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Violencia contra la prensa sube de nivel en México en 2010 y narcotraficantes no son los únicos agresores: informe

Al menos 139 periodistas y 21 medios de comunicación fueron agredidos en México por razones vinculadas a su trabajo en el 2010, año en que la violencia contra la prensa aumentó de nivel y los narcotraficantes no fueron los únicos principales agresores, afirma el informe anual del Centro de Periodismo y Ética Pública (CEPET).

El año pasado nueve trabajadores de los medios fueron asesinados, otros tres reporteros desaparecieron y dos abandonaron el país tras recibir amenazas de muerte, consigna el reporte "De la Autocensura a la Interlocución con los Victimarios".

2010 fue un año en que la violencia se ensañó. No sólo 15.273 personas fueron asesinadas en todo el país en crímenes relacionados con grupos del narcotráfico, sino que las bandas del crimen organizado escalaron sus estrategias contra los medios.

“Los delincuentes transitaron de las amenazas y las exigencias informativas con las que muchos medios habían aprendido a convivir cotidianamente, a un nuevo escenario en el que grupos criminales se convirtieron en secuestradores de periodistas en el desempeño de su trabajo, para usarlos como moneda de cambio y exigir a sus empresas la difusión de sus mensajes”, señala el reporte. El estado con más agresiones registradas fue Chihuahua, en la frontera con Estados Unidos, con 17 casos.

A pesar de que los ataques de los traficantes de drogas constituyen gran parte de las agresiones a la prensa en México, una cifra creciente de casos (33 en el 2010) representa violencia ejercida de parte de cuerpos de seguridad y fuerzas del orden.

El presidente del consejo directivo de CEPET, Francisco Vidal, consideró que es importante que los medios aporten su grano de arena para acabar con el clima de violencia en el país. Afirmó que deben implementar prácticas de protección de sus periodistas, especialmente en las zonas más conflictivas, y frenar el “lenguaje de guerra” que inunda sus páginas, no sólo con palabras, sino con imágenes sangrientas.

Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.

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