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Nuevo proyecto global creado para divulgar “historias prohibidas” de periodistas amenazados comienza con México

El proyecto Forbidden Stories, lanzado por las organizaciones Reporteros Sin Fronteras (RSF) y Freedom Voices Network (Red de Voces por la Libertad) este 31 de octubre, pretende proteger las “historias prohibidas” de periodistas que están en riesgo o bajo amenaza por hacer su trabajo: informar.

Además, la plataforma pretende finalizar y divulgar al mundo los reportajes en los que los periodistas trabajaban cuando fueron arrestados o asesinados como un intento de silenciar su voz.

Los tres primeros periodistas homenajeados por el proyecto son los mexicanos Cecilio PinedaMiroslava Breach y Javier Valdez, asesinados en 2017 debido a sus investigaciones sobre las supuestas relaciones entre narcotraficantes y funcionarios públicos en su país.

Forbidden Stories producirá videos cortos, para redes sociales, destacando las historias en las que estos periodistas estaban trabajando y por los que fueron asesinados.

El primer video ya está en el aire y cuenta la historia de Pineda, quien fue asesinado dos horas después de publicar un video en su página en Facebook en el que apuntaba los lazos entre Saúl Beltrán, diputado y exalcalde de San Miguel Totolapan, y Raybel Jacobo de Almonte, conocido como ‘El Tequilero’, líder de un grupo criminal que actúa en la región.

Los videos serán traducidos a nueve idiomas “para intentar informar a una mayor cantidad de personas y dar el mayor eco posible a estas ‘Forbidden Stories’”, según un comunicado sobre el proyecto divulgado por RSF

Además de los videos, Forbidden Stories pretende promover cada año una o dos investigaciones colaborativas a profundidad en asociación con una red internacional de medios periodísticos televisivos, radiofónicos, impresos y en línea, que se publicarán en varios idiomas

A los periodistas que se sientan amenazados o que teman por la seguridad de la información que reúnen en sus investigaciones, la plataforma ofrece un depósito encriptado para protegerlas. “Si algo le sucede al periodista, Forbidden Stories seguirá las instrucciones que éste haya dado para poder concluir la investigación y publicarla ampliamente, gracias a su red colaborativa de medios de comunicación comprometidos en la defensa de la libertad de información”, dijo RSF.

“Nuestro objetivo: mantener vivas estas historias y procurar que una mayor cantidad de personas tenga acceso a una información independiente sobre temas importantes relativos al medioambiente, la salud, los derechos humanos y la corrupción”, aseguró Laurent Richard, fundador de Freedom Voices Network, citado en el comunicado de RSF.

Este modelo colaborativo de garantizar que las investigaciones de periodistas asesinados no mueran con ellos ya han sido practicados en América Latina.

Medios locales y nacionales en Colombia crearon El Proyecto Manizales en 2002 para investigar el asesinato de Orlando Sierra. En los últimos años, la red de medios  volvió a unirse para finalizar el reportaje del periodista asesinado Guillermo Bravo y para ayudar al periodista Germán Hernández – amenazado por sus investigaciones – a continuar su trabajo.

También en Colombia, colegas de la periodista Flor Alba Núñez Vargas – asesinada a tiros mientras entraba en su lugar de trabajo en septiembre de 2015 – crearon ¡Pitalito sin censura! para combatir la impunidad en su caso y continuar el trabajo de ella.

Más recientemente, la Asociación Brasileña de Periodismo Investigativo (Abraji, por sus siglas en portugués) lanzó oficialmente el programa Tim Lopes, creado para investigar asesinatos, intentos de asesinato y secuestros de profesionales de los medios y continuar sus reportajes.

Lopes era un reportero investigativo de TV Globo que fue brutalmente asesinado en 2002 mientras trabajaba en un reportaje sobre fiestas promovidas por narcotraficantes en una favela en Río de Janeiro.

Como Abraji con el Proyecto Tim Lopes, el equipo responsable de Forbidden Stories se inspiró en el Proyecto Arizona, una iniciativa colaborativa de periodistas de EE.UU. para investigar el asesinato del reportero Don Bolles – asesinado cuando su auto explotó en Phoenix en 1976 – y para culminar sus investigaciones.

Según registros de RSF, 42 periodistas, cinco periodistas ciudadanos (el periodismo no es su profesión) y ocho trabajadores de medios fueron asesinados hasta el momento en 2017, y 183 periodistas, 169 periodistas ciudadanos y 13 trabajadores de medios se encuentran encarcelados. La organización asegura que 700 periodistas fueron asesinados a causa de su trabajo en los últimos diez años.

Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.

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