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Periodista cubano sale en libertad tras pasar siete meses en centro de detención de ICE; continuará proceso de asilo en EE.UU.

Gracias al pago de una fianza de US $10.000, que lograron recaudar sus amigos en Florida, el periodista cubano José Ramón Ramírez Pantoja salió en libertad bajo palabra para seguir su proceso de asilo en Estados Unidos.

 Journalist José Ramón Ramírez Pantoja in Redondo Beach, Los Angeles. (Courtesy)

Periodista José Ramón Ramírez Pantoja en Redondo Beach, Los Angeles. (Cortesía).

Ramírez fue liberado el 5 de diciembre del centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), en Adelanto, California, en donde estuvo detenido desde el 3 de junio. El periodista ingresó a Estados Unidos el 8 de mayo por el puerto de entrada de San Ysidro, en San Diego, tras cruzar la frontera con Tijuana, México.

El periodista dijo haber tenido que dejar la isla debido a las amenazas de muerte que empezó a recibir por ejercer como periodista independiente. Asimismo, le fue difícil mantenerse tras ser despedido del medio estatal en el que trabajaba como periodista.

La audiencia para empezar su proceso de asilo tuvo lugar el mismo día que salió con libertad bajo palabra. Gracias al apoyo de un familiar cercano pudo presentar una dirección de residencia en Las Vegas, Nevada, a donde sus abogados solicitaron se traslade su próxima audiencia, la cual tendría lugar en los primeros meses de 2020.

Sobre la campaña de recaudación de fondos, que tuvo varias etapas hasta terminar de completar el dinero que él necesitaba para pagar el total de la fianza, Ramírez dijo haberse conmovido mucho.

“Para mí fue muy emocionante, lloré muchísimo. (...) Fue una experiencia realmente muy linda saberse querido por tantas personas, por gente incluso que no me conoce, que se solidarizaron con la causa mía, es decir, con tratar de sacar a una persona de un centro de detención. Es algo de lo más noble que se pueda hacer en esta vida”, dijo Ramírez en entrevista con el Centro Knight.

Antes del 5 de diciembre, su cita en la corte fue postergada dos veces. En un primer momento, su audiencia de solicitud de asilo estaba agendada para el 16 de agosto de 2019, pero debido a una cuarentena de 21 días por casos de varicela en el centro de detención, no pudo asistir. La cuarentena se reanudó por varios días más, razón por la cual tampoco pudo presentarse a la corte en la segunda fecha, el 30 de octubre, según dijo en ese entonces Dagmar Thiel, directora de Fundamedios USA, al Centro Knight.

Ramírez señaló que sin el apoyo de organizaciones como Fundamedios USA y Human Rights First no hubiera podido lograr su libertad ni solicitar asilo.

De acuerdo con el periodista, Fundamedios USA lo contactó con Human Rights First, la cual le consiguió la ayuda pro bono de dos abogados de la firma Covington & Burling LLP.

“Ellos han hecho un trabajo extraordinario, un trabajo excelente. Si hoy precisamente estoy en libertad, es gracias al trabajo de los doctores Morgan E. Lewis y Jeff Kiburtz”, subrayó Ramírez.

Según relató el periodista cubano, él tuvo que dejar Cuba luego de pasar más de dos años sin conseguir un trabajo como periodista independiente que le permitiera mantenerse económicamente y debido a amenazas contra su vida. “Yo salí de Cuba con un susto inmenso”, dijo Ramírez.

Todo empezó en 2016, cuando Ramírez fue despedido de la emisora estatal Radio Holguín, según información del sitio cubano 14ymedio. La razón de su despido fue haber publicado en su perfil de Facebook y en su blog personal, Verdad de Cuba, unas declaraciones de la subdirectora del histórico periódico oficialista Granma.

Ramírez cubrió el discurso de Karina Marrón, la funcionaria de Granma, en el marco del VI Pleno Ampliado del Comité Nacional de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), el 28 de junio, como presidente de la delegación de Holguín. Marrón dijo en ese entonces que las medidas económicas que iban a implementarse en esos meses podrían generar protestas sociales importantes como las del Maleconazo de 1994, de acuerdo con Thiel. Ramírez tuvo que borrar sus publicaciones a pedido de sus empleadores, según contó en su blog. Sin embargo, The Miami Herald en EE.UU., publicó las declaraciones de Marrón citando la publicación del blog de  Ramírez.

Sus empleadores lo responsabilizaron de publicar la información completa en sus redes sociales y blog personal sin tener la autorización de las autoridades.

Meses después de publicar las declaraciones, Ramírez fue suspendido por cinco años por la UPEC, lo que le impidió trabajar en un medio de comunicación oficial, de acuerdo con el Diario de Cuba.

El periodista contó que en los meses y años siguientes sólo pudo trabajar como colaborador en algunos medios independientes de Cuba, hasta que las amenazas y el hostigamiento de las autoridades lo obligaron a dejar la isla. “Cuando ya yo decidí hacerme periodista independiente y empecé a trabajar con medios independientes, fue ahí donde empezó la verdadera persecución y las amenazas”, señaló Ramírez.

Si su proceso de asilo no procediera, su regreso a Cuba sería fatal, señaló Ramírez. No solo tendría que enfrentar una posible campaña de desprestigio en su contra por parte de las autoridades, sino que también correría el riesgo de ir a prisión o de perder la vida, dijo el periodista.

“Los medios de prensa en Cuba son férreamente controlados por el Estado y el pueblo cubano prácticamente no tiene acceso a otros medios de prensa, y lo que le digan a los cubanos en el noticiero nacional o en el periódico Granma, eso lo creen los cubanos a pie en tierra”, dijo Ramírez. “El gobierno en Cuba no le teme absolutamente a nada, que hace lo que tenga que hacer por sostener esa dictadura”, agregó.

“Es muy triste que por una persona disentir, que por una persona no estar de acuerdo con algo, pasen estas cosas tan tristes, tan difíciles y dolorosas, como a una persona como yo, que soy un profesional graduado universitario”, dijo Ramírez. “Que tengan que botarme de mi trabajo, que tengan que sacarme de la Unión de Periodistas de Cuba, por decir la verdad, es vergonzoso. Para mí es vergonzoso lo que está pasando con el periodismo cubano”, concluyó.

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