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El tercer año de Bolsonaro en el cargo termina con renovadas acusaciones de hostilidad hacia la prensa y una petición ante la Corte Suprema

Una agresión física a los reporteros que cubrían la visita del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, al estado de Bahía ha renovado las acusaciones de que las propias palabras y acciones del líder, así como las de su familia y simpatizantes, han fomentado un ambiente hostil para la prensa.

Jair Bolsonaro (By Antonio Cruz-Agência Brasil)

El presidente Jair Bolsonaro (Foto: Antonio Cruz/Agência Brasil)

El 12 de diciembre, su equipo de seguridad y simpatizantes atacaron a los reporteros de TV Bahía que cubrían la visita del presidente a Itamaraju. Esto ocurre luego de un incidente en Roma, Italia, el mes pasado cuando un guardia de seguridad golpeó a un corresponsal de Globo en el estómago cuando intentaba hacerle una pregunta a Bolsonaro.

Luego, la Red de Sustentabilidad, un pequeño partido del sistema político brasileño, presentó una petición ante la Corte Suprema pidiendo a la Presidencia garantizar tanto el trabajo de prensa como la integridad de la cobertura profesional de Bolsonaro, según informó UOL.

“No se puede tolerar un día más en que el Jefe de Estado y de Gobierno -que debe actuar para preservar el buen desempeño de la prensa y asegurar la garantía de los derechos fundamentales del pueblo brasileño consignados en nuestra Magna Carta- aliente y permita, a través de sus guardias de seguridad y simpatizantes, agresiones físicas contra profesionales de la prensa”, se lee en la petición.

También pidió que se impida a Bolsonaro llevar a cabo o alentar ataques verbales o físicos a la prensa, o que sea multado, agregó UOL.

El fiscal general Augusto Aras se opone a que la Corte Suprema acepte el caso por cuestiones de procedimiento.

Brasil ocupa el puesto 111 entre 180 países en el Índice Mundial de Libertad de Prensa 2021 de Reporteros sin Fronteras (RSF, por sus siglas en francés) debido en parte a un “clima de odio y sospecha alimentado por Bolsonaro”.

“En términos generales, lo que él está haciendo realmente socava la confianza del público en toda esta industria y en la información que obtienen”, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) Natalie Southwick, Coordinadora del Programa para América Latina y el Caribe de la organización sin fines de lucro Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). “Estás sembrando dudas y tratando de posicionarte como la autoridad de lo que es la verdad, y eso es increíblemente peligroso cuando tienes líderes que no son honestos y líderes que quieren controlar la narrativa”.

Según una investigación de RSF sobre el discurso de la familia Bolsonaro, ministros, vicepresidente y secretaría especial de comunicación social, hubo al menos 580 ataques a la prensa en 2020. Agregó que el 85 por ciento provino del presidente y sus tres hijos que ocupar cargos electos y que “las redes sociales son el principal canal utilizado por el ‘Sistema Bolsonaro’ para acosar a los periodistas”. RSF describe el ‘Sistema Bolsonaro’ como los ataques persistentes contra periodistas y los medios de comunicación en general por parte de Bolsonaro, sus colegas y sus partidarios.

RSF también encontró que los ataques sexistas y misóginos dirigidos a mujeres periodistas son un sello distintivo del “Sistema Bolsonaro”, lo que lleva a las reporteras a ser sometidas a “un ambiente repugnante de campañas de difamación en línea por parte de partidarios de Bolsonaro", según su informe de enero de 2021.

“Si tienes una protesta a favor de Bolsonaro y un periodista simplemente hace su trabajo cubriéndola, a veces sus seguidores pueden volverse violentos”, dijo a LJR Cristina Zahar, secretaria ejecutiva de la Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación (Abraji). “Sin embargo, yo diría que los ataques físicos han migrado a ataques en línea, donde se puede intimidar al periodista. Es incluso peor si eres mujer, porque no solo intentan atacar tu trabajo, dicen cosas malas sobre tu cabello y tu cuerpo. Dicen que eres estúpida y que eres una prostituta”.

“No creo que sea una coincidencia que Bolsonaro a menudo persiga a las mujeres periodistas, porque estamos hablando de estos contextos de machismo donde las mujeres que informan sobre los hombres son una amenaza, y las mujeres que se atreven a hablar y ser críticas son ya una amenaza”, dijo Southwick.

RSF informó a principios de 2021 que la hostilidad de Bolsonaro reflejaba “la forma en que él, su familia y su círculo inmediato, en el último año, refinaron un conjunto de prácticas diseñadas para desacreditar a los medios y silenciar a los periodistas críticos e independientes, a quienes consideran enemigos del Estado”.

“Vimos, después de que Bolsonaro asumiera el poder, que él iba a hacer lo mismo que hizo Trump en Estados Unidos al convertir a la prensa en el enemigo público número uno”, dijo Zahar. "Desde que asumió el poder en enero de 2019, hemos visto que ha habido un aumento de ataques contra periodistas y medios de comunicación”.

Según una encuesta realizada en septiembre de 2021 por RSF e ITS-Rio (Instituto de Tecnología y Sociedad de Río de Janeiro), un análisis de medio millón de tweets publicados entre el 14 de marzo y el 13 de junio reveló que los partidarios de Bolsonaro son los principales usuarios de etiquetas maliciosos dirigidos a los medios de comunicación. Los objetivos principales de los tuits fueron los medios de comunicación que son críticos abiertos del gobierno, así como las mujeres periodistas.

"Siento que es un trabajo de hormiga”, dijo Zahar. “Somos muchas hormigas trabajando juntas contra el grandullón, pero sigo pensando que vale la pena. Es mejor que ver lo que está sucediendo y no mover un dedo”.

 

Mars Salazar, la autora de este artículo, es estudiante de la Universidad de Texas en Austin. Realizó este artículo como parte del curso “Reportando América Latina”.

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