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Financiamiento del periodismo independiente requiere la diversificación de ingresos y la participación del Estado, dicen expertos

La diversificación de las fuentes de financiamiento y la participación activa del Estado son elementos clave para garantizar la viabilidad económica de los medios de comunicación. Esta fue la conclusión a la que llegaron los participantes del panel “Larga vida al periodismo independiente: ¿pero quién lo pagará?”, celebrado durante el 17º Congreso Internacional de la Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación (Abraji, por su acrónimo en portugués).

El debate fue moderado por la Directora de Operaciones de Agência Mural, Izabela Moi. También asistieron a la reunión Fabiano Angélico, investigador y estudiante de doctorado de la Universidad de Lugano (Suiza); Giovanni Harvey, director ejecutivo del Fondo Baobá; y Guilherme Canela, responsable de la sección de Libertad de Expresión y Seguridad de la UNESCO.

Para Angélico, un modelo de negocio basado en la búsqueda de recursos en institutos privados de filantropía no es muy eficaz, ya que requiere mucho tiempo de preparación para obtener una subvención que a veces ofrece poco aliento. El investigador predica la necesidad de un cambio de paradigma a favor de una diversificación de las fuentes de financiación.

“Este es quizás el mejor camino hacia la sostenibilidad y la independencia financiera. Es un modelo de negocio que se puede sostener en parte con seguidores, en parte con personas físicas, en parte con financiación colectiva, con empresas que apoyen de alguna manera. He visto algunas innovaciones muy interesantes. Por ejemplo, un determinado sector de la industria puede financiar un estudio de un medio de prensa elaborado con criterios periodísticos. Y esto es transparente para el público”, dijo.

Fabiano Angélico, Giovanni Harvey, Izabela Moi e Guilherme Canela. (Foto: captura de tela)

Fabiano Angélico, Giovanni Harvey, Izabela Moi y Guilherme Canela. (Foto: Captura de pantalla)

En referencia a la Declaración de Windhoek +30 de la UNESCO, Guilherme Canela reforzó la importancia de clasificar el periodismo como un bien público, el cual fue el tema del Día Mundial de la Libertad de Prensa en 2021. En un contexto de desinformación, discursos de odio y teorías de conspiración, uno de los grandes retos, dijo, es cualificar la demanda, con estrategias de alfabetización mediática informativa -educomunicación- para empoderar a la ciudadanía.

“Uno de los elementos importantes es intentar recuperar la credibilidad del periodismo. Para ello va a ser fundamental seguir dialogando con la población en general sobre lo que significaría vivir en un mundo sin periodismo independiente. Y creo que todavía no hemos sido capaces de transmitir ese mensaje”, dijo Canela.

Añadió que el periodismo de investigación suele identificarse exclusivamente con la lucha contra la corrupción, pero que las grandes investigaciones, como los Panama Papers y los SwissLeaks, pueden estar alejadas de la vida cotidiana de la gente. “Hay que subrayar que el periodismo repercute en todas las etapas de la vida cotidiana, ya sean las investigaciones periodísticas que han conseguido desentrañar redes de pederastia en la Iglesia católica, o las investigaciones que han cambiado el transporte de órganos humanos y han salvado vidas”.

El director ejecutivo del Fondo Baobá, que busca promover la equidad racial, Giovanni Harvey, reflexionó sobre el hecho de que el fortalecimiento del entorno periodístico no implica necesariamente una inversión directa en los medios de comunicación. Harvey defiende la creación de incentivos a través de premios que valoren las buenas iniciativas, desde las contribuciones a episodios concretos hasta la denuncia de los usos del organismo estatal como aparato represivo, como en el caso de la “cámara de gas” en un vehículo de la Policía Federal de Carreteras (PRF, por sus siglas en portugués) en Sergipe, que mató a Genivaldo de Jesus dos Santos, un hombre negro diagnosticado de esquizofrenia.

“La primera posición del PRF fue omitir la identidad de estos agentes. Y fue el ejercicio de la actividad periodística el que sacó a la luz esta información, del mismo modo que el acceso a los expedientes funcionales de estos policías implicados”, dijo. “La idea es crear mecanismos que permitan a las personas que emprenden esto obtener algún nivel de apoyo, no en el sentido de financiar la acción que dio lugar al reconocimiento, sino en el de tener algún tipo de estímulo e inspirar a otros profesionales a crear este camino”.

Participación del Estado

Durante el panel, Fabiano Angélico, de la Universidad de Lugano, argumentó que es un error negar al Estado como una de las entidades responsables de la financiación de los medios de comunicación. “Es un dogma que debe desaparecer. Si el periodismo es un bien público, fundamental para la democracia, es una razón más para tener la convicción de que es importante que el Estado lo financie, sí”, subrayó.

Canela se mostró de acuerdo en que una parte de los impuestos que pagan los contribuyentes puede ser una de las varias fuentes de ingresos de los medios de comunicación, pero advirtió de la importancia de garantizar una financiación “adecuada” del periodismo. Explicó que el camino pasa por lograr la viabilidad económica sin perder los principios del periodismo de independencia editorial.

“La gran conclusión es que no hay soluciones sencillas para problemas complejos. Y este es un problema complejo”, resumió. “Cada vez está más claro que bienes públicos como el agua y el aire limpios y un planeta que podamos habitar no pueden ser financiados únicamente por el sector privado. Es necesario que haya dinero de los contribuyentes para que existan estos bienes públicos y comunes. Así que si el periodismo es un bien público y la información es un bien común, no podrán ser financiados exclusivamente por el sector privado”.

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