Dos casos judiciales que buscan cerrar el caso de la emboscada y asesinatos de cuatro periodistas holandeses en El Salvador en 1982 están actualmente abiertos en Estados Unidos y en el país centroamericano.
Estos son los principales desafíos que enfrentó el periodismo y la libertad de prensa durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en México.
Como parte de su trabajo por luchar contra la impunidad en los crímenes contra periodistas, la Sociedad Interamericana de Prensa lanzó la campaña “Voces que reclaman justicia”. El primer caso destacado en ella es el del periodista colombiano Gerardo Bedoya Borrero asesinado en 1997 y cuyo crimen se mantiene en impunidad.
La investigación periodística “Veracruz de los silencios” de la organización Artículo 19 busca respuestas a la pregunta ¿Por qué matan a los periodistas? Para ello el equipo de investigación analizó el asesinato y desaparición de 20 periodistas en el estado mexicano durante 2010-2016 junto con especialista en macro-criminalidad.
El año 2023 vio una disminución en los asesinatos de periodistas en el mundo: una tendencia que también registró América Latina y el Caribe. A pesar de lo significante de la cifra, voces expertas señalan que no representa una mejoría de las condiciones para ejercer el periodismo y que podría llevar al fenómeno de zonas silenciadas.
Este año, se cumplen 11 años del asesinato del periodista ecuatoriano Fausto Valdiviezo. Su hermano y expertos creen que el caso no ha sido resuelto por falta de investigación por parte de las autoridades debido a ser periodista.
La periodista mexicana Alejandra Ibarra propone en su nuevo libro que no es lo que publican los periodistas lo que los hace blanco de asesinatos, sino su liderazgo y toma de postura. También argumentó que los políticos mexicanos ven en el periodismo crítico una osadía y no una función democrática.
Con los asesinatos este mes de Nelson Matus y Luis Martín Sánchez suman ya siete periodistas asesinados en México en lo que va de 2023, lo cual ha generado condenas de organizaciones a nivel mundial. En Guerrero, el segundo estado mexicano más peligroso para el periodismo, agrupaciones de periodistas acusan impunidad y exigen seguridad.
Con un 2022 que terminó como el más mortífero para periodistas en los últimos cinco años, preocupación y preguntas surgieron en organizaciones de libertad de prensa. Para expertos, mientras no exista una política integral enfocada en la prevención, protección y procuración de justicia en los casos de crímenes contra periodistas difícilmente el panorama va a cambiar. También se necesita el apoyo de la sociedad: que entienda y defienda la libertad de prensa como un derecho colectivo.
Veintinueve periodistas y comunicadores fueron asesinados en América Latina y el Caribe en 2022, según datos del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) contabilizados hasta el 21 de diciembre. Esto representa un aumento del 163 por ciento con respecto a 2021. México y Haití lideran el ranking de asesinatos de profesionales de la prensa.
Con el asesinato de Pedro Pablo Kumul, el 21 de noviembre en Veracruz, suman al menos 17 miembros de la prensa asesinados en México en 2022. Periodistas y organizaciones coinciden en que solo la impartición de justicia puede detener la ola sangrienta que amenaza al periodismo en ese país.
Un periodista asesinado, otro atacado a balazos y uno más detenido y golpeado por la Policía son las más recientes víctimas de la ola de violencia contra la prensa en Haití, país en el que ocho comunicadores han sido asesinados en lo que va de este año. Simultáneamente, la crisis político-social y la pobreza asfixian lentamente a los medios haitianos.