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“Proyecto Credibilidad” busca diferenciar el periodismo de calidad en Brasil para enfrentar la ola de noticias falsas

Un grupo de periodistas, investigadores y medios de comunicación brasileños se unieron para crear una especie de sello de credibilidad para el periodismo. El proyecto, una asociación entre el Instituto para el Desarrollo del Periodismo (Projor) y la Universidad Estadual Paulista (Unesp) con el apoyo de Google Brasil, quiere desarrollar protocolos y herramientas para identificar y certificar el contenido confiable en internet. El objetivo es diferenciar el periodismo de calidad del ruido en internet, en medio de la ola global de noticias falsas.

En Brasil, así como en Estados Unidos, la polarización política tiene ha contribuido a la diseminación de rumores e información distorsionada. En los días anteriores a la votación del juicio político de la entonces presidenta Dilma Rousseff el pasado abril, tres de las cinco noticias más compartidas en Facebook eran falsas, según una encuesta del Grupo de Investigación en Políticas Públicas de Acceso a la Información de USP, publicado por BBC Brasil.

BuzzFeed realizó una alerta similar: en noviembre el sitio publicó un artículo en el que señaló que “las diez noticias falsas sobre Lava Jato [el gran escándalo de corrupción brasileño] más compartidas en Facebook superaban en  cantidad de interacción a las diez noticias verdaderas más compartidas sobre esta operación”.

Fue con este escenario que surgió el Proyecto Credibilidad que en diciembre de 2016 formó su consorcio de medios que incluyen a Abraji (Associación Brasileña de Periodismo Investigativo), Agência LupaAos FatosFolha de S. PauloJornal da CidadeJornal de JundiaíNexo JornalNova EscolaO GloboO Estado de S. PauloUOL y Zero Hora.

El proyecto debatirá y reflexionará sobre la fragmentación de noticias en el entorno digital, y en una segunda etapa, promoverá hackathons para desarrollar protocolos y prototipos de herramientas para certificar contenido confiable. El Proyecto Credibilidad es un capítulo brasileño de Trust Project que tiene sede en el Centro Markkula de Ética Aplicada de la Universidad de Santa Clara en Estados Unidos.

En Brasil, la idea del proyecto comenzó en 2015 cuando la periodista y presidente de Projor, Angela Pimenta, fue al congreso de Online News Association y estuvo en una charla sobre Trust Project.

“Al final me presenté y le dije que me gustaría llevar eso a Brasil. Comenzamos a hablar con Sally Lehrman, directora de Trust Project, y la gente de Projor también dio el OK”, contó Pimenta al Centro Knight. La periodista compartió la idea con el profesor e investigador del programa de posgrado de Medios y Tecnología de Unesp, Francisco Belda, quien también es parte de Projor, y los dos comenzaron a trabajar juntos en la iniciativa.

Con esto, Unesp entró en la asociación con un núcleo de estudios dentro del programa de posgrado. “Estoy desarrollando una investigación de tres años, teórica y aplicada, sobre credibilidad periodística con estudiantes de maestría, doctorado y pregrado, así como colegas docentes”, explicó Belda, quien es periodista y doctor en Ingeniería de PRoducción de la USP en São Carlos, al Centro Knight.

En Estados Unidos, Trust Project también está patrocinado por Google, así como por instituciones como Markkula Foundation. Como Projor ya tenía proyectos en asocio con Google Brasil, Pimenta se contactó con la organización para presentarle la idea.

“El personal de Google siempre dijo que teníamos que involucrar a los medios en el proyecto, el cual solo avanzaría si estos quisieran participar y tener un papel de liderazgo”, aseguró Pimenta quien fue editora sénior de la revista Exame en Brasilia y recibió una maestría en periodismo de la Universidad de Columbia.

Por eso, en el segundo semestre de 2016, Pimenta y Belda, los dos coordinadores del Proyecto Credibilidad, visitaron varias redacciones y contactaron a los colegas para establecer el consorcio de medios. Según la periodista, los medios de comunicación brasileños reconocieron la importancia y la gravedad de la difusión de noticias falsas en el país, y se embarcaron en el proyecto. Pimenta cree que en la actualidad hay varios componentes que incitan a la producción de información sin buenas prácticas en Brasil.

“Tenemos un ambiente de gran polarización política, una democracia joven y una crisis de confianza en las instituciones en general. El periodismo no puede vivir sin la confianza de su público. Si las personas dejan de creer en las noticias, eso es malo para el periodismo porque el producto pierde valor económico. También es negativo para la democracia porque el periodismo tiene la misión de fiscalizar los poderes”, explicó Pimenta.

Un factor agravante, según Belda, es que hay una especie de analfabetismo sobre noticias. Un periodista con buen olfato logra diferenciar qué es publicidad, opinión, análisis y reportajes, así como noticias con poca credibilidad. El ciudadano del común, muchas veces, confunde el origen y el propósito de los contenidos.

“Hoy en día mucha gente se informa sobre los más variados asuntos en internet de una manera acrítica. La persona confía en una noticia porque un familiar la compartió en Whatsapp o en Facebook, o porque una noticia aparece de manera reiterada cuando busca en internet. Pero no necesariamente esas fuentes son confiables”, aseguró el investigador.

Él dijo que un periodista es capaz de identificar un proceso de investigación riguroso y conoce las fuentes con credibilidad, pero los otros lectores pueden ser engañados con pequeños trucos.

“Algunos hacen diseños que simulan periódicos, pero no tienen una redacción como apoyo. Otros hacen un titular o texto con estilo noticioso, pero sin investigación y sin trabajo de reportería. Y en muchos casos, copian una información tomada de un periódico, pero alteran aspectos de la información, cortando e incluyendo partes. O atribuyen el texto de forma engañosa: ‘este texto fue publicado en la BBC o en el New York Times’ cuando no es verdad”, aseguró Pimenta.

Los coordinadores del proyecto cuentan que en el ambiente caótico de internet, el usuario pierde la rastreabilidad de la información. Además, la redacción que produce el contenido muchas veces no tiene el control de su distribución. Por eso, la reputación de la marca no sería suficiente para garantizar la calidad de la información en internet, como ocurre con el periódico impreso, por ejemplo, afirmó Belda.

“Muchas veces el lector no se siente atraído por el noticiero confiable porque acaba encontrando textos de calidad dudosa, pero más atractivos de leer y más probabilidades de ser compartidos en redes sociales”, dijo el investigador.

Del debate a las herramientas

El Proyecto Credibilidad se encuentra en su etapa inicial. Primero, el grupo organizó una encuentra con cerca de 300 periodistas que debe ser finalizada en diciembre. Esta encuentra permitirá establecer algunos criterios de credibilidad - el resultado será debatido en el consorcio, que definirá los atributos. El objetivo es llegar a una lista de características, algunas subjetivas y otras más objetivas, que en el futuro sirva como base para las herramientas de autenticación y certificación.

El Trust Project, por ejemplo, acaba de organizar el hackathon en BBC en Londres para crear prototipos de herramientas con base en los siguientes criterios de credibilidad: mejores prácticas (políticas sobre ética, diversidad, correcciones, etc.); currículum del autor; citaciones y referencias; etiquetas para diferenciar noticias, análisis, opinión y publicidad; reportería original; ubicación (contexto y antecedentes de la noticia, localización del autor en el momento de la redacción); diversidad de voces; retroalimentación accionable para el público y la redacción; y geolocalización de los reportajes. Además de BBC News Lab, participaron también medios como The EconomistThe GuardianLa Stampa, entre otros.

Según Pimenta, el Proyecto Credibilidad no necesita seguir los mismos criterios, pero la lista va a ayudar en la elaboración de los atributos en Brasil. “Consideramos que esa información hace parte de la gobernanza periodística. Aquellos que compran y leen noticias tienen el derecho a saber esto. Por ejemplo, ¿quién es el autor?, ¿es un periodista formado, ha escrito algún libro sobre el tema, ha ganado algún premio, ha cubierto alguna guerra?, ¿salió el periodista a cubrir el tema?, ¿dónde está localizado?”, explicó Pimenta.

Uno de las misiones del proyecto es promover el debate sobre la credibilidad tanto en academia como en el consorcio. Así, el proyecto busca llevar variedad a los perfiles de los grupos mediáticos y reunir a profesionales que trabajan dentro de las redacciones en posiciones de liderazgo.

“Tenemos representantes de agencias de verificación de datos, de grandes medios impresos y de otros que están emergiendo en el periodismo digital ,como Nexo, y que están comprometidos con el periodismo de calidad”, explicó Belda.

Después de los debates, viene la etapa dos de hackathons para desarrollar los protocolos. Según los coordinadores, el objetivo no es crear un único código fuente, herramienta o aplicación, sino establecer un conjunto de procedimientos e instrucciones que sirvan de modelo para todos los medios. En este sentido, el prototipo sería útil apenas como demostración.

“Esta secuencia de procedimientos pueden ser incorporados en varios programas. Entonces Estadão, Folha o Nexo, cada uno puede tener su aplicativo, pero todo estarían comprometidos con el protocolo de credibilidad, que una vez seguido, que da al periódico una especie de sello de calidad, como el sello de los productos orgánicos”, explicó Belda.

La idea inicial del proyecto es construir una capa de metadatos en la que los periodistas pueden insertar otras informaciones, marcadores y etiquetas sobre su contenido como por ejemplo autoría, referencias, fuentes y geolocalización. “Esos metadatos no necesitan ser exhibidos ostentosamente, sino que estarían registrados como una forma de rastrear y hacer más referencias al reportaje”, aseguró Belda.

Estas buenas prácticas pueden ser replicadas y adaptadas al software de publicación de cada medio de comunicación. “¿Será que su software de publicación está adaptado para insertar algunos metadatos? Si no lo está, podemos sugerir algunas adaptaciones, pero no vamos a invadir la tecnología de cada medio y estandarizarlo como nosotros lo consideremos mejor”, agregó el investigador.

Los primeros hackathons deben ser realizados en próximo año después de la etapa de reuniones y debates del consorcio. Para saber más y seguir al Proyecto Credibilidad, haga clic aquí para inscribirse al boletín semanal del proyecto.

Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.

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