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Después de 19 años, dos exparamilitares son condenados por el secuestro, tortura y abuso sexual de periodista colombiana

Por Silvia HigueraTeresa Mioli

Dos exparamilitares fueron condenados a un total de 70 años de prisión en relación con el secuestro, tortura y violencia sexual de la periodista colombiana Jineth Bedoya Lima ocurridos hace casi 20 años.

Jineth Bedoya Lima y Pedro Vaca hablan sobre la sentencia de dos hombres en el caso de su secuestro, tortura y violencia sexual. (Captura de pantalla/FLIP). Jineth Bedoya Lima y Pedro Vaca hablan sobre la sentencia de dos hombres en el caso de su secuestro, tortura y violencia sexual. (Captura de pantalla/FLIP).

Alejandro Cárdenas Orozco, alias ‘JJ’, fue sentenciado a 30 años de prisión por el delito de acceso carnal violento agravado en persona protegida, y Jesús Emiro Rivera Pereira, alias ‘Huevoepisca’, a 40 años por secuestro, tortura y acceso carnal violento, según el periódico El Tiempo. Ambos eran miembros del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Cabe resaltar que el juzgado le pidió a la Fiscalía investigar al general en retiro de la Policía, José Leonardo Gallego, quien en ese momento dirigía la Dirección de Investigación Criminal (Dijín) de esta entidad, y quien ha sido mencionado en el desarrollo de la investigación del crimen contra Bedoya, publicó El Tiempo. Según el diario, se trató de un “acto histórico”.

“Atendiendo que a partir de las pruebas allegadas a la presente actuación, en especial por el relato de los hechos suministrado durante la vista pública por la víctima Jineth Bedoya, se podría colegir la eventual responsabilidad de terceras personas en este mismo caso, incluidos algunos servidores públicos como el señor general retirado de la Policía Nacional José Leonardo Gallego, entonces director de la Dijín”, dice el fallo según el diario El Espectador.

En 211, Cárdenas Orozco aceptó algunos de los cargos que se le imputaban, pero luego se retractó, según El Espectador. No obstante, fue sentenciado a 11 años y cinco meses de prisión en febrero de 2016 por los delitos de secuestro simple y tortura.

En agosto de 2017, la Corte Suprema de Colombia confirmó una decisión anterior que lo excluía a él y a otra persona de los beneficios de la Ley de Justicia y Paz, que podría haberle otorgado sentencias reducidas, en el marco de un proceso de paz entre este grupo y el Estado.

En un comunicado la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), organización que desde 2011 es el representante judicial de Bedoya, reconoció a la reciente decisión “como un avance en el esclarecimiento de los hechos”, pero “advierte enfáticamente que esta sentencia no puede entenderse como la superación de la impunidad en el caso”.

En una declaración junto con Pedro Vaca, director ejecutivo de la FLIP, Bedoya resaltó que la sentencia reconoce que su crimen pudo haber sido evitado si el Estado hubiera dado garantías toda vez que había sido víctima de amenazas previas y de un atentando en el que casi muere su madre.

“También quiero resaltar que el Juzgado Quinto Especializado escucha por fin ese clamor que hemos hecho mil veces las víctimas de violencia sexual y es que entiendan esa posición y ese estado desde el que hablamos y desde el que se nos juzga a nosotras mismas”, dijo Bedoya.

“Muchas veces – en la cantidad de veces que me revictimizaron en medio de las audiencias, en la que la propia Fiscalía me obligó a ir a declarar – tuve que escuchar de mis victimarios decir que yo era una mentirosa, que me estaba inventando la violación. Lo tuve que escuchar no solamente de ellos sino de muchas personas. Y hoy esta sentencia confirma, ratifica y me dice a mí que efectivamente esto nunca no lo inventamos y está consignado así en la sentencia. Hace un llamado claro que el testimonio de una mujer que ha afrontado violencia sexual tiene que ser escuchado, respetado y no revictimizado”, aseguró la periodista.

Vaca señala como un resultado “mínimo” estas sentencias si se tienen en cuenta los 19 años que han pasado y las “más de 12 citaciones reiteradas a repetir la historia por parte de la víctima a un costo emocional, físico y de salud tremendamente desgastante”.

Para la FLIP este “no es un punto de llegada” sino de partida porque aún no han sido sancionados todas las personas que podrían ser responsables en el crimen. Según su comunicado, en la investigación “se han mencionado a por lo menos 25 personas – incluyendo funcionarios públicos – que podrían estar involucrados en los hechos”.

Sin embargo, esta es solo la tercera condena en el crimen contra la periodista. En marzo de 2016, Mario Jaimes Mejía, alias ‘El Panadero’, fue condenado a 28 años de prisión.

Bedoya Lima, ahora subeditora del periódico El Tiempo, fue secuestrada el 25 de mayo de 2000 en la puerta de la cárcel La Modelo de Bogotá, donde investigaba la muerte de 26 internos y presunto tráfico de armas. Durante su secuestro fue golpeada, amenazada, violada y luego abandonada.

La tortura y el abuso sexual que sufrió fueron declarados crímenes de lesa humanidad por la Fiscalía General de la Nación en el año 2012 y el caso se hizo imprescriptible, lo que significa que no hay límite de tiempo para investigarlo.

Vaca también resaltó el hecho de que esta nueva sentencia ratificara el crimen como uno de lesa humanidad lo que significa que “los esfuerzos del Estado en investigación y sanción no deben parar aquí”, según dijo en el comunicado.

Bedoya creó en 2009 la campaña “No es hora de callar” con el propósito de que las mujeres víctimas de violencia denuncien. También ha trabajado con las víctimas del conflicto armado del país.

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