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“Uno sabe que le debe a la gente muchísimo, sobre todo escribir la historia de la manera más fiel que uno pueda”: Daniel Alarcón, premio Maria Moors Cabot 2022

Las más de 300 historias narradas en Radio Ambulante en un poco más de una década sin duda han logrado unir a oyentes de toda América Latina y Estados Unidos. Este podcast, por ejemplo, dio a conocer historias como la de la leyenda del fútbol brasileño que nunca jugó un partido, la violencia contra periodistas mexicanos representado en el caso de Anabel Hernández, la toma del Palacio de Justicia de Colombia en 1985 por un grupo guerrillero y la tragedia que ocasionó la adaptación de “La guerra de los mundos” transmitida por Radio Quito en 1949.

Era cuestión de tiempo, entonces, que Daniel Alarcón – cofundador y productor ejecutivo de Radio Ambulante – recibiera el Premio Maria Moors Cabot, un premio otorgado por la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia en Nueva York y que reconoce la trayectoria periodística de aquellas personas que “fomentan el entendimiento interamericano”.

“[Daniel Alarcón] ha dedicado su carrera narrando historias de las Américas en inglés y español, en forma impresa y en audio, en ficción y no ficción”, señaló el jurado del Moors Cabot destacando su trabajo para The New Yorker cubriendo América Latina, en Radio Ambulante y sus libros. “Por todas estas innovaciones en la narración y el fomento de una amplia comunidad de oyentes, nos enorgullece otorgar a Daniel Alarcón el Premio Maria Moors Cabot”.

Periodista Daniel Alarcón

Daniel Alarcón. (Foto: John D. and Catherine T. MacArthur Foundation)

“Es un premio particularmente grato porque para mí el premio Cabot es es un premio muy latinoamericano – sé que se otorga en Nueva York, en la Universidad de Columbia, etc., pero a diferencia de otros premios, tiene una personalidad y una identidad bastante latinoamericana, y [para mí], siendo peruano pero habiendo crecido en Estados Unidos, siempre me emociona ese tipo de reconocimientos”, dijo el periodista en una entrevista con LatAm Journalism Review (LJR) a propósito de este reconocimiento que será entregado el próximo 11 de octubre.

Y es que parece que, así como el premio, la vida de Alarcón se divide entre estos dos mundos, entre inglés y español, en búsqueda de unas raíces latinoamericanas que para un niño nacido en Lima (Perú) y criado en ​​Birmingham, Alabama, no parecían tener mucho sentido hasta cuando llegó a Nueva York.

Fue allí – en “la ciudad de mis sueños”, como dice Alarcón – y con esa curiosidad innata que lo caracteriza y que plasma muy bien en sus historias, descubrió que el español servía mucho más que para hablar con sus padres: “me servía para conocer todo el mundo y conocer mejor esta ciudad”.

“Cuando llegué a Nueva York mi bagaje cultural y lingüístico que estaba ahí escondido se hizo sumamente relevante de inmediato”, aseguró. “Porque en Nueva York la gente me hablaba en español de una, sin preguntar si hablaba español. Entonces eso se volvió súper interesante”.

En el día a día – mientras jugaba fútbol o en el metro y luego en la universidad – descubrió a Latinoamérica, a la de la región y la que vive en Estados Unidos. Se dio cuenta que había una necesidad de historias, y en él una necesidad de contarlas en su otro idioma.

Fue así que 2011, junto con quien hoy es su esposa, Carolina Guerrero, fundó Radio Ambulante: un poco buscando reactivar sus raíces latinas, pero también buscando innovar con un recurso para entonces poco conocido en la región, al mismo tiempo que respondía a una necesidad periodística dentro de la comunidad latina.

“Sentíamos también que en América Latina estábamos ávidos de escuchar historias de la región – porque las noticias locales son abrumadoras a veces –, pero que que la gente no estaba satisfecha con solo escuchar los pormenores de la vida política de cada uno de nuestros países, que también son noticias agobiantes”, dijo Alarcón.

La narración de historias latinoamericanas a través de un podcast también sirvió para volver a la vida al “boom de la crónica latinoamericana” de hace 15 años y que tuvo su mejor expresión en las revistas de largo aliento como Etiqueta Negra, pero que ante la crisis de medios algunas estaban cerrando. “Había mucho talento en las redacciones de Latinoamérica”.

Pero Radio Ambulante era especialmente para Alarcón la posibilidad de trabajar en español.

“Para mí escribir en español era algo que siempre quise hacer, pero sentía que no manejaba el lenguaje, digamos, académico o literario, como manejo el inglés. Entonces escribir para audio era perfecto para mí, porque era un registro del idioma que yo sí conozco. Es el registro oral, es el de contarle una historia a un amigo”, explicó Alarcón. “Y la radio tiene esta cosa muy atractiva que es que uno huye del lenguaje formal, uno huye del lenguaje barroco o rococó que a veces se usa en la literatura latinoamericana. Al contrario, uno busca exactamente esa cotidianidad, esa amabilidad, esa accesibilidad que uno tiene cuando está con los amigos en un bar contando una historia. Todo eso me parecía sumamente atractivo”.

Y eso dio resultado. Alarcón, Radio Ambulante y todo su equipo han recibido diferentes premios entre los que se destacan los de la Fundación Gabo, Premio Roche de Salud y diferentes Premios Nacionales Simón Bolívar. Alarcón también fue reconocido con el MacArthur Genius Award en 2021, premio que lo sorprendió. “Pensé que mi trabajo en Radio Ambulante, por ser en español, era invisible para reconocimientos como este. No puedo explicar el orgullo que siento, como escritor y periodista, pero también como inmigrante y latino”, dijo en ese momento.

Lo cierto es que Radio Ambulante se considera una historia de éxito, inspirando a otras generaciones de periodistas, pero especialmente conectando a una región tan diversa como única.

“La importancia de Radio Ambulante viene de su visión regional, de su visión cosmopolita, de que siempre respetamos nuestra audiencia lo suficiente para creer que son inteligentes y curiosos como nosotros”, dijo. “Es decir, que nuestra audiencia es gente como nosotros que si bien no saben todo, les interesa todo. Les puede interesar países que no han visitado, gente que nunca van a conocer y que están buscando siempre conectar problemáticas de un país a la otra o de entender la humanidad de gente que vive en lugares lejanos a ellos”.

Honestidad, ética y autenticidad para hacer periodismo

El periodismo se convirtió para Alarcón en el camino para “trabajar en narrativa, pero escaparme de la novela”. Aunque ha escrito dos novelas que han sido finalistas en premios como National Book Award o el PEN-Faulkner Prize, considera este proceso “una de las cosas más difíciles” que ha hecho.

Los viajes de reportería, hablar con la gente y plasmar esas historias le permitieron unir su pasión por contar historias y explorar diferentes formatos. Son miles las historias con las que se ha encontrado, pero sin duda, una de las que más lo han marcado fue sobre cómo se desarrolló la pandemia de COVID en Guayaquil, Ecuador, publicada recientemente para The New Yorker.

“Me costó muchísimo. Me pareció casi una tristeza infinita lo que sufrió en esa ciudad”, dijo. “Y creo que lo más difícil fue, en la medida que iba entendiendo la historia y lo que había sucedido en Guayaquil, me hacía una idea de la estructura narrativa que necesitaba para contar esa historia y contarla bien, y para eso necesitaba hablar con mucha gente que había sufrido algo muy terrible, sabiendo que solo iba poder usar una historia como protagonista”.

Para Alarcón este trabajo necesario en el periodismo, que a veces parece “un casting”, le afectó a tal punto que tuvo pesadillas. Pero lo afrontó con la mayor ética y respeto para reflejar la historia de la mejor manera posible.

“Tener que pedirle a mucha gente que me cuente el peor día de su vida sabiendo que no iba a poder usar sus historias… es ahí cuando uno se da cuenta de lo éticamente complejo que es este trabajo. Y uno sabe que le debe a esa gente muchísimo, sobre todo, escribir la historia de la manera más fiel que uno pueda”, aseguró.

Ante la pregunta de consejos para los periodistas más jóvenes, Alarcón aseguró que lo primero es ser “uno mismo. Nunca aparentar lo que no es”. A esto agrega ser curioso, estar presente en todo sentido – mirar a los ojos, estar atento a lo que le cuentan – y ser “emocionalmente honesto”. Y para el caso del periodismo narrativo “asumir que la memoria es tu primer editor”. Alarcón señala que es importante poner atención a las cosas que se le cuentan a otra personas después de una entrevista o de un viaje de reportería.

“Presta atención a las cosas que le cuentas”, dijo. “Esas cosas que tú le cuentas a esa persona, eso es tu primer borrador. Eso es lo importante. Eso es lo clave de la historia y de las entrevistas y hay que prestarle atención, porque esa memoria, esa primera versión, es tu primer borrador”.

Nuevos proyectos, más tiempo personal

Daniel no descansa. Además de Radio Ambulante, The New Yorker y de dar clases en la Universidad de Columbia, retomó los shows en vivo de Radio Ambulante después de la pandemia. La grabación en vivo de los episodios del podcast, con el apoyo de NPR (la radio pública de Estados Unidos) ahora en alianza con Hay Festival llegará a algunos países de América Latina, como Colombia, México y Perú.

También está planeando nuevos proyectos de narración en audio, que es una de sus pasiones, aunque no quiere dar muchos detalles hasta que no sean una realidad.

Sin embargo, algo que tiene claro es que busca reducir el ritmo de trabajo y producción para dedicarle más tiempo a su familia. Para Alarcón es muy importante estar presente en la vida de sus dos hijos, de 16 y 8 años.

“He estado muy ocupado, demasiado ocupado por una década y quisiera estar menos ocupado porque los niños crecen rápido, porque la vida es una sola y porque estar tan ocupado también tiene un costo. Entonces quiero disfrutar un poco más de la vida”.

La pandemia, como a muchas familias, le permitió compartir con sus hijos. Y aunque reconoce lo difícil que fue emocionalmente este tiempo y lo trágico que fue para millones personas, agradece el freno que puso en su ritmo de viajes.

“Nunca más voy a tener la oportunidad de estar y pasar tantas horas con mis hijos, y sobre todo con el chiquito pasé hora tras horas con él en un momento de su desarrollo emocional, creativo e intelectual increíble”, dijo. “Entonces el haber estado en primera fila para observar ese crecimiento también ha sido súper bonito”.

Además de Daniel Alarcón, el premio Maria Moors Cabot 2022 será entregado a la periodista independiente mexicana Laura Castellanos, al periodista de investigación y escritor chileno Daniel Matamala, y al corresponsal británico en México Ioan Grillo. El periodista mexicano Javier Garza recibirá una mención especial.

(Foto de banner: John D. and Catherine T. MacArthur Foundation)

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