Hernán Choquepata Ordoñez, periodista peruano de la radio La Ribereña, se encontraba programando música para su espacio radial “Habla el pueblo” cuando desconocidos entraron a la cabina y le propinaron una golpiza que terminó quitándole la vida el domingo 20 de noviembre, informó el diario La República.
#Arequipa: locutor fue asesinado en cabina de radio de Camaná ► https://t.co/bKcDdZhT6Y pic.twitter.com/VwdLWbdHil
— El Comercio (@elcomercio) November 21, 2016
‘Randy’, como era conocido el comunicador, trabajaba para esta radio en la provincia de Camaná, departamento de Arequipa, desde hace dos años, agregó La República. En su programa solía hacer críticas a las autoridades locales y sobre la inversión en obras en el lugar, publicó el portal El Búho.
De acuerdo con La República, se cree que los atacantes sabían que el periodista se encontraba solo y aprovecharon el momento indicado para atacarlo, pues el periodista no alcanzó a pedir ayuda por el micrófono y la música continuó sonando.
El periodista fue encontrado sobre la consola de programación con su cabeza destrozada, agregó este diario. Según El Comercio, el periodista fue trasladado a un centro asistencial, pero fue remitido a un segundo hospital debido a la gravedad de sus heridas. Sin embargo, a este segundo lugar llegó sin vida.
Los equipos de la emisora también fueron destruidos a golpes por los mismos desconocidos que asesinaron al periodista, pero no se produjo ningún robo, informó Diario Correo.
Aunque las autoridades aún investigan los móviles del crimen, algunos periodistas sospechan que se trata de una retaliación por el trabajo de Choquetapa Ordoñez. Según el presidente del Centro Federado de Periodistas de Camaná, Jorge Gamez, las averiguaciones de periodistas de la zona señalan que varios comunicadores de La Ribereña tienen una posición crítica hacia las autoridades, según El Comercio.
Asimismo, El Comercio agregó que periodistas de La Ribereña habían manifestado haber recibido amenazas de muerte hace más de un mes y habían solicitado que la policía identificara a los autores de estas amenazas.
La Asociación Nacional de Periodistas (ANP) de Perú condenó el asesinato y exigió a las autoridades “investigar con celeridad lo ocurrido y demanda considerar el móvil profesional como prioridad”, según un comunicado de la organización. Para la ANP, este ataque tuvo como objetivo “acallar una voz incómoda en la provincia”.
La ANP destacó el trabajo crítico hacia las autoridades por parte del periodista, así como su “alto sentido de solidaridad” reconocido por lo sectores menos favorecidos de la región. La organización también pidió al Ministerio del Interior “destacar a sus mejores efectivos para resolver con prontitud este crimen” especialmente por el efecto inhibitorio que tiene sobre otros periodistas.
“Tras un hecho de esta naturaleza el miedo suele instalarse entre quienes destapan hechos de corrupción al constatar que pueden ser objeto de las más violentas represalias por su quehacer informativo”, dijo la ANP según el comunicado.
Choquepata Ordoñez, de 45 años, estaba casado y tenía dos hijos menores de edad, informó Diario Correo.
La violencia mortal contra periodistas en Perú no suele ser muy común. De acuerdo con el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), desde 1992 hasta la fecha se han registrado ocho asesinatos de periodistas por motivos relacionados con su trabajo. El último de ellos en 2008. Sin embargo, registra los homicidios de otros siete periodistas en los que no son claros los móviles como son los casos de Fernando Raymondi, en 2014, y de Luis Choy, en 2013.
Sin embargo, en 2014 organizaciones como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y el Consejo de Prensa Peruana (CPP) alertaron sobre el incremento de violencia y ataques en contra de los periodistas del país. También ese año un reporte de la Oficina Nacional de Derechos Humanos de la ANP señaló que cada cuatro días un periodista en Perú es víctima de atentados, amenazas y/o persecución judicial.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.
