En estos días, en que los encabezados de los medios de todo el mundo parecen a veces absurdos, los redactores latinoamericanos han aprovechado la naturaleza extravagante de las situaciones políticas y económicas de sus países para crear contenido que alimente la creciente lista de publicaciones satíricas de la región.
Recientemente, un tribunal de São Paulo había aprobado que los investigadores pudieran acceder a los registros telefónicos de Matais. La decisión estuvo relacionada a una serie de reportajes escritos por la periodista en el diario Folha de S. Paulo en 2012.
Las autoridades locales le informaron al semanario mexicano Zeta que un grupo criminal ordenó un ataque en su contra después de que el medio publicara fotos de presuntos miembros del crimen organizado en la portada de su edición del 25 de noviembre, aseguró Zeta.
El capítulo venezolano de la organización internacional Chicas Poderosas se estrenó recientemente en Caracas con un taller de análisis de datos y programación y una “hackatón” de datos públicos.
Al menos veinte profesionales de los medios murieron en un accidente aéreo en la noche del 28 de noviembre cerca de la ciudad de Medellín, Colombia. Los periodistas acompañaban la delegación del equipo de fútbol brasileño Chapecoense que viajaba para jugar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana.
Con la presencia del subdirector General de la Unesco para la Comunicación e Información, Frank La Rue, representantes de los tres poderes de Paraguay firmaron el pasado 28 de noviembre una Carta de Intención para Establecer un Mecanismo de Seguridad a los Periodistas del Paraguay.
En 2001, la fotoperiodista estadounidense Leslie Mazoch consiguió su empleó soñado en la agencia de noticias Associated Press (AP), uno de los más reconocidos servicios internacionales de noticias. Ella se mudó a Venezuela para empezar su carrera y hacer, por los siguientes seis años, fotos de temas financieros, políticos y sociales en ese país latinoamericano.
Se trata de un edificio de tres plantas y 300 metros cuadrados, en una calle arbolada en Botafogo, al sur de Río de Janeiro. Un espacio noble, por dentro y por fuera, dedicado al periodismo. La fachada es antigua, bien conservada, con paredes pintadas en rosa y detalles en blanco. En el interior, sus techos son altos y uno está adornado por una lámpara de cristal suntuoso. Los pisos y las ventanas de madera oscura, además de la escalera, dan un aire acogedor.
Actualización (26 de nov.): El juez Édgar Flores de la Corte Nacional de Justicia aceptó el 21 de noviembre el recurso de Hábeas Corpus presentado por los abogados del periodista ecuatoriano Fernando Villavicencio, dejando sin efecto la orden de captura emitida en su contra el 14 de noviembre por el juez Jorge Blum.
En la última semana, tanto la periodista mexicana Carmen Aristegui como el medio que ella dirige, Aristegui Noticias, han denunciando una serie de hechos que aún sin saber si están vinculados entre sí cuestionan qué tan segura se encuentra la comunicadora y su equipo en el país.
El tradicional diario estadounidense The New York Times publicó el pasado lunes 21 de noviembre un reportaje sobre la mafia y las pandillas de El Salvador, con la colaboración del premiado sitio salvadoreño de periodismo investigativo El Faro.
Ocho años después de llegar a Estados Unidos, el periodista mexicano Emilio Gutiérrez Soto finalmente logró contarle su historia a un juez que decidirá si le concede o no asilo en EE.UU. Ha sido casi una década en un limbo legal con llamados y aplazamientos. Años separado de su familia y amigos. Días gastados en […]