamente falsas.

El chigüire, como se conoce en Venezuela al capibara o carpincho - el más grande roedor - de otros países latinoamericanos, llegó a ser parte del nombre de este medio por un juego de palabras.

“Recuerdo que mencionamos algunas publicaciones de sátira política venezolana que tenían elementos similares: El Morrocoy Azul, El Cojo Ilustrado, El Camaleón. Bajo es premisa comenzamos a probar combinaciones de nombres de animales y finalmente nos gustó El Chigüire Bipolar”, dijo Graziani al Centro Knight. “Realmente no tuvo nada que ver con Chávez”.

“Básicamente lo que hacemos son noticias falsa en serio”, dijo Juan Andrés Ravell a CNN en Español. “Las noticias falsas que están muy de moda en estos momentos nosotros las hacemos como un trabajo serio en el sentido que decimos las cosas que están pasando y comentamos la actualidad a través de la sátira y a través del humor”.

Chigüire es una palabra venezolana. Los chistes están diseñados para que sean entendidos, sobre todo, por los venezolanos. Los fundadores de El Chigüire Bipolar se fueron de Venezuela en busca de oportunidades de trabajo, pero el editor y escritores del sitio todavía viven en Caracas. El medio le tira a todo el mundo: Maduro, oficiales venezolanos de alto rango, la Policía Nacional Bolivariana, chavistas, oposición y a los medios.

“Si nuestra labor es señalar lo absurdo, pues parte de lo que debemos asumir es que lo absurdo puede estar en ambos lados de las posturas políticas”, explicó Graziani.

Por ejemplo en la historia sobre la Guardia Nacional deteniendo a una cámara Canon 5D Mark II por “presuntamente estar grabando las acciones de dicho organismo de seguridad”, los escritores aparentemente apuntan al alto número de detenciones arbitrarias realizadas por fuerzas de seguridad del país en los últimos meses. Un estimado señala que más de 4.072 personas han sido detenidas durante las protestas diarias que comenzaron el 1 de abril. Según IPYS Venezuela, se registraron 29 casos de detenciones arbitrarias a miembros de la prensa desde marzo a junio.

En el texto “Conatel obliga a Netflix a pasar cadenas de Maduro”, los autores apuntan a la agencia gubernamental encargada de regular las telecomunicaciones del país. El expresidente Chávez frecuentemente obligaba a las estaciones de radio y televisión a transmitir sus declaraciones públicas, una práctica con la que continúa Maduro.

El Chigüire Bipolar fue uno de los ganadores del Premio Václav Havel para la Disidencia Creativa 2017 el pasado mayo. El premio es concedido por la Human Rights Foundation para celebrar a “aquellos quienes con valentía e ingenio, desenmascaran las mentiras de la dictadura viviendo la verdad”, según el sitio de HRF.

“Es una sensación agridulce en este momento”, dijo Ravell a CNN en Español antes de recibir el premio. “Nos honra tener este premio, pero al mismo tiempo es extraño celebrar algo en este momento porque lo que está pasando en Venezuela no es normal”.

Humor desde la ira

La oposición venezolana está entrando a su quinto mes de protestas en contra del presidente Maduro, tiempo en el cual, según algunos estimados, más de 100 personas han sido asesinadas. Proyectos como El Chigüire Bipolar y Reporte Semanal acaban teniendo que satirizar realidades cada vez más sombrías. Por eso, se preocupan en enfocar el chiste a las personas apropiadas: aquellas que están en el poder.

“Nosotros [los comediantes] nos reímos del poder en cualquiera forma y obviamente requerimos exageración”, dijo Briceño. “La exageración es uno de los recursos de comedia que podemos utilizar, pero cada vez menos, porque es muy difícil exagerar lo que hace este Gobierno. Lo que hace este gobierno es una exageración, per se”.

Por otro lado, está el miedo a que mucha exageración puede minimizar la gravedad de las transgresiones del Gobierno.

“Todo aquel que haga humor de un tipo político en nuestro país siente el temor de que a aligerar la carga, estamos haciéndole el trabajo al gobierno. Uno puede sentir ese temor, porque quizás pospone una reacción mucho más contundente”, reflexionó Briceño. “Y yo creo que por eso, lo que hemos buscado hacer con lo que hacemos es hacer humor desde la ira [...]. Pero ahí también hay que tomar en cuenta que eso tiene sus límites y que hay que introducir matices”.

Graziani sostiene que su objetivo principal es siempre hacer reír a la gente. Dijo que durante los pasados meses su objetivo no ha cambiado, pero que son más cuidadosos con su material.

La crisis política llegó a una especie de clímax el 30 de julio, cuando se realizaron elecciones nacionales para formar una Asamblea Constituyente, un cuerpo de 545 miembros que tendría el poder de revisar la constitución de Venezuela. La participación oficial del gobierno se proclamó a más de 8 millones de votantes, pero un conteo independiente mostró menos de la mitad participaron. El Chigüire Bipolar respondió en su estilo: “Constituyente podría convertirse en primera elección de la historia con más electos que electores”.

“En términos generales Venezuela es país que da para muchísimo humor no solo por las cosas que suceden sino porque a la audiencia le gusta reírse”, dijo Graziani a CNN el pasado mayo. “Pero hay ciertos momentos, como lo que está pasando ahorita, donde definitivamente - no es que dejemos de hacerlo, porque sentimos que es necesario y nuestro objetivo sigue siendo el mismo -, nos tomamos mucho más en serio la conversación detrás del chiste o comentario humorístico o satírico que vamos a hacer”.

Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.

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