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Por primera vez justicia colombiana condena a toda la “cadena criminal” en un caso de asesinato a periodista

El ex legislador y político colombiano Ferney Tapasco fue condenado a 36 años de prisión por ser el autor intelectual del homicidio en 2002 del subdirector del diario La Patria, Orlando Sierra, quien fue asesinado debido al ejercicio de su profesión.

Este es el primer caso en Colombia en el que toda la “cadena criminal” de un crimen en contra de un periodista ha sido condenada por la justicia: desde los autores materiales hasta los autores intelectuales, de acuerdo con la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP). Se trata también de una condena histórica debido a la repercusión internacional que tuvo su crimen y a las campañas realizadas para obtener justicia.

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés) dijo que el fallo se trata de “una condena histórica que llega tras años de intensa campaña en la búsqueda de justicia por parte de periodistas locales”.

La sentencia llegó 13 años después del crimen, tiempo durante el cual hubo muchos reveses por parte de la justicia para vincular a Tapasco con el crimen, llevar los sospechosos a juicio y obtener las respectivas condenas. De acuerdo con la FLIP más de nueve testigos del caso fueron asesinados durante este tiempo.

“Este caso es una muestra de que para derrotar la impunidad, no podemos darnos por vencidos. Debemos seguir exigiendo la aplicación total de justicia para que todos los participantes y responsables en la ejecución de los crímenes contra periodistas, sean juzgados”, dijo Juan Francisco Ealy Ortiz, presidente de la Comisión contra la Impunidad de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). La organización dijo que el caso “representó un símbolo de la lucha contra la impunidad en Colombia”.

La Sala Penal del Tribunal Superior de Manizales en su sentencia del 24 de junio revocó la polémica sentencia absolutoria dada a Tapasco en 2013 en relación con el asesinato de Sierra. La Patria informó que el Tribunal tomó en cuenta los testimonios de algunos testigos que no fueron valorados por el juez de primera instancia.

Además de Tapasco, el Tribunal también condenó a Fabio López Escobar y Jorge Hernando López Escobar a casi 29 años de prisión. Henry Calle Obando fue absuelto de los cargos imputados relacionados con el caso.

En su sentencia, el Tribunal señaló que se había conformado una “empresa criminal para dar muerte a” Sierra, según la FLIP.

Otros hombres ya habían sido sentenciados a prisión por haber tenido alguna participación en el asesinato de Sierra.

Luis Fernando Soto Zapata fue condenado a prisión por 19 años acusado de ser el autor material del crimen, pero fue dejado en libertad antes de tiempo. Después fue asesinado en un tiroteo con la policía en la ciudad de Cali. Otros dos hombres, Francisco Antonio Quintero Tabares y Luis Arley Ortiz Orozco fueron condenados a 28 años de prisión como coautores del asesinato, según la SIP. Un fallo judicial se encuentra pendiente en contra de Gabriel Jaime López Escobar.

La sentencia contra Tapasco es la “segunda más alta pena impuesta por la muerte violenta de un periodista en Colombia”, según El Tiempo. La pena más alta fue de 39 años de prisión impuesta por el asesinato del periodista del municipio de Magangué Rafael Enrique Prins ocurrido en febrero del 2005.

Sierra, de 42 años, fue asesinado el 30 de enero de 2002 cuando llegaba a su trabajo en el centro de Manizales en compañía de su hija. Murió dos días después en un hospital.

Hacia 1990, Sierra comenzó a escribir sobre Tapasco, ex presidente del Partido Liberal en el departamento de Caldas, y los delitos por los cuales había sido condenado, de acuerdo con el CPJ. Sierra “también investigó vínculos posibles entre Tapasco y un escuadrón de la muerte”.

El periodista también denunció la corrupción de los políticos de Caldas a través de su muy seguida columna dominical ‘Punto de Encuentro’, según la SIP.

La FLIP citó la sentencia del Tribunal que señaló que Sierra “criticaba de manera constante a la coalición política gobernante” así como los contratos estatales vinculados a la familia de Tapasco. “Ello generó un resentimiento de él hacia Sierra Hernández, en su calidad de periodista, por cuestionar su poder, su dirigencia política y su liderazgo […]”.

En cuanto a la planificación del asesinato, un testigo le dijo al Tribunal que Sierra “se trataba de una víctima de reputación nacional, por lo que su muerte y subsiguiente impunidad requerían de una minuciosa preparación”, informó La Patria.

Sierra tuvo escoltas meses antes del crimen a manera preventiva de las posibles acciones que tomaría Tapasco, informó El Tiempo. Un amigo dijo que el periodista le había dicho justo días antes del asesinato que Tapasco iba a matarlo.

Después de que Sierra fue asesinado, medios locales y nacionales crearon una coalición llamada Proyecto Manizales con el objetivo de investigar su muerte. Ese proyecto se amplió más tarde para investigar la muerte del periodista Guillermo Bravo.

La Unidad de Respuesta Rápida de la SIP en Colombia, con el apoyo de la Fundación Knight, investigó el asesinato de Sierra y le dio notoriedad al crimen a través del documental “La Batalla del Silencio”. Además la SIP y Andiarios, una asociación de diarios colombianos, utilizaron el proceso judicial del asesinato como un caso-estudio “cuyas recomendaciones fueron tomadas en cuenta para la reforma legal de 2010 que amplió el plazo de prescripción de los crímenes contra periodistas de 20 a 30 años”, según la organización.

El retraso en la convicción de Tapasco se presenta como un caso emblemático del problema de impunidad en los crímenes contra periodistas en Colombia. El país ocupa el puesto 8 en el Índice Global de Impunidad 2014 del CPJ, aunque la organización observó una disminución en los asesinatos de periodistas. El CPJ señaló a “los fiscales sobrecargados y el mal manejo de la evidencia” como las razones en la demora de las investigaciones criminales.

Con respecto a la decisión del tribunal, Nicolás Restrepo, director de La Patria, dijo que “es importante el precedente que se sienta para el periodismo en general, pues es un mensaje para que la libertad de prensa se fortalezca y que ayude para que mejore la situación con relación a los crímenes contra periodistas que siguen en la impunidad”.

Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.

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