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Proyectos de fact-checking electorales en Argentina y Uruguay reflexionan sobre colaboraciones y la lucha contra desinformación

La cobertura electoral es tal vez uno de los desafíos más grandes en las redacciones: procesar grandes volúmenes de información en poco tiempo y con el mismo equipo con el que se trabaja en condiciones cotidianas. La rápida propagación de información falsa con un alto impacto en las elecciones se ha convertido en un factor adicional que dificulta la tarea.

Por eso, tener un grupo de verificadores de información durante el periodo electoral se ha convertido en casi una exigencia para cualquier redacción. Pero verificar la cantidad de información que circula por redes sociales se hace imposible sin una excelente planeación y colaboración a veces entre medios con diferentes líneas editoriales e incluso con organizaciones externas al mundo periodístico.

Reverso, en Argentina, y Verificado.uy, en Uruguay, fueron dos proyectos de verificación de datos creados en al región con el objetivo de hacer verificación de datos de manera exclusiva durante el periodo electoral de sus respectivos países. Ambos comparten el hecho de haber sido creados en medio de alianzas – Reverso es una colaboración entre más de 120 medios y Verificado.uy une a medios, academia y organizaciones de la sociedad civil.

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El Centro Knight habló con Laura Zommer, directora editorial de Reverso, y con Analía Matyszczyk, coordinadora de Verificado.uy, para conocer sobre las lecciones que dejó la realización de estos proyectos.

Tres lecciones clave considera Zommer dejó estos meses de trabajo. La primera realizar siempre alianzas que sean lo más plural y diverso posible, especialmente en países polarizados como la gran mayoría de América Latina. Esto permite, según Zommer, llegar a una mayor cantidad de población teniendo en cuenta que muchas personas seguirán al medio con el que tienen fidelidad. En este sentido, es importante incluir la mayor cantidad de líneas editoriales posible.

“Mi recomendación a cualquier que lo hiciera en otros países: no te focalices en otros puntos solamente como quién tiene más visitas o quién tiene una marca más afianzada o más popular. Sino que en contextos electorales presten especial atención a este asunto, la lectura de la audiencia, dónde se nos percibe en el mapa político”, dijo Zommer.

Para Matyszczyk, la “conciencia de la importancia de esta iniciativa a nivel social” fue la lección principal. EL trabajo de Verificadio.uy tuvo una gran relevancia para la comunidad, según explicó. De allí aparecen otros aprendizajes como la activación de dinámicas laborales “para poder conseguir resultados eficientes”, e incluso el “cuestiones políticas” que tenían que ver con la manera en que se trataban los socios de la coalición.

Precisamente, en estos dos últimos puntos coincide Zommer. Las otras dos lecciones fueron la claridad en el flujo de trabajo entre todas las organizaciones que hicieran parte del proyecto, así como el establecimiento claro de reglas y de las personas encargadas de hacerlas cumplir.

“No es que necesariamente lo hicimos el primer día bien”, dijo Zommer. Sin embargo, sí aseguró que cuando hubo faltas a los acuerdos, se corrigieron rápidamente. “Que no es algo habitual en Argentina, seguro que vale mucho la pena que esto esté muy claro”.

Precisamente, para llegar a estos acuerdos y convencer a los medios aliados que el proyecto era importante y necesario, es que Zommer cree que el mayor desafío estuvo antes de iniciar. “Ese desafío nos llevó más de cuatro meses”, dijo. “Los medios no terminaban de convencerse de que no era riesgoso, que no se exponían demasiado, que no iban a perder”. Una vez arrancó el proyecto, otros medios se fueron uniendo, contó la directora.

En Uruguay por otra parte, el mayor desafío estuvo precisamente en lograr que las verificaciones llegaran a  tiempo a la personas indicadas a través de una herramienta idónea. “Ayudar a separar la paja del trigo y que la población tuviera a disposición una herramienta que le permita acceder a información verificada para evitar creer en datos engañosos o falsos”, dijo Matyszczyk.

Mejorando para posibles experiencias futuras

Para las directoras de ambos proyectos, las iniciativas fueron muy positivas. Tanto por el trabajo desarrollado como equipo, como por la consciencia creada entre las comunidades.

Especial interés tuvieron algunas de la innovaciones implementadas durante este periodo como por ejemplo una de Reverso en la que ellos hablaban y publicaban sobre gente común – no políticos ni famosos – se veían afectadas por desinformación. Personas que se volvían virales a partir de información falsa.

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“Son prueba de que a cualquiera le puede pasar”, explicó Zommer. “Lo que buscábamos era que la gente aumente su cuidado al compartir contenido que no le consta. Una buena estrategia que enfatizaba con gente que igual que ellos podía ser víctima de desinformación”.

El equipo también realizó una serie de charlas con adultos mayores, quienes se creen que junto con los adolescentes son quienes más comparten desinformaciones.

“Cuando nos planteamos las soluciones para la desinformación siempre decimos que la clave es que la gente conozca más de este fenómeno y no comparta cosas de las que no está seguro”, aseguró Zommer.

Aunque Zommer no cree que mantener Reverso en este momento, en el que no hay elecciones, tenga mucho sentido, sí cree que sería muy interesante replantear la posibilidad de replicarlo cuando llegue un nuevo periodo electoral. “Sí no vale la pena perder lo que se construyó”, aseguró.

“La respuesta del público también nos dejó muy conforme”, dijo Matyszczy. “Los chequeos de Verificado.uy lograron permearse en distintos ámbitos sociales, fuimos citados por varios actores políticos como garantes de información y también, desde las redes sociales, la interacción con la audiencia fue favorable. Entre todos creamos una conciencia ciudadana que reclama información de calidad”.

El equipo de Verificado.uy se encuentra en una etapa de evaluación para determinar qué aspectos se pueden mejorar, y de allí pensar en una posible continuidad del proyecto que depende en gran parte de financiadores.

“El aprendizaje también pasa por ahí, por aprender de lo recorrido y mejorar a futuro”, aseguró Matyszczy. “Lo más valioso fue haber creado un primer antecedente de verificación de datos a nivel político electoral, que puede mejorarse a futuro, como toda actividad humana”.

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