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Corte para crímenes contra mujeres en Guatemala ordena a periodista no "perturbar" a vicepresidenta

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  • 3 enero, 2014

Por Alejandro Martínez

El director del diario guatemalteco elPeriódico, José Rubén Zamora, aseguró en una reciente nota de opinión que no pagará una multa de 500 quetzales (alrededor de 63 dólares) – so pena de ser sentenciado a prisión por desobediencia – tras desafiar una reciente orden judicial en su contra que le prohíbe que “perturbe o intimide” a la vicepresidenta del país Ingrid Roxanna Baldetti.

La orden de la jueza de turno de Primera Instancia Penal de Delitos de Feminicidio y otras Formas de Violencia contra la Mujer y la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas, Karen Jeanette Chinchilla Menéndez, emitida el 17 de diciembre de 2013, también le prohíbe acercarse al domicilio de Baldetti y a su lugar de trabajo por un periodo de seis meses.

En su nota de opinión del 31 de diciembre “Preso de conciencia, antes que tolerar la prostitución de la ley”, Zamora dijo que Chinchilla Menéndez desestimó todos los argumentos jurídicos en los que el periodista disputó que sus críticas en contra de la vicepresidenta se tipificaran bajo la Ley de Feminicidio de Guatemala. Como ya ha escrito sobre Baldetti desde que recibió la orden, Zamora aseguró que en cualquier momento podría recibir una citación o ser conducido ante las autoridades por desobediencia y recibir la multa.

“Estoy dispuesto a ir a la cárcel, antes que pagar esta multa de Q 500, que tienen su origen espurio en una estúpida aberración jurídica. Pagar, sería avalar una decisión judicial a todas luces antojadiza, ilegal e injusta, dictada por la jueza Chinchilla sólo con el ánimo de quedar bien con la todopoderosa Vicepresidenta”, escribió Zamora.

Zamora lamentó el uso de las leyes contra los crímenes de género de Guatemala para limitar la libertad de expresión con fines políticos y, en otra nota publicada en elPeriódico, escribió que, como funcionaria pública y sin importar su género, Baldetti “es susceptible de crítica, fiscalización, escrutinio riguroso y comentarios, a través de los medios de comunicación”.

“Esta vez, en otro intento de anular la libertad de prensa, la señora Vicepresidenta, ha empleado su poder e influencia, para emitir una orden judicial (…) como, si por su condición de mujer, y no de funcionaria, ha sido señalada y criticada en elPeriódico y por mí, por sus extendidos actos de voraz corrupción, su demostrada ineptitud para gobernar, sus reiterados actos de abuso de autoridad, sus serios indicios de asociación con el crimen organizado, su participación prominente en redes clandestinas que tienen infiltrado el Estado y su obvio y evidente enriquecimiento ilícito (inexplicable a través de medios decentes y lícitos)”, escribió.

Abogados guatemaltecos y organizaciones internacionales criticaron la orden.

“Lo que más llama la atención de esta insólita orden judicial es que se trata de una nueva forma de blindar a un funcionario de las críticas”, dijo Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, quien llamó a que el país desechara la orden por contravenir “principios constitucionales y legales elementales en materia de libertad de expresión en Guatemala”.

Zamora ha investigado y criticado regularmente a Baldetti. En abril del año pasado, tras la publicación de una nota que subraya los casos de corrupción que han rodeado a personas cercanas a la funcionaria y cuestiona los lujos de Baldetti en la última década, elPeriódico fue blanco del sexto ataque cibernético en su contra, el cual, al igual que los anteriores, Zamora aseguró que provino del gobierno.

Zamora es fundador del diario Siglo Veintiuno que ayudó a prevenir el autogolpe de estado del entonces presidente Jorge Elias Serrano, ganador en 1995 del Premio Internacional a la Libertad de Prensa del Comité para la Protección de Periodistas y uno de los periodistas más reconocidos en Centroamérica. Por su trabajo como periodista, ha sido el blanco de secuestros, amenazas de muerte y atentados.

En 2003, agentes de la contrainteligencia militar simularon su ejecución tres veces y lo secuestraron, junto a su esposa y tres hijos, con armas apuntadas a la cabeza. Desde 1994 ha sido atacado a tiros, su vehículo fue destruido con una granada, y ha sido el blanco de persecución fiscal y demandas en cortes militares.

En un breve intercambio por correo electrónico con el Centro Knight para el Periodismo en las Américas, Zamora dijo sobre la posibilidad de ir a prisión por no pagar la multa que "prefiero ir a la cárcel si es necesario, aunque ahí tendría que convivir con los militares de contrainteligencia que allanaron mi casa en 2003 y con los tres autores materiales del intento de asesinato que sufrí en el 2008".

Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.

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