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Grupos paramilitares en Colombia amenazan a periodistas con listas negras

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  • 13 octubre, 2014

Por Jonathon David Orta

Los Urabeños y Los Rastrojos, grupos paramilitares de Colombia, han publicado una lista negra amenazando de muerte a diez periodistas si no abandonan de inmediato sus puestos y salen de la ciudad en la que se encuentran trabajando.

De acuerdo con La Vanguardia, por lo menos 160 personas entre periodistas, defensores de los derechos humanos, abogados y sindicalistas fueron directamente amenazados por grupos paramilitares en septiembre, reviviendo las preocupaciones sobre la libertad de prensa en Colombia.

Reporteros sin Fronteras ha denunciado estas amenazas, exigiendo a las autoridades que “ofrezcan protección para los periodistas amenazados, que tomen en serio esta clase de intimidaciones y que confronten el aumento de amenazas contra periodistas en Colombia”, de acuerdo con el director de este programa Virginie Dangles.

Ocho periodistas que trabajan en el departamento del Valle del Cauca recibieron una advertencia en septiembre 28 (vea la carta a la derecha), en la que el grupo paramilitar de Los Urabeños promete que “aquellos que incumplan con la orden de callar que están impartiendo Los Urabeños, se les dará de baja y van a ser acribillados”.

La carta explica que la amenaza va dirigida a periodistas que trabajan en Cali y Buenaventura que han hablado mal del grupo paramilitar. “Ya sabemos cómo es que se camuflan, pero lo sabemos todo. Por eso les damos 24 horas de plazo para que salgan de Buenaventura y a los de Cali también o sin tendrán que pagar las consecuencias de sus actos”.

En el Valle del Cauca, el grupo incluyó en la lista a Henry Ramírez, de Noticias Uno; Cristian Mauricio Abadía, de Red + Noticias; Gildardo Arango, director del Noticiero Más Pacífico; Yesid Toro, de El País; Julio César Bonilla, de Voces del Pacífico; Óscar Gutiérrez, de Radio Buenaventura; Álvaro Miguel Mina, de Q’hubo, y Darío Gómez, de Caracol Radio.

Los Urabeños, un grupo paramilitar que opera en el Valle del Cauca, amenaza a los periodistas porque supuestamente han publicado información falsa y dañina acerca de Fanny Grueso La Chiqui Bonilla, quien ha sido descrita como la líder de Los Urabeños o el Club de los Úsiga, y ha sido acusada de supervisar operaciones de tortura y secuestro dentro de sus propiedades en Buenaventura.

La Fundación Colombiana para la Libertar de Prensa (FLIP) también denunció las amenazas contra los periodistas en un comunicado que indica: “Estos hechos acentúan la crítica situación que viven los periodistas en el departamento del Valle del Cauca, concretamente en el puerto de Buenaventura. En lo que va corrido del año, la FLIP ha registrado 10 agresiones contra periodistas en esta ciudad y el asesinato de Yonny Steven Caicedo, quién había trabajado como camarógrafo meses antes de su muerte”.

A su vez, el grupo paramilitar de Los Rastrojos emitió una lista negra distinta solo dos días antes, el 24 de septiembre, en la que menciona a 24 personas. Entre los amenazados se encuentran líderes políticos, activistas y, de acuerdo con Reporteros sin Fronteras, dos periodistas, Leiderman Ortiz Berrio, el editor del semanario La Verdad del Pueblo y Edgar Astudillo, quien presenta un programa en Radio Panzenú. La advertencia, impresa en un panfleto, circuló por la ciudad de Montería, capital del departamento de Córdoba.

”Si continúan con su proselitismo político, sindicalista, pacifista, izquierdista contra nuestras organizaciones pagarán las consecuencias. Ellos saben que nuestra paciencia tiene límite”, indica el panfleto.

En respuesta a estas amenazas, Camille Soulier, director de la mesa de Reporteros sin Frontera en las Américas, le dijo al diario The Guardian que el gobierno debe ir más allá, proveer protección y tomar acciones sistemáticas en contra de la impunidad para garantizar la seguridad de los periodistas”.

A pesar del acentuado incremento de las amenazas dirigidas contra los periodistas en septiembre, esta no es la primera que los grupos paramilitares intiman a los periodistas en Colombia. En agosto 14, Juan Pablo Gutiérrez, un fotoperiodista colombo-francés, fue amenazado por el grupo de las Agilas Negras, que tiene conexiones con Los Rastrojos.

Gutiérrez está bajo amenaza por su trabajo con el grupo indígena Nukak y con la Organización Nacional Indígena de Colombia para los que ha creado proyectos documentales y campañas de fotografías, de acuerdo con Reporteros sin Fronteras.

Grupos paramilitares están también supuestamente detrás de una irrupción ilegal a la casa del periodista Javier Osuna, cuya residencia está en Bogotá. En agosto 22, de acuerdo con un reporte publicado por Reporteros sin Fronteras, le prendieron fuego al apartamento de Osuna y dañaron la computadora personal y archivos del periodista que contenían 18 meses de investigación alrededor de las operaciones ilegales de los grupos paramilitares en Norte de Santander, una región cercana a la frontera con Venezuela.

En una carta abierta, Javier Osuna respondió al ataque:

"Invito a la sociedad en general a valorar este oficio que, como yo, cientos de periodistas regionales realizan poniendo en riesgo su vida en contextos de violencia. No dejaré de hacer mi trabajo, como miles de personas en nuestro país, que soportan diariamente el flagelo de la violencia. Me siento profundamente orgulloso del camino que he trazado con mis manos, acompañando por la valentía de cientos de víctimas que siguen luchando por sus derechos en medio del conflicto”.

Diversas agrupaciones e individuos han pedido a nivel nacional que se acabe con este tipo de amenazas  y han urgido al gobierno para que tome las acciones apropiadas. La Fundación para la Libertad de Prensa en Colombia ha expresado su solidaridad con todos los periodistas amenazados y le ha pedido a la Unidad Nacional de Protección que garantice la seguridad de los comunicadores tomando las medidas protectoras apropiadas.

El Defensor del Pueblo, Jorge Otálora, le ha pedido a las “autoridades que tomen medidas urgentes para proteger” a los periodistas amenazados por ambos grupos paramilitares. Otálora destacó que entre enero y agosto de este año, el departamento ha registrado aproximadamente 93 amenazas contra periodistas, lo que representa un incremento de 51 amenazas más que el total registradas en 2013, de acuerdo con El Nacional.

Entre las razones para el incremento de las amenazas contra los periodistas, Otálora mencionó el accionar de grupos armados de extrema derecha que permanecieron en la ilegalidad después de la desmovilización paramilitar incentivada por el ex presidente Álvaro Uribe.

En el artículo publicado por El Nacional, basado en un cable de EFE, Otálora criticó la actual política del gobierno al asegurar que los 30 días del período de revisión, en el que las autoridades evalúan el nivel de riesgo y deciden si toman o no las medidas de protección, es demasiado largo y que las rondas policiales no garantizan la protección de los periodistas.

En medio de una complicada negociación de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc, el incremento de las bandas paramilitares y una nueva temporada electoral, la necesidad de una prensa independiente y libre sigue siendo una preocupación constante en Colombia.

Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.

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