Por Ingrid Bachmann
A un mes de haber asumido como presidente, Sebastián Piñera enfrenta crecientes críticas de opositores y aliados al no haber traspasado la propiedad del canal Chilevisión a una fundación sin fines de lucro, como había prometido durante su campaña, reportaron La Nación y EFE.
Más allá de la promesa incumplida, los dardos apuntan a los conflictos de intereses que representa la propiedad del canal. Piñera debe designar varios cargos en el directorio de Televisión Nacional, el influyente canal estatal chileno y competencia de Chilevisión, además de nuevos directores para el Consejo Nacional de Televisión.
Parlamentarios de la oposición han propuesto bloquear estos nombramientos hasta que el mandatario se desvincule de Chilevisión y han pedido a la Contraloría que se pronuncia sobre la legalidad de las designaciones presidenciales. Piñera, en tanto, ha rechazado cualquier conflicto. “Si quisiera privilegiar mis intereses no sería presidente”, aseguró.
Las críticas han salido hasta de la propia coalición de gobierno. El senador Andrés Allamand aseguró que es “algo absolutamente obvio que Piñera debe desprenderse del patrimonio” del Chilevisión.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.
