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Investigador elabora base de datos de corrupción en América Latina usando como fuente la cobertura de periódicos

La corrupción, una preocupación común entre ciudadanos y periodistas de varios países de América Latina, será la temática de un índice exclusivo para la región que se lanzará el mes que viene. Daily Corruption: News Feed & Database (Corrupción diaria: Transmisión de noticias y base de datos) proporcionará datos cuantitativos y cualitativos sobre variables relativas de casos en curso en 29 países latinoamericanos.

Las fuentes de la información catalogada son periódicos seleccionados de cada país, enfocados en casos de corrupción de medio y alto nivel, así como también iniciativas anticorrupción. Las variables incluyen el sector, el tipo de alcance, la cantidad y los actores involucrados en cada caso. El creador del proyecto, el doctor en Ciencia Política y Asociado Internacional de la Universidad de Tsukuba en Japón Joseph Pozsgai-Alvarez, explicó que Daily Corruption es una respuesta a las deficiencias señaladas en estudios de casos e índices tradicionales.

“Daily Corruption ofrece un nivel de detalle y transparencia que el Índice de Percepción de Corrupción y los Indicadores de Gobernanza Mundial no logran producir; y cubre formas de corrupción que son imposibles de medir confiando únicamente en las encuestas a ciudadanos”, dijo al Centro Knight.

La implementación del proyecto se realizará con la participación de organizaciones como Citizens for a Better Bahamas y Fórum Solidaridad Perú, además de Japiqay, también de Perú, y la Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana, de Panamá.

Los datos preliminares recogidos por la herramienta en Perú indican varias tendencias, según Pozsgai. Por ejemplo, el volumen de la cobertura noticiosa de temas relacionados a la corrupción es ocho veces mayor al de la cobertura de noticias anticorrupción. Las informaciones negativas sobre actos ilícitos representan más del 50% de todas las publicaciones sobre el tema, mientras que las medidas referentes a control efectivo y penalización representan poco más del 6%.

Pozsgai añadió que el índice verificó que en Perú más del 90% de todas las noticias relacionadas a corrupción implican al sector público; y el Poder Ejecutivo está involucrado en noticias de corrupción tres veces más que los miembros del Congreso o las autoridades locales y regionales.

Con más de ocho años de hacerle seguimiento a las políticas anticorrupción en América Latina – incluyendo la posición del equipo de prevención de la corrupción de la Presidencia del Consejo de Ministros de Perú – Pozsgai conversó con el Centro Knight sobre el escándalo Lava Jato, las próximas elecciones en países latinoamericanos y el rol de la prensa en el destape de casos de corrupción.

Centro Knight: Con la investigación Lava Jato, la corrupción se volvió una cuestión más transnacional. ¿Cómo cambió esto la cobertura noticiosa de los diarios latinoamericanos?

Joseph Pozsgai-Alvarez: Aunque Lava Jato se haya convertido en el caso más prominente de corrupción transnacional que jamás se haya reportado en la región, no significa que sea la primera vez que un caso de corrupción haya movilizado a las partes interesadas más allá de las fronteras en América Latina.

Lo que es diferente esta vez es que los círculos locales contra la corrupción estaban mejor preparados, tanto en términos de organización como en tecnología, para enfrentar los desafíos y coordinar esfuerzos locales e internacionales. Los diarios latinoamericanos aprovecharon profusamente el conocimiento de estos grupos, y en consecuencia pudieron introducir un nivel de sofisticación raramente visto en el pasado, acercándose más a los estándares de países más desarrollados.

Además de eso, la internacionalidad de la investigación hizo más difícil que las élites locales controlen las líneas editoriales, que es en parte la razón por la cual los medios pudieron reportar tan activamente como lo hicieron; pero no está claro si esta libertad selectiva se extenderá también a otros casos más sensibles políticamente.

CK: ¿Qué papel juega la prensa en los movimientos anticorrupción de los países de América Latina?

JPA: La gran corrupción, sin lugar a dudas, pasaría absolutamente desapercibida si no fuera por la prensa libre, como puede servir de ejemplo los bajos índices de percepción de corrupción registrados durante los últimos años del gobierno de Alberto Fujimori, a finales de los 90. Pero es fácil confundir las tareas específicas que realiza la prensa sobre este tema, por eso es mejor subrayarlas: información, y movilización. Los movimientos anticorrupción, considerados como la manifestacion pública de demandas, emergen y se aglutinan gracias a la información obtenida y distribuida por los medios; y también son capaces de movilizarse con mayor eficiencia gracias al uso de los medios como canal de comunicación hacia la población en general. En breve, la prensa y los movimientos crean una sinergia que hace posible luchar por la reforma del estado.

CK: ¿Qué fallas ve usted en la cobertura de la prensa sobre corrupción?

JPA: El mayor pecado de la prensa es la preferencia que tiene por las noticias negativas y los escándalos inmediatos. Independientemente de la realidad, la prensa usualmente le da un injusto volumen de cobertura a los escándalos de corrupción en contraste al que le da a las políticas, iniciativas y acciones anticorrupción. Asimismo, luego de que los escándalos agotan la fase de investigación, los reportes periodísticos tienden a morir rápidamente. Estas dos tendencias le dan al individuo en las calles la impresión de que se está haciendo muy poco para combatir el delito, y que la impunidad es la norma. Entonces, de alguna manera, el ciclo de noticias ayuda a perpetuar los estereotipos que a su vez son responsables del alto grado de tolerancia ciudadana frente a la corrupción en la región.

CK: ¿De qué manera las nuevas herramientas periodísticas, como el periodismo de datos, pueden mejorar la cobertura?

JPA: Sin duda, el periodismo de datos es la herramienta más poderosa que la prensa tiene hasta el momento, y que en combinación con el activismo social tiene el potencial de cambiar las reglas del juego en países con elecciones competitivas. (La elección de palabras no es casual: solo presionando la agenda política pueden las sinergias entre la prensa y los movimientos anticorrupción tener algún impacto, y, en ese sentido, la rendición de cuentas a través de procesos electorales efectivos es crucial). El periodismo de datos, en este contexto, representa la oportunidad de realmente corroborar muchas de las creencias populares sobre política en el país, y de convertirse en el instrumento que le faltaba a los reformadores en el pasado.

CK: Con las elecciones presidenciales de este año en Chile y las de 2018 en Costa Rica, Paraguay, México, Colombia, Venezuela y Brasil, ¿cree usted que la corrupción será el centro del debate durante las campañas presidenciales?

JPA: Desde hace tiempo ya, la corrupción se ha convertido en un tema común durante campañas electorales, y su atractivo no ha disminuido. Su simbolismo es poderoso, porque puede ser asociada con un gran número de características individuales y estructurales, siendo uno de los pocos temas sobre los cuales todos están de acuerdo ya que ofrece un escape catártico a los reclamos populares. A pesar de su atractivo, sin embargo, la corrupción no suele sobrevivir el revuelo electoral, y líderes aparentemente corruptos vuelven a ser reelegidos a pesar de la fuerte retórica esgrimida contra ellos durante la campaña. La razón detrás de la aparente contradicción que existe entre la retórica y el voto puede ser explicada por la dificultad que tienen los votantes para recibir información sobre corrupción y trasladarla al campo de la percepción, del cambio de actitud y finalmente del castigo.

Estas etapas en el proceso de rendición de cuentas vertical ofrecen un amplio espacio para la aparición de muchos factores que intervienen y limitan el efecto de la retórica anticorrupción, siendo que el partidismo, la perspicacia política, los intereses económicos y los valores democráticos compiten con la integridad como el valor central que impulsa la decisión del voto. Por tanto, es de esperarse que el debate se centre en la corrupción (particularmente en Brasil), pero también que esto sea finalmente insuficiente para inclinar la balanza electoral.

Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.

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